¿Qué puedo hacer por usted?

Noveno bocado

—¡Buenos días bastardo!— me lanza un valde de agua helada y me despierto agitado, tembloroso— Te vez terrible… bien, te pondre cómodo— me levanta y sienta en el suelo, me desata de pies y manos.
—Por favor… déjame ir, te lo suplico.
—Cállate, es muy temprano para que empieces con tus lloriqueos. Te he dicho que te iras una vez mejores. Quédate quieto.

Se acerca una caja con materiales de curación. Limpia mis heridas y coloca vendajes en mis tobios y muñecas.

—Ten cambiate— me lanza una muda de ropa— Después te traeré algo de comer. Necesito que no mueras.

Cierra la puerta y con cuidado me desprendo de mi ropa. Me duele todo el cuerpo. No hay lugar donde no sienta dolor.

—Agente, digame que tiene noticias de Yuri.
—Sr. Nikiforov, por desgracia no hemos encontrado el taxi.
—Por favor, necesito hacer algo, lo que sea. No puedo esperar todo el tiempo que marcan.
—Lo comprendo, pero no podemos hacer nada antes de que pasen las 72 horas. Lo único que puede hacer es buscar por su cuenta los lugares concurridos por el desaparecido.
—Agente, hay una noticia sobre el despacho del contador —dice un oficial desde la puerta— Sobre esa calle hay una cámara de seguridad que da hacia la parada.
—¿Una cámara? Katsuki puede estar registrado en esa grabación.
—Ire a ver, se que ustedes no pueden, así que voy a averiguar por mi cuenta agente— digo decidido.
—Muy bien, pero cualquier información que encuentre debera notificarlo.
—Si.

En la central de transporte han comprendido mi caso y han revisado la cinta. Verificamos la hora aproximada según el testimonio del contador.

—Ahi, pause— puedo ver a Yuri tomando un taxi— por favor, haga zoom en el taxi.
—Es un taxi de local, su placa es #5792 señor, con esto usted puede localizar a su amigo.
—Muchas gracias.

Solo espera Yuri, voy por ti.

Debusia me ha atado a una silla enmedio de la habitación. Todo es oscuridad. Ningún rayo de luz entra.

—La cena esta la lista— coloca una silla frente y se sienta— tendre que darte de comer ya que no puedes hacerlo. Abre la boca.
—Por favor déjame ir.
—No empieces y come, sopla, esta caliente.
—De verdad prometo no decir nada, lo juro.
—Estas cansandome ¡Ya cállate!
—¡TE LO SUPLICO DÉJAME IR, DEJAME IR!
—¡YA CÁLLATE MALDITA PERRA!— me lanza sobre el rostro el plato con sopa caliente.
—¡HAAAAA, ME QUEMA, ME QUEMA!
—¡No tendríamos que llegar a esto si te callaras de una buena vez. Te he dicho que no te iras Es inútil tratar con un imbécil como tú. Me largo!
—Viktor… Viktor…— sollozo diciendo su nombre.
—¿Viktor? Ho, tienes razón, Viktor no tardara en venir, estoy seguro. Pero no regresara por ti, él se quedará conmigo. Siempre gano.
—Estás demente… ¡estas loco!
—¡CÁLLATE!— me golpea hasta cansarse y caigo al suelo atado a la silla— Viktor será mio, mio y de nadie más.

Cierra la puerta y enciende música a todo volumen. Trato de no llorar, se que no lograre nada, debo actuar rápido y buscar la forma de escapar. Puedo ver la cuchara cerca de mi. Así que empiezo a arastrarme por suelo tratando de tomarla. Si puedo usarla para romper los lazos podre salir de aquí.

Solo espera un poco Viktor, ya voy, esperame.

—Señor, buenos días, disculpe, estoy buscando a una persona que desaparecio. ¿Podría decirme si lo reconoce?— le muestro la fotografía de Yuri.
—Disculpe joven, pero subo a muchas personas en mi taxi a diario. Es difil reconocer un rostro.
—Por favor. El tomó su taxi en la calle 18 Toroki, frente a un despacho de contaduría hace dos días.
—Hace dos días… Si, ya lo recuerdo. Usaba lentes y tenía una carpeta negra.
—¡Si! ¿Usted recuerda donde lo llevo?
—Si, hacía una avenida poco frecuente.
—¿Podria llevarme?
—Claro, suba, lo llevaré.

Subo al taxi y comenzamos a avanzar.

—¿No le dijo hacia donde se dirigía o hablo de algo en particular?
—Era muy serio ese chico. Estaba nervioso. Recuerdo que movía los dedos en esa carpeta. Solo me dijo el nombre de la avenida.
—Algo, lo que sea.
—Ahora que lo recuerdo, el dijo: voy a despedirme de alguien.