Miedo

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—¿Otra vez a Jeju? Creí que tus reuniones ahí ya habían terminado.

—No es mi culpa HimChan—. Vio que el mencionado bajaba la mirada, lo disimulaba bien al comer unas tostadas. —No saldrás con nadie ¿verdad? Tal vez cuando regrese vayamos a comer con mis padres.

¿Acaso JongUp pensaba que tener una cena con esas frívolas personas era un premio o algún tipo de recompensa por su "buen comportamiento"?

HimChan suspiró y sin decir más, se levantó y salió hacia su trabajo.

Las cortas vacaciones de primavera terminaron y las clases se habían reanudado.

Al ser un día lunes, este se hizo largo y pesado. Los pequeños no dejaban de hablar de las cosas maravillosas que habían hecho, era lindo poder ver sonrisas angelicales e inocentes.

Iba a saltarse el almuerzo pues hambre era lo que menos tenía pero no contaba que DaeHyun llegaba a la sala de maestros con dos cajas de almuerzo.

—¿Cocinaste para mi, Damchu? —. Preguntaba el mayor con entusiasmo cuando veía alimentos deliciosos puestos con armonía.

—Sí hyung. Espero le guste, yo no soy bueno en la cocina... —El chico de Busán rascaba su nuca al reconocer que era mejor comiendo que haciendo la comida.

El maestro de historia dejó a un lado su inapetencia y compartió un agradable almuerzo con su amigo.

Hablaron de tantas cosas que el tiempo se hacía corto. Así que luego de una hora tenían que volver a las responsabilidades. HimChan amaba su trabajo, y ahora aun más pues su mente se entretenía en todo, menos en pensar en JongUp.

—Hyung, queda pendiente lo del baile.

—Ya te dije pequeño, que no sé bailar. Yo tan solo podría ir a cuidarte de las ajhumas que quieran llevarte—. Ambos rieron como siempre.

—Oiga no, tiene que prometerme que irá a bailar conmigo—. DaeHyun quería que su mayor se divirtiera pues a veces cuando el mayor no se daba cuenta, se le quedaba viendo desde la venta o de la puerta; pero lucía una mirada triste, sus ojos parecían perdidos y su mente divagar; no podía ver tanto esa sonrisa que le gustaba. Él se encargaría de devolverle la sonrisa.

—Bueno. Te lo prometo.

Luego de la alegría de DaeHyun al escucharlo cada uno fue por su camino.

HimChan no quería llegar al departamento y estar solo pues aunque las cosas no marchaban bien; amaba y  extrañaba a JongUp cada noche que no dormía a su lado.

Ya en la cama y sin poder conciliar el sueño. Un mensaje llegó a su móvil; creyó que era DaeHyun pues el chico y sus mensajes nocturnos eran infaltables.

[SMS de: JongUppie ♥]: Soy un idiota, pero no quiero perderte.

HimChan suspiró pesadamente. Siempre, siempre le decía aquello. Siempre le recordaba que lo amaba y que no quería perderlo pero ante sus acciones, esas palabras perdían valor.

[SMS para: JongUppie♥]: Si has dejado de quererme, solo dímelo. Yo me apartaré, solo quiero que seas sincero conmigo.

[SMS de: JongUppie♥]: Debo admitir que muchas cosas han cambiado, pero aun te amo.

Cada vez más las palabras del CEO perdían valor, eran vacías y sin sentimiento. Al menos era eso lo que pensaba HimChan.

[SMS de: JongUppie♥]: Quien parece haber dejado de amarme eres tú...

[SMS para: JongUppie♥]: Sabes que daría mi vida por ti, pero siempre me haces sentir que no valgo nada para ti...

Los mensajes cesaron, y a HimChan no le quedó de otra que abrazar la almohada que tenia impregnada el aroma del chico de ojos pequeños.

Luego de tres días que HimChan calificó de aburridos por fin regresó JongUp.

Ninguno mostraba emoción alguna, pues el orgullo de HImChan le frenaba a correr a su lado y abrazarlo. En tanto JongUp y su culpabilidad hacían lo mismo.

Poco hablaron y el mayor creyó que era mejor que empezar tontas peleas de nuevo.

—Mi madre hará una cena por su cumpleaños. ¿Quieres ir?

—No.

—Extraño los tiempos en los que eras cariñoso. Aunque me hartaba tu melosidad, extraño eso de ti.

—Extraño los tiempos en los que me tratabas como a una persona y no como a un estorbo.

—Ese tu amigo ¿trabaja contigo? —. JongUp acomodaba la pila de almohadas con las que iba a dormir.

—Sí. Es maestro de música—. HimChan mientras tanto, guardaba sus gafas de lectura, ya quería dormir.

—¿Y has pensado en cambiar de trabajo? Un amigo de mi padre es dueño de una escuela y...

—Buenas noches JongUp—. HimChan enfureció pero él no era de reacciones fuertes así que tan solo se envolvió en las mantas y dándose la vuelta trató de dormir.

—¿Por qué reaccionas así? Yo solo quiero lo mejor para ti, esa escuela es poca cosa para el novio de un CEO—. JongUp se acercó a abrazarlo por encima de las mantas.

—Me gusta mi trabajo y será mi decisión el día que decida cambiarlo.

—Igual vas a tener que dejarlo cuando viajemos tú yo. Tendrás el honor de acompañarme a otras reuniones mi adorado HimChan—. El menor se acercó más para buscar el cuello ajeno y poder así depositar besos, en tanto su mano se escabulló por debajo de las mantas y tocar a un reacio HimChan.

—Déjame JongUp. No quiero seguir escuchando tus tonterías—. HimChan trató de alejarse pero ahora con ambos brazos, el CEO lo acercaba a su cuerpo mientras sus labios  querían besar su nuca.

—Sé que quieres HimChan, no te resistas. Vamos amor, dame un poco de cariño...

HimChan se resistía, ninguna intención tenía de unirse a esa sesión. Las frases inusuales del chico le habían hecho sentir incómodo.

—JongUp te digo que no, no tengo ganas—. El mencionado puso más fuerza a su agarre, no permitiría que su novio le rechace.

—Diablos HimChan, me estás poniendo duro—. JongUp atacaba su nuca y parte de su blanco cuello aun sin soltarlo, por más que HimChan hiciera esfuerzos de zafarse este no lo dejaba. JongUp al ser más hábil que el mayor llevó a su mano a la entrepierna del segundo para acariciarlo. Sabía que tanto como él, HimChan quería unir su piel con la suya. El más joven comenzó a masajear esa parte privada a la fuerza, era su pareja así que no pasaba nada.

Otro era el sentimiento de HimChan, se sentía forzado, invadido. Él no quería tener relaciones con el chico, nunca en esa situación. 

Nunca había sentido tanto miedo de su novio.

—¡BASTA! —. No supo de dónde sacó fuerzas pero logró liberarse del más joven.

—Perdón HimChan, en verdad lo siento...—. JongUp trató de remediar las cosas.

HimChan aterrorizado salió de ahí, dormiría en la habitación de los visitantes.

¿Qué había pasado con su Uppie?

La imagen del chico dulce que conocía y que amaba se desvanecía; eso dolía, eso le desconcertaba.


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Die For You (B.A.P)Where stories live. Discover now