Sos todo lo lindo de este mundo - Flozmin

Un capítulo especial

Eran apenas dos minutos pasadas las doce de la noche.
Flor se desperezaba en su gran cama, invadida por el frío.
Se había dormido hace poco producto del gran cansancio durante el día que apenas se había percatado de la hora.
Buscó rápidamente el contacto de quién sabía que necesitaría de su abrigo. Pero fue sin éxito.
Abrió un poco los ojos y notó que su cama estaba vacía.
No había ninguna luz cerca, por lo que tuvo que pestañear varias veces para acostumbrarse a la oscuridad.
La luz del baño estaba apagada así que allí no estaba.
Flor juntó fuerzas y salió de su refugio para buscarla. Sabía que estaba en la casa pero algo la hacía querer ir en su búsqueda.
Los dormitorios de sus hijos estaban cerrados así que descartó buscarla allí para no despertarlos.
Cerró bien su bata de noche para bajar los fríos escalones de su casa. Todo estaba a oscuras.
Pero no todo era silencio. Desde la cocina se escuchaban murmullos.
Flor la llamó tres veces por su nombre pero no respondió.
Había algo raro. Si Jazmín no estaba allí y nadie respondía, entonces alguien extraño había.
Flor solía ser muy valiente, pero la situación le estaba sembrando el miedo.
Un miedo que duró muy poco. Podía ser peligroso pero al ser consciente que arriba estaban sus hijos y su mujer en alguna parte de la casa, quizás corriendo peligro, la envalentonó y la hizo cruzar el living rápidamente en busca del origen de aquellos murmullos.
Antes de entrar a la cocina, donde se escuchaban más fuertes, buscó una especie de arma en el living.
Lo más parecido que encontró fue el ukelele de una de sus hijas. Lo levantó en el aire, cerró fuerte los ojos, suspiró y esperó a que sea el momento oportuno para golpear a aquel sujeto que estaba invadiendo su hogar.
De repente una risa que reconoció al instante la hizo abrir los ojos.
Frente a ella estaba Jazmín, con una sonrisa brillante y achinada, estirando los brazos para que bajara el instrumento.

Jazmín: - ¿Qué estás haciendo Flor?-
Flor: - Pensé... como no respondías... pensé que era alguien más. ¿Vos que hacías a oscuras en la cocina? ¿Con quién hablabas?-

Jazmín no respondió. En lugar de eso se dio vuelta para mostrarle a su acompañante.
Una pequeña con un pijama rosado lleno de dibujos de unicornios, pantuflas del doble de tamaño para sus pies y una cabellera castaña de rulos despeinada le sonreía muy feliz con una pequeña torta con tres velitas encendidas.

Margarita: - ¡Feliz cumpleaños mami!.-

Flor no respondió. Miró perpleja esa escena. La niña tenía chocolate en su rostro, en su pelo, en sus manos. La torta era un hermoso desastre. No tenía forma definida y era una mezcla de galletitas, confites, dulce de leche, chocolate de repostería y en letras de colores rezaba "mami" de forma poco legible.
Fue muy poco lo que pudo contenerse hasta entregarle el plato a Jazmín y levantar en el aire a su pequeña y llenarla de besos.

Margarita: - Mami ¡Me aplastás!.-
Flor: - Es que no me resisto. Sos de chocolate. Te quiero comer a besos.-

La niña reía a carcajadas hasta que su madre la bajó y fue al baño a limpiarse un poco el desastre que había hecho.
Flor miraba nuevamente la torta y se mordía el labio inferior mientras sonreía. Hasta que sintió que alguien rodeaba su cintura con sus brazos y la acercaba a ella.
Jazmín la sacó de sus pensamientos besándola con amor y pasión a la vez.
El beso se iba haciendo cada vez más intenso y Jazmín fue quien lo cortó.

Jazmín: - Mi amor, la nena. Está por venir...-
Flor: rozando aún sus labios - No me des esos besos entonces.-
Jazmín: sonriéndole - feliz cumple amor mío.-

Un gritito las hizo cortar el beso que estaban por empezar.

Margarita: - ¡las velitas! Mami, no las soples sin mí.-
Flor: - No, mi amor. Te estábamos esperando.-
Margarita: - ¿Puedo pedir un deseo?-

Flor estaba por responder hasta que, en medio de la oscuridad en la que aún seguían, apareció un pequeño despeinado con un pijama de superhéroes.

Silvestre: mirándolas serio - ¿Por qué festejan sin mí?-
Jazmín: - Hermoso. Tu hermana me despertó para decirme que había hecho una torta. Yo simplemente bajé a ayudarla para subirla a la cama de tu mamá, pero nos ganó de mano bajando a vernos. Te íbamos a despertar antes.-
Silvestre: señalando extrañado- Esa torta es...-
Flor: - ¡Perfecta! Nunca habíamos visto una tan linda ¿No?-
Jazmín: entendiendo la complicidad - Nunca. Mirá que hice un montón. Nunca me quedó así de hermosa.-
Flor: susurrándole al oído para que sólo Jazmín la escuche - Yo conozco una más hermosa. La más hermosa.-

Jazmín sonrió y se puso toda colorada.
Unos segundos más tarde, alguien más bajaba por las escaleras.
Eran sus hijas mayores.

Meli: - ¿Qué hacen todos despiertos? Es re tarde.-
Viole: - ¿Me quedo q dormir un día y así me tratan? ¿No me convidan torta?-
Jazmín: señalando a los tres últimos en llegar - ¿ustedes no se están olvidando algo muy importante?-

Tardaron un poco en darse cuenta, pero al hacerlo saltaron al cuello de Flor, llenándola de besos y deseándole un feliz cumpleaños.
Unos minutos más tarde, estaban todos sentados en el sillón intentando probar esa torta que era un exceso de azúcar. Jazmín había preparado una pero decidió dejarla en la heladera para el día siguiente cuando hicieran el festejo con el resto de la familia. Ese momento con esa torta hecha por su hija con toda la ilusión era perfecto.
Margarita amaba cuando alguien cumplía años y lo agasajaba todo el día. Cuando cumplió años Jazmín, le hizo un dibujo cada media hora, llenando la casa de papeles con su arte.
Cuando cumplió su hermano, le llevó a la cama un desayuno preparado por ella sola. A sus hermanas las volvía locas también.
Ahora así, todos amontonados en el sillón, riendo a carcajadas eran el mejor retrato.
Jazmín se alejó un poco para verlos y sacarles una foto con el celular.
Poco a poco, el sueño fue venciéndolos y subieron al piso superior. Silvestre iba casi con los ojos cerrados. Las dos mayores dormirían juntas. Jazmín cargaba en sus brazos a la más pequeña y la acostó en su cama.
Luego se encontró con su esposa en su cama.

Flor: - ¿Todos dormidos?-
Jazmín: suspirando - Todos.-
Flor: - Qué linda sorpresa mi amor. Muchas gracias.-
Jazmín: - Bueno. Digamos que no era la sorpresa que yo quería darte. Esa fue nuestra hija.-
Flor: - ¿Y cuál es la sorpresa que tenías pensada vos?-

Jazmín sonrió pero sus ojos brillaban ardientes. Se acercó rápidamente a su mujer logrando que dijera unas pocas palabras antes de devorarle la boca de un beso.

Flor: - Apa. Se viene con todo.-

Jazmín había besado cada centímetro de su piel como si no lo conociera. Se dedicó a ella exclusivamente y la llevó a explotar con el mayor nivel de placer, logrando que su pulso tardara en recuperarse. De ninguna manera esperaba que Flor se lo retribuyera. Ese momento había sido solo para ella

Flor: recuperando el aliento - Quiero cumplir años todos los días.-
Jazmín: subiendo y acostándose a su lado - ¿Alguna queja de mi performance de todos los días?-
Flor: - Ninguna. Sos perfecta.-
Jazmín: - Menos mal.-

Flor volvió a besarla y se acurrucaron bien pegadas. Mientras le acariciaba el pelo, Jazmín recordó algo.

Jazmín: - ¡Mi amor! Los deseos.-
Flor: sobresaltada tocándose el pecho - Gorda, me asustaste.-
Jazmín: - Ay, perdón, pero me acordé que no los pediste.-
Flor: - ¿Quién te dijo que no los pedí?-
Jazmín: - Las velas se apagaron y no te vi soplarlas.-
Flor: - No los pedí ahora. Los pedí hace mucho tiempo. Ni recuerdo si fue en una torta de cumpleaños o en un brindis de navidad. Pero los pedí. Pedí mis deseos y se me cumplieron. Todos. No tengo más deseos que pedir.-

Jazmín secó la lágrima que escapada de Flor y la suya propia.

Jazmín: - Entonces mañana pidamos uno juntas. Que nuestros sueños sigan siendo nuestra mejor realidad.-

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Este capítulo es especial. Y lo es porque es un regalo de cumpleaños para alguien especial henddyw
Y porque fue un pedido de GiBrizuela para sorprenderla en este, su día.
Ella escribe muy muy lindo, seguro todos conocen su Fic, así que los invito a que le dejen sus saludos.
Te deseo el mejor cumpleaños y, como le pasó a Flor, espero que tus deseos se cumplan.

¡Besos a todos!