Martes, el hurto

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levantarse con dolor de cabeza aunque sea leve es de una sensación mas que irritable. Una primer reparación efectiva es una ducha caliente y respirar con calma.
Senti intensamente como entre las tineblas de mi mente, algunos pensamientos intentaban tomar el poder, conspirativamente, mientras la rutina operativa inundaba los minutos, hacia que todo pareciera tan automatico que dolía a revolución.

Mis extremidades aún necesitaban estirarse, y ocurre que con el paso del tiempo, los dias de descanso son de insomnio, y los laborales adormecidos, este día no es una excepción, aún no puedo ejercitar y fortalecer de energía a todo mi cuerpo, entonces el esfuerzo mental es mayor al habitual.

Abrir la puerta de la oficina. revisar los espacios, acomodo mis elementos, prendo el computador, vuelvo a prenderlo porque no puedo acceder a todos las herramientas, no es la única vez. Uso todo mi poder en concentrarme y listar las tareas del dia, las clasifico, pienso en el tiempo estimado que me va a llevar en resolver cada una de ellas.

Acciono en el detalle cada paso a realizar, pienso en las personas que están relacionadas con el detalle de la lista.
Miro por delante del vidrio de la ventana como el personal trabaja, y luego de ver que están ahi, en sus mundos y sus detalles, los pierdo de mi vista, vienen otros diseños. Abro mas de una aplocación en la pantalla, cada una de ellas fue elegida minuciosamente para que me ayude y que sea muy amena a mi visión, todo luego de registrarse permanece en sincronía, por donde vaya accedo a mis notas, mis graficos, mis análisis. A veces comparto y delego las tareas menores, y tambien puedo ver su resolución. No hay preguntas, son acciones silenciosas que se notifican y mueven en un espacio vacío voluntades, a distancia, de manera furtiva.

EjerciciosWhere stories live. Discover now