Hoy comienza mi primer plan.
Mi compañero de habitación, Joel Pimentel, ¡es un dios griego! Sus ojos, sus labios, ¡sus pestañas! ¿han visto sus pestañas? Eso no es normal. También sus rulitos, su forma de vestir, su acento... Esperen, me fui de tema.
Mi primer plan, consiste en abrazarlo.
Les parecerá algo simple, pero no lo es. No soy de demostrar afecto, de Joel me enamoré simplemente viéndolo de afuera, escuchando cuando canta en la ducha, cuando habla dormido, cuando habla con sus amigos... Es una persona única.
Sentí la puerta de la habitación abrirse.
-Er, te compré un café -dijo Joel dándome el vaso. Aprovechando la ocasión, lo dejé sobre la mesa de noche y lo abracé -¿Qué pasó?
-Nunca te he agradecido por lo considerado que eres conmigo.
-Eres mi compañero de habitación, debo serlo.
-Pero no todos lo harían, tú eres diferente Joe.
-Ehm, gracias, supongo.
Sonreí y me senté en mi cama a beber el café, mientras veo a Joel disimuladamente, que busca su laptop en un mueble.
-Debo responderle los correos electrónicos a mi abuelita, Er.
-Yo no pregunté nada -dije desorientado.
-Digo, porque me está mirando extraño y quizás querías saber lo que iba a hacer.
-Eres inteligente.
Joel sonrió en respuesta y Erick ya hacía una fiesta en su cabeza, dónde estaban todas las minipersonitas de su conciencia saltando y bailando con muchos globos rojos y azules, y también estab...
-¡ERICK!
-GLOBOS ROJOS.
-¿Qué?
-¿Qué pasó?
-Te preguntaba si sabes donde está mi cargador.
-Lo guardé en tu mesa de noche.
Dejé el café y me encerré en el baño, me mojé el rostro y suspiré.
Nota mental: No estar en Ericklandia cuando Joel está presente.
