Capitulo 32: El último beso

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* NARRA TERESA * 

Cuando me desperté había un pequeño charco de sangre que había salido de mi cabeza y me levanté. Miré el móvil para ver la hora, pero no se encendía, genial. Entonces escuché una voz que cantaba algo. Decía algo como:

“Ella es, la que alegra y endulza mi cara, la que aguanta mis malos humores y encima de todo se calla... Ella es, a la vez tan jovencita y tan loca, para mí siempre será la primera, a pesar de conocer a muchas otras...”

- ¿Celos de Andy y Lucas? - dije recordándome de la canción.

De pronto esa voz se calló, había alguien, pero... ¿Dónde? Así que canté el mismo trozo de canción que había escuchado hace segundos.

- ¿Teresa? - preguntó la voz.

- ¿Jesús? - dije confundida pero aliviada.

- ¿Dónde estás?

- En la pared que buscaba  ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estás?

- Fui a buscarte. Imaginé que estabas aquí, eres muy tozuda... Tenías razón, hay una gran sala. Estamos pared con pared.

- ¿Cómo es? La sala, digo.

- Es rosa, tiene un iacuzzi grande. Sillones y sofás. Una mesa grande. Una tele plana muy grande, con la Play Station 3 pero sin juegos, sin en cambio, va perfectamente todo porque hay luz y agua. Hay muchos cuadros en las pocas partes de pared dónde no hay pasadizos.

- ¿Cómo has entrado?

- En la pared, si te fijas, hay tres piedras azules.

- Es verdad.

- Pues empújalas a la vez - lo hice y la pared se deslizó a un lado.

En frente mío estaba Jesús, mojado y sin camiseta. Fui a abrazarlo.

- La puerta se cierra - dijo rápidamente a medio camino mío y me paré. Miré hacia atrás y ya estaba cerrada.

- No importa. Ya habrá alguna forma de salir - dije y fue corriendo hacia mí y me abrazó.

Le abracé, tenía ganas de ver a alguien. Se apartó a milímetros de mí y me besó dulce y apasionadamente. Claramente, aun que me resultó bastante difícil (por voluntad) porque lo seguía queriendo, me aparté. Me giré sin mirarle a los ojos y caminé un paso, me había sujetado la mano y me obligó a girarme, de modo que, cuando me giré, lo tenía a centímetros de mí y me miró a los ojos.

- Te amo. Cuando te borraste el club de fans, lo pasé fatal y actuaba como si nada hubiera pasado, pero mi hermano se dio cuenta y intentó animarme y no paraba hasta que casi lo consigue, pero llegaste tú y me acordaste muchísimo a ella... Normal, eras tú. No soporto que estés con mi hermano. Él no te quiere cómo yo.

- Yo también lo pasé mal, muy mal ¿sabes? No te puedes llegar a imaginar cuanto. Y una persona que te quiere, no te llama estúpida ni se besa con una fan. Créeme, Dani me quiere mucho más de lo que me quieres tú - estaba a punto de llorar, al igual que él, pero tenía que ser fuerte.

- Por eso está aquí, buscándote ¿no?

Me enfadó muchísimo, le di una ostia y fui recorriendo pared por pared para buscar una salida.

- Lo... lo siento... yo no... - intentó decir Jesús sorprendido.

- Déjame en paz. No quiero saber nada de ti - ya no tenía fanas de llorar, tenia rabia.

UN SUEÑO HECHO REALIDAD (GEMELIERS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora