Ojalá tenerte.

- Capitulo 5 -

Me despierto a mitad de la noche bastante sudada y llorando, no se lo que he soñado pero no me ha gustado nada, decido bajar a beber agua.

- ¿Dónde vas tan tarde?- Pregunta mi madre.

- A beber agua.- Respondo.

- Bueno yo me voy a dormir ya, vamos cariño.- Dice ella, a los segundos aparece un chico por suerte no era el de la otra noche.

- Hola niña.- Me dice en forma cariñosa el chico que parecía tener unos años más que yo, siento mis mejillas arder y voy a beber agua. Ya he terminado de beber agua y de comer una napolitana de chocolate, estoy por subir pero aparece el mismo chico en boxers y con el pelo despeinado.

- Hola.- Me dice lo más tranquilo, lo analizo y se me queda cara de tonta.

- Se que estoy bueno pero deja de mirarme niña.- Simplemente miro al suelo y asiento.

- Me llamo Daniel.- Grita un poco.

- Yo Sara.- Contesto con el mismo tono.

Subo y voy al baño, me doy cuenta de mi pijama, una camiseta larga con lencería negra, esta se puede ver, me muero de vergüenza y me voy otra vez a mi cama, son las 3:00 de la noche y sinceramente no quiero ir a clases.

 Suena mi alarma y quiero dormir más, me levanto y son otra vez las 5 am , con mucha fuerza de voluntad consigo ducharme y arreglarme para ir a clases.

- Buenos días.-  le digo a mi madre que estaba bastante entretenida en la encimera de la cocina con Daniel.

- Buenos días.- Me dice él, ella no dice nada y sigue con ese chico.

- Mamá, agradecería que dejaras de hacer eso delante mía, gracias.- Hace caso omiso y me acerco a ellos, cojo al chico del cuello y lo tiro a la terraza, se que estaba en ropa interior pero me daba igual.

- Parece mentira que tú, mi madre sea tan inmadura, sí, se que hemos perdido a tres personas en muy poco tiempo, pero no te da derecho a hacer estás gilipolleces y a pasar de mi, al final conseguirás perderme, y te quedarás sola.- Dije bastante enfadada con ella, simplemente se baja de la encimera, abre al chico y suben a la habitación.

Bueno, este día parece que promete. Estoy estudiando magisterio, me gusta mucho enseñar a los críos y me lo paso bien con ellos, entro a mi primera clase y todos me dan el pésame, se que lo he dicho pero odio que todos me miren con pena.

Pasa el día y vuelvo a mi fabulosa casa, me llega un mensaje de ir a casa de Zaida y acepto.

- Zaida, abre bitch.- Le dije desde el telefonillo.

- Ya voy, bitch.- Me responde con tono burlón.-  Abren la puerta pero es Paula, momento incómodo.

- Está en su cuarto.- Me dice la muy perra. Yo no contesto y me dirijo al cuarto de mi amiga.

- ¿Qué cojones hace Paula aquí?- Pregunto, ella me mira incómoda y me responde.

- Es la novia de mi hermano desde hace mucho tiempo, me he enterado hace unas horas.- Me dice.

- Esa es la más cerda de mi carrera.- Ella bufa.

- Es la del velatorio, lo se, se lo he dicho pero para él no es eso.- Dice totalmente triste. - Te quería a ti de cuñada.- Yo también quería ser tu cuñada, pensé.

- No pasa nada, de todas formas no se fijaría en mí.- Dije un poco alto a mi parecer, veo pasar a Adrián. Mierda mierda y más mierda pensé, parecía que no me había oído así que tampoco me calenté la cabeza.

- Tía, sí se fijó en ti pero se ve que ya ha pasado.- Yo alucinando la miré y me puse a saltar y a bailar. - Verbo en pasado.- Me dice Zaida.

- Gracias.- Le digo sacando la lengua, ella se ríe. - Bueno, ¿Qué ta vas, de toda esta mierda?.-