➸ 16

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Entramos al salón, y la profesora ya estaba sentada en su pupitre, al lado de ella, estaba Stacy con una hoja en manos, seguramente era su trabajo. Fuimos hacia la profesora, a mi no me importó que ella estuviera ocupada, y más con aquella imbécil. Al acercarnos, leí disimuladamente el título de su hoja, y da la casualidad, que el título era el mismo que el poema de Hope. Arranqué esa hoja de sus manos y comencé a leerlo.

— Thomas, ¿Qué haces? No debes sacar las cosas de las manos de esa forma.— ni siquiera le presté atención.

— Este poema, es de Hope. — miré a Stacy y a la profesora.

— Es imposible, ví como lo sacaba ella de su cuaderno.

— ¿Ah sí? Da la casualidad que a Hope le destruyeron todo lo que tenga que ver con esta materia, su casillero está destrozado, y cuando llegamos, está imbécil tiene el proyecto de ella. — señalé a Hope.

— Thomas, respeta a tu compañera. — se cruzó de brazos.

— Ella no se lo merece, si lo quiere, que también lo de. — doblé la hoja y la guardé en el bolsillo trasero de mi pantalón.

— No tienes pruebas de que lo dices. — es verdad...

Bajé la mirada, me negaba rotundamente a devolverle el trabajo de Hope. La profesora miraba la escena confundida, no sabía que creer, su cara era obvia. Pero como si de una historia de cuento de hadas se tratara, entra al aula; Tord. No recordaba que venga con nosotros.

— Ella fue, la ví.

— Estas mintiendo, ¿Cómo vas a probarlo? ¿Eh? — se veía la seguridad en su actitud.

— ¿Cómo explicas estas fotos? — sacó su celular, mostrando dos fotos donde Stacy estaba abriendo el casillero, y en la otra, dónde estaba rompiendo las pertenencias de Hope.

Empezó a temblar y a tensarse, la profesora miraba atentamente aquellas fotos, y en su cara, se demostraba la decepción. Giró hacia Stacy, la regaño y la castigó por destrozar y robar pertenencias de los demás, a lo que fué llevada a la dirección con Tord para qué mostrase las fotos.

Estaba feliz y orgulloso, obtuvo su respectivo merecido, saqué la hoja de mi bolsillo y se lo entregué a Hope. Tomó aquella hoja temerosa, no entendía que le pasaba, al menos debería de estar feliz o emocionada por recuperar su trabajo.

— ¿Pasa algo Hope? ¡Alégrate! Recuperamos el trabajo que tanto te costó. — la tomé de ambos hombros y le sonreí para mostrarle seguridad.

— Claro, estoy muy alegre, solo que... — su cabeza seguía agachada.

— ¿Qué pasa?

— Ella volverá a molestarme, y probablemente me amenazé nuevamente.

— Yo le dije que no debe ni mirarte, ¿Por qué te molestaría?

— Me pidió que le hiciera el poema, y como tú me dijiste, me negué, pero estuvo a punto de golpearme.

— ¿Cuándo se vieron?

— Ayer fué a buscarme a mi casa, sabe los horarios de mis padres, ella sabía que estaba sola en casa. — pequeñas lágrimas se deslizaron sobre sus mejillas.

¿Qué clase de psicópata era? Me daba asco, miré a Tope y no aguanté, la abrazé, sequé sus lágrimas y le dije que ya no sufrirá este tipo de acoso, ya qué, yo estaba para ella.

Y así fue, durante el resto de la semana, Stacy nos evitó en todos los sentidos, y Hope ya no vino a quejarse de que la molestan. Ya que parece que puede defenderse sola, ya tuvieron algunos encuentros pero Hope la ha dejado en su lugar, y ella dice que es gracias a mi, le dí más seguridad.

𝚊𝚍𝚘𝚕𝚎𝚜𝚌𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 ᝢ 𝚝𝚑𝚘𝚖𝚊𝚜 𝚛𝚒𝚍𝚐𝚎𝚠𝚎𝚕𝚕Where stories live. Discover now