10. Ahora somos tres (ThorKi)

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— Amor despierta— el aliento del rubio rozaba la piel de su cuello.

— Mmmmm...— comenzando a despertar— Thor...— se frotó los ojos para terminar de despertar— ¿dónde está Tyffy?

— Está con la mujer herida que se encuentra en el ala médica— le respondió.

El tiempo límite para la misión había terminado, mañana atacarían la base de Hydra, mañana Steve sería libre. Con eso en mente los dioses se habían quedado esas dos semanas en la torre, obviamente evitando encontrarse con los demás mortales.

Se había vuelto un hábito para el capitán repartir su tiempo entre sus protectores y Wanda, en las mañanas las pasaba con ellos, y en la tarde (y parte de la noche) con la pelirroja. Así les daba privacidad para que sigan demostrandose amor.

No había vuelto a dormir en el almacén, usando magia, Loki, había creado una dimensión dentro de la habitación del rubio donde esté descansaba luego de sus pláticas con la castaña.

— Tyffy se a encariñado con ella— comentó el pelinegro.

— Es bueno que en esta época tenga alguien aparte de nosotros en quien confiar— Thor le colocó una bandeja con su desayuno— come.

— Debo suponer que Tyffy cocinó, ¿verdad?— inquirió comenzando a comer.

— Supones bien— dijo emocionado— ya le di la buena noticia, espero que no te moleste— puso una sonrisa de bobo.

— ¿Qué noticia?— preguntó confuso mientras terminaba la comida. Sintiendo ganas de reír por la sonrisa de Thor, el rubio estaba actuando raro, comenzando por que se había despertado antes que Loki.

A Thor le gustaba consentir al pelinegro pero el traerle el desayuno a la cama no entraba en sus detalles, nadie, ni siquiera Loki, se metía con el sagrado sueño del hijo de Odín.

— Amor— lo miro con ternura— ¿no lo sientes?— preguntó tomando su mano.

— No siento ¿qué?— y el contacto de la mano ajena le dio la respuesta, apenas su toque lo alcanzó sintió una pequeña presencia en su interior, pero no por tal motivo débil, sino todo lo contrario, era poderosa, cálida; el milagro de la vida se abría pasó en sus entrañas— Thor...— murmuró suave.

— Loki, amor...— lo abrazo con delicadeza— me has hecho el hombre más feliz de los nueve reinos.

Ambos rieron con gozo, se besaron suave, lento, marcando ese momento en sus memorias; tendrían un hijo.

Un hijo!! El sueño de toda pareja que se ama, le darían a Odín el heredero que tanto les había pedido. Todo gracias a Steve, por dejarles su habitación y ser comprensible.

Sí, esas dos semanas se las pasaron haciendo el amor de todas las formas posibles.

Loki acarició su plano vientre, la pequeña presencia apenas si tenía unas pocas horas de ser concebida, y ya se mostraba fuerte, obvia herencia de su padres.

Sentían una felicidad indescriptible, tanta que parecía un pecado. Esto alteraba algunos planes pero ¿qué importaba? Tendrían un hijo!!

La puerta fue abierta, el otro rubio ingreso con gran una sonrisa tatuada en su rostro.

— Felicidades— les dijo, se abrazaron entre los tres y rieron.

— Steve— Thor llamó su atención— Loki no podrá ayudarte mañana.

— Lo sé, no te preocupes nosotros podremos con todos— chocaron los puños.

*Rubios...* Pensó el pelinegro.

A Pesar Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora