Capítulo 6: NI UN VOTO DE CONFIANZA

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-¿Dónde está ese bastardo?- Sin que no lo esperáramos, apareció Elisabeth.

-¿Y tú quién eres?-  

-Ella es, Elisabeth Moore, asesina del credo... Va a por Johnson- Dije.

-Bienvenida a nuestra humilde posada- Dijo William.

-Encantado de conócela- Sam, le extendió su brazo hasta agarrar la mano de Elisabeth y besarla.

-Oh! Vale, señor...-

-Sam Adams-

-Señor Adams, no hace falta que muestre sus gratitudes así- Dijo Elisabeth con todo respeto, pero a ella no le gusta que la traten como a una dama. Sam me miro sin entender...

-Ella no es de esas mujeres- Dije susurrando.

-Ah! Ya entiendo- Me imito al hablar –Y bien... Después de esta grata sorpresa, por parte de la señorita Elisabeth, prosigamos con nuestro plan- 

-Connor, vuelve a los muelles y encárgate de la destrucción del té. Si nos necesitas, regresa aquí- Dijo Sam.

-¿Y a mí, me toca otra parte especial?- Dije vacilando.

-No, tú no vienes- Connor me dijo firme y le mire.

-¡¿Por qué?!-

-Debes descansar, si haces cualquier locura, tu herida se volverá abrir-

-Esa será mi preocupación, no la tuya... Ya hace mucho tiempo que no tengo autoridad sobre mí, ahora no vendrás tú a decirme lo que he de hacer- Me puse igual de firme ¿Qué se cree? Nadie me puede controlar, nuca me dejo dominar.

-Chica ruda- Dijo Sam colocando su mano en mi hombro –En ese caso, acompaña a Connor, le servirás de ayuda-

-Gracias, pero eso ya lo daba por hecho- Sonreí de lado y Sam también.

Al salir de la taberna, Connor parecía un poco molesto conmigo, asique aligero el paso y se chocó contra un hombre que portaba una caja.

-Perdóneme- Fue la única palabra de Connor y siguió andando. Yo me quede parada mirando la escena, con los brazos cruzados.

-Ahg... Pero bueno hombre- Connor se giró y volvió para él, en el momento que callo la caja al suelo y soltó la mercancía, pude observar que contenía bolsitas de té. Entonces al acercarse, Connor también las vio y él hombre salió corriendo. Connor me miro, sonreí de lado y negué con la cabeza...  

Marcamos el rumbo otra vez, después de lo sucedido, pero contra íbamos bajando la calle, escuchaba unos gritos de mujer.

-¡Socorro, ayuda!- En el momento que pasamos por al lado, mire por el rabillo y observe que los Colonos estaban violando a una mujer... Asco de hombres y más si son Colonos. Me desvíe del camino y Connor al darse cuenta paro.

-¿Qué haces?-

-Ayudar a los nuestros- Dije seria mientras me acercaba al primer Colono y desenfundaba mis hojas ocultas. 

Se la clave y me disperse lo más rápido que pude al siguiente más cercano, también le empale con la hoja, hasta que los dos que quedaban se dieron cuenta.

-Mirar chicos, es fácil, dejáis ha esta mujer en paz y os largáis por donde habéis venido, así ninguno tendremos problemas que solucionar- Desenvaine una hoja y la admire para que les diera más respeto –Más que nada lo digo por vosotros, yo no seré la que acabe desangrada en mitad de la calle y enterrada por ratas callejeras- Los soldados tiraron las armas y salieron por patas.

-Muchísimas gracias- La muchacha se acercó a mí y callo rendida en mis brazos, la aguante y le incorpore.

-¿Estas bien?-

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