Todo tuyo nene

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La niña Muedrieder lo hizo mejor de lo que esperaba. En mi mente se mostró la ubicación de las marcas de invocación y el origen remoto de su invocación.

Presentía fuera Esbania la responsable y no me equivoque. Esa mujer es demasiado peligrosa. Sin embargo parece que su poder esta incompleto. Si no me falla la vista parece estar debilitada. Solo unos ojos expertos como los mios podrían ver su nivel mágico dañado.

--Tenemos que destruir el sello de invocación! Si no lo hacemos los dragones nos mataran a nosotros!

--Estan locos! Si hacen eso entonces la ciudad estará en riesgo!

La princesa tiene razón. Entiendo si algunos de los soldados entran en pánico ante esta situación. Nadie mejor que ellos comprende el poder destructivo de esas criaturas aladas. Sin embargo que los dragones vuelen al rededor del hada malvada es señal de su temor a estar acorralada.

--Todos dirijan sus ataques a Esbania!

--Que los escudos y lineas de defensa continúen repeliendo a los enemigos en el suelo. Reúnan a los jinetes y dirijan sus mejores ataques al objetivo principal!

El capitán muestra su apoyo a mi sugerencia, aunque creo que el pensaba lo mismo desde el principio. Confió en que la niña hada podrá utilizar los sellos de su predecesora. A lo lejos veo a un dragón cerca de su ultima posición. Solo espero de esos niños que estén bien.

--Fryd, Frord, continúen con la búsqueda de los refugiados. Deben de estar en alguno de los refugios subterráneos del edificio de magos.

--Si archimago Kargos!

Solo resiste niña hada! Pronto podré cargar otro rayo gigante para ayudarte.

Solo resiste niña hada! Pronto podré cargar otro rayo gigante para ayudarte

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El dragón escupió fuego hacia mi. Me cubrí con mi luz y al dispersarse me di cuenta de portar otro escudo. Un escudo de llamas! Deritri estaba Apoyándome desde abajo.

Mi misión era interferir con el sello del cuello del dragón. El problema era acercarse a el. Los dragones son ágiles y feroces, también son muy inteligentes. La única ventaja que tengo contra un monstruo volador de su calibre, irónicamente, es mi habilidad de vuelo.

El dragón ya había gastado su tiro de fuego. Solo era cuestión de minutos para lanzar el próximo. En ese periodo de tiempo me atacaría frenéticamente con sus mordiscos. Los cuales tuve que evitar a toda costa. El escudo de fuego ya no me sería tan útil si me alcanzaba.

Cuando abrió sus mandíbulas al máximo presione hacia abajo contra de el. Su hocico se cerro repentinamente dejándolo aturdido. Volé a toda velocidad hasta su cuello e interferi el sello. Imbuí mi esencia y la modificación en la interferencia fue para afectar a un ser vivo. Esbania uso algo similar cuando interfirió a Gox por medio de su ceniza. Pero el efecto de aplicarlo directamente en el objetivo trajo resultados que jamas me imagine.

La Dama Blanca es un varónWhere stories live. Discover now