6/10 Silvestre

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Flashback

Habían estado tres días en la clínica. Jazmín se había recuperado muy rápido del parto y ya estaba lista para volver a casa. La habitación estaba llena de flores y regalos por todos lados y las visitas habían sido numerosas.
Las flamantes mamás estaban orgullosas de su pequeño. No había un solo momento que dejaran de observarlo.
El personal de la clínica había sido maravilloso con ellas.
Quienes estaban igual de emocionadas eran sus hijas.
Al llegar a su casa con Silvestre en brazos, fueron recibidas por ellas dos con globos y un enorme cartel de bienvenida.

Viole: saltando de alegría - ¡Al fin están en casa!-
Meli: algo más tímida - ¿Puedo darle un beso?-

Flor, quien cargaba al niño en brazos, no respondió. En lugar de eso, se sentó en el sillón del living y le hizo señas a la pequeña para que se acercara. Ella se acercó despacio y se sentó al lado de su mamá quien, con sumo cuidado, colocó al bebé en su regazo.
Jazmín miraba toda la escena enamorada. Junto con su hija mayor acomodaron rápidamente todo lo que traían de la clínica y se sentaron junto a ellas.
Las primeras horas pasaron rápidamente y llegó la hora de descansar.
Flor acompañó a sus hijas a su cuarto y les deseó las buenas noches mientras Jazmín ya estaba acostada alimentando a su bebé. Cuando ya estaba satisfecho y dormido, lo apoyó suavemente en la cuna que estaba a su lado.
Flor volvió rápidamente con un vaso de agua para su mujer. Desde el momento en que Silvestre llegó al mundo, no paraba de tener atenciones con Jazmín y se la notaba cansada.
Ahora que el pequeño dormía y ya con las luces apagadas, se dispusieron ellas a dormir también.
Habían pasado pocos minutos cuando Jazmín estiró sus brazos para abrazar a Flor pero no la encontró. Abrió sus ojos algo confundida y la vio parada junto a la cuna.

Jazmín: - Mi amor, es muy tarde. Tenemos que aprovechar para dormir.-
Flor: - Shhh. Hablá más bajito que lo vas a despertar.-
Jazmín: - ¿Por qué no venís a la cama conmigo?-
Flor: - Es su primer noche. Por ahí se siente solo o tiene frío.-
Jazmín: - Flor.-
Flor: - Ya se. Soy una exagerada. Pero no puedo dejar de mirarlo. Es increíble. ¿Viste que chiquito que es?-
Jazmín: - Si, ya lo sé. No te iba a retar. Te iba a decir si querías dormir de mi lado así estás más cerca.-

No lo dudó. Jazmín se corrió para el lado de ella, dejando que Flor se recostara. Cuando se terminó de acomodar mirando para el lado de la cuna, Jazmín la abrazó por detrás y besó su mejilla.

Flor: - Soy muy feliz ¿Sabés?-
Jazmín: con los ojos cerrados - Yo también. Muy.-
Flor: - Nunca me imaginé esto. Y ahora no me imagino una vida sin ustedes.-
Jazmín: - Sos tan hermosa.-

Se formó un silencio que duró apenas unos minutos.

Flor: - Jaz ¿Dormís?-
Jazmín: - Mmmm.-
Flor: - ¿Vos pensás que Silvestre me va a ver como... como una mamá?-
Jazmín: algo dormida se incorporó en la cama - ¿Y esa pregunta? Vos sos su mamá.-
Flor: - Ya lo sé. Pero digo, como vos lo tuviste, vos le das de comer...-
Jazmín: interrumpiéndola - Vos vas a hacer todo por él también. Vos ya hacés todo por nosotros. Que yo lo haya tenido en mi panza no quiere decir que no seas su mamá y él nos ama a las dos por igual.-

Flor se quedó conforme con su respuesta. Pero aún así siguió con esa sensación. De a poco fueron vencidas por el sueño.
Dos horas más tarde, un pequeño sonido las despertó. No podían creer la energía de ese bebé. En pocos segundos esas pequeñas quejas se transformaron en un sonoro llanto.
Flor tomó a su hijo en brazos para que Jazmín lo alimentara. Mientras tanto, ella los observaba. Una vez que terminó de tomar del pecho de Jazmín, seguía algo molesto.
Entre las dos cambiaron su pañal y lo vistieron rápidamente, pero el pequeño seguía quejándose. Jazmín, algo abatida, caminó con él en brazos de un lado al otro, sin éxito. Flor había ido a buscar más agua a la cocina y al volver, Jazmín le extendió los brazos y le entregó al bebé.

Flor: - ¿Segura? ¿No querrá estar con vos?.-
Jazmín: suspirando cansada - No lo sé. Ya intenté todo pero sigue llorando.-

Flor no le respondió. Tomó al pequeño entre sus brazos y empezó a caminar cantándole una suave canción de cuna.
Silvestre se movía hasta acomodarse entre los brazos de su mamá y poco a poco fue entrando en un sueño tranquilo.
Jazmín, que estaba sentada en la cama algo derrotada, descubrió que en pocos segundos ya no lloraba.

Jazmín: - ¿Cómo hiciste?-
Flor: -¿Cómo hice qué?-
Jazmín: - Dormirlo. Le canté esa canción e hice los mismos movimientos y no paró de llorar.-
Flor: sonriendo - Creo que necesitaba a su mamá.-

Fin del Flashback

Jazmín se acomodaba en el sillón del jardín mientras veía a Flor volver del interior de su casa.

Flor: - Ya los llevé a su cuarto. Hacía frío en el living.-
Jazmín: haciéndole lugar para que se sentara junto a ella nuevamente - Debería haberlos acostado yo. Vos no tenés que hacer esfuerzos.-
Flor: acurrucándose nuevamente en los brazos de su mujer - No fue ningún esfuerzo.-
Jazmín: mirándola con desconfianza - ¿Silvestre no te pidió ir a upa?-
Flor: sonriendo - Bueno. Solo unos metros hasta la escalera. Es muy chiquito.-
Jazmín: - Tiene cinco y pesa igual que vos.-
Flor: riendo - ¡Qué exagerada sos! Además a él le gusta que lo lleve así a dormir.-
Jazmín: - Lo malacostumbraste desde el primer día.-
Flor: - Puede ser. Soy su mamá. No me puedo negar.-
Jazmín: - Hablando de ser su mamá... me estoy acordando de algo más...-

Sos todo lo lindo de este mundo  - FlozminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora