-Capítulo 2-

35 7 4
                                    

Mi super móvil me levanta exactamente a las 5:00 a.m hora justa ya que me tengo que preparar para ir a clases, odio ir a ese infierno, siempre soy el centro de atención por mis notas y por esa misma razón soy el centro de burla... En clases no me relaciono con nadie porque solo voy al centro a estudiar no a hacer amigos, varias veces me han dicho de unirme a algún grupo pero sé que me distraeré de los estudios y no quiero.

Las clases transcurren con normalidad y me han dado la nota de Inglés, he sacado un 9,99 de 10 y estoy un poco cabreada conmigo misma, como siempre vienen a mi mesa a preguntarme mi nota y a comparar el examen... En fin.... Otro día más.

Salgo del centro y me llega un mensaje de mi madre, mi abuelo ha recaído en su enfermedad y tienen que darle quimioterapia, creo que no aguantará mucho más y sinceramente prefiero que descanse en paz, ha luchado mucho y se merece descansar, hace unos meses me saqué el carnet y ya me he acostumbrado a utilizar el coche.

Me dirijo directamente al hospital donde se encuentran mi madre, mis tías y mis primas, mi madre está llorando y eso me parte el alma.

- Mamá, tranquila, se recuperará, todo saldrá bien, él es muy fuerte.- En el fondo sabía que no iba a ser así, mi abuelo ya está mayor y casi no le quedan fuerzas, se recupera de una cosa y aparece otra, diréis que soy fría pero la verdad es que no, no me gusta expresar mi tristeza o ira pero cuando llego a casa y me encierro en mi cuarto y lloro hasta que no me quedan lágrimas.

- Sara, sé que me intentas animar pero yo sé lo que hay, ya está mayor y aunque no quiero que se vaya tiene que descansar, hoy me quedaré con el en el hospital, vete a casa y descansa.- Y así, con un nudo en el pecho salí sin despedirme de nadie, estaba destrozada y quería hundirme en un sueño profundo.

Cundo entro al coche no aguanto más y me derrumbo pensando en todo lo que me está pasando.

Cuando llego a mi casa subo y entro a la habitación de mi hermana me acuesto en lo que antes era su cama e inhalo el aroma que todavía desprenden las sábanas, recuerdo todo lo que hemos pasado las dos juntas y no aguanto a llorar otra vez. Han pasado 3 horas desde que estoy tirada en la cama de Clara y no me apetece estar mal, decido desconectar y llamar a Zaida, ella siempre está dispuesta a ir de fiesta y es lo que necesito ahora mismo.

Llamando a  - Zaiditta :p - 

- ¿Sara, qué pasa?

- Necesito salir de fiesta ¿Te apuntas?-

- Claro, a las  23 pm paso a tu casa y nos vamos-

-Gracias, sabia que ibas a querer-

- Oye Sara... Esto no es por tu hermana, ¿no?

- No, no, es que me apetece desconectarme de los estudios, nada más- Mentira, solamente quería desconectar de mis problemas.

- Bueno, vale... Paso a por ti entonces. 

- Okay, voy a arreglarme CHAUU.

Finaliza la llamada y voy corriendo a darme una ducha, cuando salgo decido ponerme unos pantalones negros ceñidos y una camiseta negra bastante pegada al cuerpo, unas zapatillas deportivas negras y una chupa de cuero negra, me gusta el negro demasiado y para la noche queda bien. Termino de maquillarme y ponerme perfume, últimamente utilizo la colonia de playboy femenina, me encanta el olor y se queda bastante tiempo en la ropa.

Oigo el timbre de la puerta de mi casa y salgo, hace frío pero no me importa lo más mínimo, recibo un abrazo reconfortante y la abrazo con fuerza, cuando vamos al coche Zaida dice que necesita entrar a su casa porque se le ha olvidado algo, yo asiento.

- Parker, ¿Te importa entrar a mi casa un momento? Es que necesito que me ayudes a buscar una cosa que se me ha olvidado. - 

- Zaida eres una  gran despistada, vamos a buscar rápido, quiero beber y divertirme -

- Nos lo vamos a pasar muy muy bien Parker -

Entramos en la casa y veo a Adrián saliendo de la cocina con su pijama, me resulta gracioso y se me escapa una risa traviesa, él se gira y nos quedamos mirándonos durante un rato.

- Sara, te agradecería que me ayudaras a encontrar condones.- A ella no le importa que su hermano esté delante.

- Cla-ro, ya voy - Con la cara como un tomate voy a la planta de arriba para ayudar a buscar los condones.

Después de un rato me dice que entre en la habitación de Adrián a preguntarle, un poco dudosa me dirijo a su habitación, poco después de tocar la puerta siento una mano posarse en mi hombro. Me giro y me encuentro a señor del que estoy enamorada en toalla y el pelo mojado, no aguanto a mirarlo a los ojos y le pregunto.

- Dice tu hermana si tienes condones. - A lo que él contesta.

- Pasa.- Dice abriendo la puerta y empujándome un poco hacia adentro.

- Dile a mi hermana que me lo pida directamente y que no mande a sus amigas- Saca tres condones talla XL  y me los entrega.

- Gra-cias, se-e lo diré...- Esta situación me ha puesto demasiado nerviosa.

Cuando salgo me encuentro con Zaida riéndose de mi cara, resulta que estoy súper roja y se me notaba mucho.

- Tía que ha pasado ahí dentro.- Dice entre risas.

Evito contestarle y le entrego lo que estaba buscando.

- Bueno vayámonos.- Digo aún sintiendo como me arde la cara.

Entramos al coche y miro a mi amiga.

- Creo que no se ha ido de mí.- refiriéndome a los sentimientos que sentía hacia su hermano.

- Lo sé, por eso te he hecho entrar a su habitación.- Me dice con una amplia sonrisa.

- Serás zorra...- Digo y no puedo aguantar la risa, ella me hace olvidar lo que pasa en mi vida y me gusta.

Llegamos a la fiesta y sentimos la música bastante alta, por fin voy a desconectar, mañana es Sábado y no me tengo que preocupar de ir a clases.

Entramos y mi amiga se va de mi vista, al rato aparece con dos copas de no se que, me la bebo de un trago, me acerco a ella y le digo.

- Voy a bailar en la pista.- Poco después de estar moviendo mis caderas siento una presencia detrás mío, me giro y veo a un chico que no está nada mal, me acerco a su oído y le susurro.

- Me apetece divertirme, sé mi juguete.- Con eso siento que suelta un gruñido, él asiente, estaba esperando a la persona indicada pero la verdad, estaba bastante borracha, la copa que me habían dado me había subido muy rápido. Él me lleva a los baños de chicos y recuerdo que tengo un condón en el pantalón negro.

- Espero que sea tu talla.- Digo y me río, él suelta un gruñido y se acerca a mi oído.

- La mía es una talla más.- Con esas palabras me estremezco y el chico me estampa contra la pared del baño.

- Quieto.- Digo un poco extrañada por su acto reciente. No recibo respuesta

- Que te estés quieto.- Le pego un puñetazo y salgo corriendo. Parece que las clases de boxeo sí me han servido para algo.

Salgo y me encuentro a mi amiga enrollándose con un chico, yo estoy llorando por lo que acaba de pasar.

-Zaida, vámonos por favor.- Le digo a mi amiga mientras se separa del chico, cuando me ve se acerca corriendo y me abraza, siento su preocupación.

-  ¿Qué mierdas ha pasado?- Me mira más preocupada.

- Un chico, nada más.- Ella asiente y vamos de camino hacia el coche que se encontraba a pocos metros del local.

- Oye Sara, quédate a mi casa a dormir.- Yo niego con la cabeza, ahora mismo necesito estar sola y pensar en lo que casi pasa. Llegamos a casa y nos despedimos, veo que llama a la puerta y entra, yo hago lo mismo.

Estoy en mi habitación y me entra el miedo, no he hablado con mi familia y no se del estado de mi abuelo. Le mando un mensaje a Zaida.

----------

Yo: Oye, Zaida puedo ir a tu casa a dormir, me siento sola en mi casa. 

Zaida: Claro.

-----------

Voy a casa de mi vecina dispuesta a desahogarme con ella, llamo a la puerta e inmediatamente me encuentro con un Adrián un tanto dormido y con el pelo despeinado.

Ojalá tenerte.Where stories live. Discover now