Mi historia de amor no es como las de las princesas, tan ideal, viviendo con un príncipe en un castillo,ni mucho menos ,es muy diferente. Él no es un principe ni yo soy una princesa, somos diferentes, pero para ser feliz y tener una historia de amor perfecta no hace falta ser perfectos ni nada de eso, porque en este mundo nadie es perfecto, igual que él y yo, somos completamente diferentes pero a pesar de todas nuestras diferencias nos queremos y eso es lo importante. Con que nos queramos ya basta y eso para mi es suficiente.
A nosotros no nos hace falta hablar, nosotros con una mirada nos decimos lo que queremos saber. Porque una mirada vale más que mil palabras.
Y pensará la gente que cómo nos podemos querer así, sin hablarnos ni nada, pero es que algunas veces no hace falta hablar para explicar cómo uno se siente en ese momento, porque no siempre hay que hablar para explicar cómo uno se siente,porque algunas veces cuando alguien está triste, no hace falta preguntarle si está triste, nada más con mirarlo ya sabes como está esa persona, porque eso se nota en la cara y la mirada que tiene esa persona en ese momento; pues eso es lo que nos pasa a nosotros: Nosotros nos queremos con miradas y para mi eso es suficiente.
YOU ARE READING
El chico de mi calle
Teen Fiction"A él le gustaba verla cuando estaba distraída, a ella le gustaba sentir su mirada y fingir que no se daba cuenta..." Un libro sobre todo lo que vivimos los adolescentes, mientras recorremos un camino lleno de sorpresas, alegrías, desengaños... que...