Carolyn cierra el maletero y nos montamos en el coche, se ajusta el asiento y enciende el motor del coche.
-¿A qué hotel vamos?.- me pongo mis gafas de sol y me acomodo en el asiento.
-Best Western.
-¿Quieres contarme que pasó con Philippe?
-¿Con quién?
-El del club, se llama Philippe, es primo de Gaël.- así que es primo de su futuro marido...que bien que vaya a estar en la boda, si me lo cruzo la próxima vez le suelto un guantazo.
-Ah, yo...yo estaba hablando por teléfono y se acercó y empezó a manosearme.- me echo hacia delante en el asiento, me giro y la mira.- Me quitó el teléfono y a la persona con la que estaba hablando empezó a decirle que me iba a...a follar.
-Ya tendré unas palabritas con ese, tiene problemas con el alcohol desde que su mujer lo echó de casa, no hay quien le quite la bebida de la mano.
-Por favor, dime que no se sienta al lado mío en el banquete.- pongo las manos en forma de súplica.
-Tranquila, me encargaré de que esté bien lejos de ti.
-Vamos a recepción.- Carolyn me agarra la mano y me arrastra hasta la recepción, donde presentamos nuestros datos e inmediatamente nos acompañan hasta nuestra habitación y nos entregan las llaves.
El botones nos entrega nuestras maletas y entramos a la habitación, igual de bonita que todo el hotel, me acerco a la ventana y observo las vistas, desde ella se ve una bonita plaza donde la gente pasea y los niños juegan en la fuente.
Dejo mí maleta en un armario de madera oscuro que hay junto a la entrada y me acuesto en la cama, primeras calidades, parezco estar en una nube y me relajo por completo.
Noto como alguien me menea en la cama y abro los ojos poco a poco para ver a Carolyn encima mía.
-Te has quedado sobada.
-¿Qué?- digo con voz adormilada.- ¿Cuánto tiempo?.- me siento en la cama y me despejo el pelo de la cara.
-Unas 2 horas, anda levanta, tienes visita.- se levanta de la cama agarrándome del brazo.
-¿Como, qué?
-Levanta, venga, está en la puerta. Arréglate un poco esos pelos, pareces una loca.- se ríe y yo la fulmino con la mirada.
Voy al baño rápidamente y me cepillo el pelo, el maquillaje sigue estando todo en su sitio.
Camino hasta la puerta y la abro con inquietud.
Me quedo de piedra cuando veo a la persona que está detrás de la puerta, mi corazón palpita enloquecido y me cuesta respirar.
Ahí está él, parado delante de la puerta, con los brazos cruzados en el pecho y una sonrisa en la cara. Su atuendo junto al mío me hace parecer una pueblerina, una camisa negra con los dos primeros botones abiertos, los músculos de sus brazos se marcan en la camisa al estar cruzado de brazos, unos pantalones ajustados negros y sus botas del mismo color.
Me llevo unos momentos procesar todo el momento hasta que toda mi atención se posa en su rostro. Dios mio, parezco estar delante de un Dios.
No puedo seguir mirándole si sigue con esa sonrisa en la cara, miro hacia atrás para mirar su Carolyn está cerca y vuelvo a mirarle.
-Harry...
-Hola Christina.- cambia el peso de un píe a otro balanceándose.
-¿Cómo, cómo que estás aquí?
