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Me despierto poco a poco, llevando mis manos a mis ojos, cuando abro los ojos y me veo las manos veo rimmel por todos mis dedos.

Me levanto de la cama, no sé porque pero cuando más plácidamente se duerme es cuando has llorado por la noche, no entiendo como...

Voy hasta el baño, abro el grifo y me lavo la cara con desmaquillante, llevo los ojos llenos de rimmel de ayer haber llorado.

Miro todo el baño, ahora está más vacío, no están los productos de aseo de Steve, sus cremas, sus cuchillas de afeitar...

Levanto la cabeza, apoyo los codos en el lavabo y me miro en el espejo.

Suelto un suspiro, por fín todo ha acabado, no tengo que vivir con ese tío más.

Gracias a dios hoy no tengo que trabajar, es viernes y los fin de semana otra chica se encarga de la tienda.

Miro mi teléfono y veo una llamada perdida de Harry.

Ya Steve no me importa una mierda, cojo el teléfono y llamo a Harry.

Al segundo toque, su voz ronca se escucha a través de la línea.

-Buenos días preciosa.- dice suave y relajadamente.

-Buenos días Harry.-me siento en la cama y me miro los muslos.

-¿Qué tal fue ayer?.- pregunta.

-Harry...no te lo vas a creer, Steve...-las lagrimas empiezan a salir de mis ojos, no de tristeza si no de impotencia.- Joder, Steve es gay, me estaba engañando con un puto tío.- digo, atragantandome con mi llanto.

-Eh, no debes llorar, no me gusta que lo hagas.- intenta relajarme.- ¿Puedo ir a tu casa a verte?

-Si, claro.- le digo, ahora lo que menos necesito es estar sola y amargada.

-Dame tu dirección y en 10 minutos estaré allí, ¿vale? ¿Has desayunado?

-No.- le doy mi dirección y el me dice que espere, supongo que la está escribiendo un papel o algo...

-Perfecto, estaré allí enseguida, no desayunes.

-Vale, hasta luego.- digo algo más animada.

-Hasta luego preciosa.- sus palabras me relajan, el tono de su voz, como me llama "preciosa" me hace sentir bien, me hace volver a sentir ese nerviosismo como cuando era adolescente.

Voy a el armario rápidamente para ponerme algo, claramente no me voy a arreglar, algo cómodo para estar por casa, no me puede ver con esta camiseta de publicidad de KFC que me regaló mi amiga, que trabaja allí.

Saco una camiseta gris ancha de tirantes, tiene algo de vuelo, cojo unos leggings negros y me los pongo.

Voy hacia el espejo y suelto el moño que me hice ayer por la noche, mi pelo cae en cascadas, quedando en mi espalda.

Paso mis manos por mi rostro, cojo un poco de crema, que lleva algo de color y me la aplico.

No voy perfecta pero estoy más o menos presentable.

Bajo por las escaleras y segundos después oigo el timbre, me acerco hasta la puerto y miro por la mirilla, veo a Harry, con la cabeza agachada, solo puedo ver sus rizos, que algunos de ellos caen por su frente y el usa su mano para volver a colocarlo hacia arriba.

Abro la puerta, cuando la abro completamente, Harry levanta su cabeza y me mira con una sonrisa.

En una de sus manos lleva una bandeja de cartón para llevar de una cafetería.

-Hola.- sonríe.

-Hola.- le sonrío de vuelta, le dejo paso para que entre.

El entra y se quita su chaqueta, hoy hace frío en Londres, incluso creo que ha llovido esta madrugada.

Él deja su americana colgada en el perchero, dejando ver su camiseta negra, ajustada que marca los músculos de los brazos y...¿eso son tatuajes?

Puedo ver por su brazo unos cuantos tatuajes, me quedo embobada, no hay nada más sexy que un hombre con tatuajes. 

A parte de su camiseta negra, lleva unos pitillos del mismo color, menudos pantalones, seguro que necesitará 20 minutos para quitárselos, son más ceñidos que los míos...

También lleva unas botas negras, todo su conjunto le da un look más informal, pero sexy, aunque con su traje está impecable.

-Siéntate, estás en tu casa.- le sonrío.

Voy hasta la cocina y el va detrás mía.

Deja la bandeja de cartón encima de la encimera.

-He traído café y bollos, no sé si te gustarán...

-Hmm bollos.- digo riendo, mientras Harry abre la caja y saca los vasos de café.

Lo deja todo encima de la encimera y los dos nos sentamos en los taburetes.

El da un trago a su café y me mira.

-¿Que pasó ayer?

-Llegué a casa y bueno, le monté una buena.-bebo de mi café, templado y delicioso.

El después de dar un trago a su café se relame los labios, los miro fijamente...

-Simplemente, le grité y cogí su teléfono móvil cuando este sonó, no sabes lo enfadada que estaba, hubiera preferido que hubiera sido con una mujer.

Bajo mi cabeza y apoyo mi cabeza en mi mano.

Su mano alcanza mi barbilla y la levanta.

-¿Qué más le dijiste?.- pregunta y le da un mordisco a su bollo de crema.

-Le insulté, no sé, no me podía creer lo que estaba pasando, ni se molestaba en mirarme, no le importaba verme llorar.- vuelvo a llorar, me siento decepcionada, engañada, de todo...

-¿Como te sentirías tú si tu novia te pusiera los cuernos con otra chica y cuando la descubres actuara como si no le importara?

-Probablemente, la mataría.- dice, intentando hacerme reír.

-No puedo creerlo, solo ha estado conmigo para poder vivir gratis, cuando lo conocí no tenía ni un duro, gracias a mí consiguió trabajo.- sollozo.

Harry me mira con el ceño fruncido.

-Me he estado comiendo la cabeza con que si el ya no me quería, ya no le parecía atractiva y todo era porque era gay, ¡increíble!.- me tapo la cara con las manos.

Harry se levanta rápidamente, se pone delante mío y me agarra las manos, haciendo que levante la cabeza, las lagrimas caen por mi cara, casi nublándome la vista.

Lleva sus dedos índices hasta mis ojos, limpiando las lagrimas.

-No llores, no me gusta verte así.

Le miro fijamente.

Su mano va hasta mi nuca, acercándome a su boca, yo no me resisto, no quiero hacerlo.

Noto su aliento en mi boca, a escasos centímetros de la mía.

Sus dientes agarran mi labio inferior y lo estiran un poco, cuando lo suelta me besa y poco a poco introduce su lengua en mi boca, en un beso necesitado, robado o como queráis llamarlo, pero es un beso que me había hecho sentir como nunca antes, necesitaba esto, Steve no me besaba así nunca.

Pongo mi mano en su nuca y justo cuando su lengua empieza a jugar con la mía, haciendo que mi estómago cosquillé, el timbre de la puerta suena, haciendo que nos separemos.

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¡Hola chicas! Este capítulo es muy cortito porque son las 3:24 de la madrugada y estoy que se me cierran los ojos xd, mañana en cuanto pueda (lo veo díficil porque tengo muchas cosas que hacer, así que seguramente suba capítulo por la noche, sobre las 11)

Espero que sigáis votando y comentando, poco a poco se acerca lo bueno, sdhjasdzjshc, ¡que ganas! PD: Al final, el tatuaje de la mariposa si lo incluyo hahaha

Naughty (h.s) Where stories live. Discover now