Libertad

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No todo se mantendría tranquilo estando un omega en territorio extraño, Katsuki Bakugo era un espécimen fuerte, pero no lo suficiente como para protegerse de tres alfa en pleno extasis.

Fue principalmente su error, quería pasar un tiempo a solas, sin ese tipo con cara de muerto vigilandolo en cada momento y analizando todos sus movimientos, en un segundo de descuido el de grandes ojeras había perdido al rubio en aquella mansión.

Por otro lado, este se encontraba divagando por todo el terreno, analizando posibles salidas y formas de escapar, sentía incomodidad al ser seguido por las miradas de los alfa que trabajaban para Aizawa, pero se dijo mentalmente que no eran tan estúpidos como para atacar a un omega perteneciente a su líder, grave equivocación, al llegar a un punto cerrado de la mansión decidió regresar con el otro omega, tres especímenes lo estaban siguiendo desde hace un rato, y en su tontedad no se dio una pizca de idea, sabía que tendría que luchar si quería salir, sabía las intenciones de aquellos alfa, no se dignaria a gritar, el gran Katsuki no se iba a mostrar débil.

Katsuki Bakugo

Mierda, si que tengo mala suerte, en fin, Shinsou me ha enseñado un poco de defensa personal, pero no es suficiente para pelear contra tres alfa, mi mejor opción es correr, soy rápido, el problema es sobrepasarlos para llegar al jardín principal y así perderlos.

Corrí con todas mis fuerzas y trate de esquivarlos, fue una estupidez, uno de ellos alcanzó a tomarme de mi cintura, me estrelló contra el suelo riendo victorioso, acaso este era mi destino? Ser violado una y otra vez hasta mi muerte?

- Vaya, así que aquí estas, Katsuki - mire hacia arriba, alguien estaba parado en el tejado de la estructura, quién era ese loco?

- Cómo has entrado? - los alas dejaron de ponerme atención y se enfocaron en el contrario, aproveche para huir, es humillante pero necesario.

Llegué al jardín, los había perdido, me escondí entre los arbustos para pensar con claridad, era obvio que los alfas no me dejarían pasar, y no loco le pediría ayuda al demacrado de Aizawa, mucho menos a Shinsou.

- Hola - me espante al escuchar esa voz detrás de mi, por impulso golpee a la persona, cayó al césped sobandose la cara, cómo me había encontrado?

- Sigues siendo el mismo loco Katsuki - me llamó de nuevo por mi nombre - Me duele que no me reconozcas.

- Quién demonios eres? - cuestione exaltado, el contrario solo bufo y se retiró con delicadeza la máscara - Sero?

- Hola Katsuki - sonrió.

- Qué carajos haces aquí? - estaba más que confundido - No me digas que Mina también es hija de un mafioso.

- Katsuki, no digas tonterías - se puso de nuevo la máscara y recargo en un árbol - Me han enviado por ti, te llevaré de regreso a casa.

- No entiendo, por qué tu? - me acerqué a él.

- Bueno, las feromonas de Todoroki son muy fuertes así que si el venia lo encontrarían enseguida, en cambio las mías son muy... -

- No me refiero a eso - lo interrumpí - Acaso trabajas para Shoto?

- No - inclinó la cabeza - Trabajo para Enji, no creerás que Mina y yo nos acercamos a ti por tu maravillosa personalidad, desde el principio fuimos enviados por Enji para protegerte, aunque no lo hicimos muy bien.

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