Decimo bocado

504 63 7
                                    

—Tengo que salir, no hagas ruido o te matare, ¿entendido?— asiento con la cabeza en el suelo.

Cierra la puerta y se retira fuera. Comienzo a deslizar con más fuerza la cuchara por las ataduras de mis manos, solo un poco más y podre irme.

 Comienzo a deslizar con más fuerza la cuchara por las ataduras de mis manos, solo un poco más y podre irme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Despedirse?
—Si, no menciono a nadie en específico, pero se miraba tenso, nervioso.
—Ya veo.
—Es aquí— dice frenando en una acera que da a una calle solitaria— el bajó y caminó hacia esa dirección— señala la continuación de la vereda.
—Muchas gracias.
—Espero que encuetre a su amigo.

Salgo del coche y comienzo a mirar en todas direcciones. Hay poca concurrencia… no hay edificios, solo casas pequeñas. Comienzo a caminar mirando una por una, adentrandome cada vez más en la vereda.
No conozco este lugar. Nunca lo hemos visitado… ¿quien podría vivir aquí?

—¿Viktor que haces aquí?— volteo la mirada y es Luka quien se encuentra con bolsas en manos.
—¿Qué haces tu aquí?
—Yo vivo ahí, en la esquina.
—Entonces… tu debes ser…— lo tomo del cuello e inmediatamente deja caer las bolsas— ¿Dónde esta, donde esta Yuri, que le hiciste bastardo?
—Viktor, Viktor, tranquilo.
—Si tu vives aquí, Yuri debio venir a verte, donde esta, ¡DONDE ESTA!
—¡Si, es verdad él vino a verme, pero no se donde esta!
— ¿Qué quieres decir?
—Escucha, este no es lugar para hablarlo. ¿Te parece bien, si pasas a mi casa?— dice nervioso y lo suelto.
—Esta bien, pero sé rápido.

Caminamos hacia la entrada de una vieja casa. En la entrada puede leerse: «Debusia».

—¡Listo!— digo aliviado— ahora mis pies

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Listo!— digo aliviado— ahora mis pies.

Desato rápidamente los lazos. Finalmente me he librado. Con un poco de esfuerzo logro ponerme de pie. Aún me duele mucho el costado, siento dolor al moverme, pero pronto podre irme.
La puerta no tiene seguro, al abrirla todo luce exactamente como lo recuerdo, con sábanas cubriendo los muebles. Al fin puedo ver la puerta principal. Solo un poco más.
Camino despacio apoyandome en la pared. Cuando por fin estoy frente a ella no puede abrirse, tiene llave. Trato de golpear, abrir de alguna manera.

—¡Maldición… abrete!— digo golpeando al momento que rompo en llanto.

Recargo mi cabeza sobre la puerta y por el orificio central puedo ver a Viktor… Viktor ha venido a buscarme.

Se acerca con Debusia hacia la casa…
Si grito… el podría matarlo… podría matarme de igual manera… ese tipo… no a Viktor, no lo lastimes…

A prisa busco otra salida… la ventana esta abierta y es lo suficientemente alta para salir. Podre escuchar la conversación y si algo pasa pedire ayuda.

 Podre escuchar la conversación y si algo pasa pedire ayuda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Entra— dice abriendo la puerta.

Todo esta empacando, pareciera que se irá de aquí.

—Disculpa el desorden, pensaba irme pero de último momento surgió un trabajo y me quedare un tiempo en Tokio.
—No me importa eso, ¿donde esta Yuri?
—Esta bien, sere breve. El vino hace dos días, se enteró de que me iría y me perdono por todo lo que lo hice. Es una buena persona. El después se retiro de aquí.
—Mientes, ¿donde esta?
—Ya te lo he dicho, el se fue.
—¡Entonces revisare hasta encontrarlo!
—Por mi no hay problema, puedes buscar por toda la casa.

Entro en todas y cada una de las puertas, revisó cada rincon pronunciando su nombre pero es imposible… no está…

Sólo queda una habitación… con una puerta vieja.

—Ahí guardo mis lienzos, la abrire para que busques…
—Olvidalo— digo decepcionado— él no esta aquí.
—Viktor… si hay algo que yo pueda hacer por ti, puedes contar conmigo.
—Tengo que irme— doy media vuelta con lágrimas en los ojos corriendo fuera de ese lugar.

—Tengo que irme— doy media vuelta con lágrimas en los ojos corriendo fuera de ese lugar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ha comenzado a llover. Viktor ha salido a prisa de la casa, es mi momento…

—Viktor, no te vayas…— digo gateando por la acera— esperame… Viktor, no te vayas…

Viktor se aleja cada vez más entre la lluvia.

—¡NO ME DEJES VIKTOR! ¡AYUDAME, AYUDAME!— grito de manera desgarradora tratando de ponerme en pie —¡TENGO MIEDO, QUIERO ESTAR CONTIGO, LLÉVAME CONTIGO! HAAA…— tropiezo y caigo al suelo.

Trato de levantarme pero es inútil, mi cuerpo no resiste… comienzo a arrastrame estirando mi mano hacía él.

¿Qué puedo hacer por usted?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora