Quatre - Tu

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Unos días más y sería el baile de graduación, te veía tan feliz ensayando, Julian no lo hacía del todo mal sin embargo tu eras quien mas entusiasmada estaba, sonreías en todo el baile, ni un solo error, simplemente perfecta.

Romina quien era mi pareja de baile intentaba hacer lo mejor pero no lo lograba ni un poco, relativamente ella era quien no quería ir al baile, odiaba bailar y me lo confesaba cada que ensayabamos pero no le hacía caso.

Creo que tanto fue su odio al baile que se rompió el brazo un par de días antes para no asistir, me era increíble lo que alguien podía llegar a hacer con tal de no hacer algo. ¿me explico?

Llegué ese día con mamá y le dije que muy probablemente no iría a la graduación pues no iba a tener pareja, mamá se decepcionó un poco pero comprendió que no era culpa mía.

Al siguiente día en los ensayos, estaba a nada de decirle al profesor que no asistiría y entonces me dijo que Julian era quien no iba a asistir así que yo iba a bailar contigo, no sabes lo que sentí en ese momento.

Iba a bailar con la chica que llevo meses intentando hablar y esta era mi oportunidad.

Cuando toqué tus manos para el ensayo, me dijiste "gracias" pues también estabas buscando pareja de baile y sólo sonreí, bailabas hermoso tenía que decir.

Después de clase mi hermano llevo a casa una comida asiática muy extraña de la cual me dijo que tenía que probar sí o sí, así que lo hice.

Malditaseas comida asiática.

Toda la madrugada corría del baño a mi cama y de mi cama al baño, era desesperante. Mamá me dijo que no podría ir al baile y que prefería eso a que ocurriera algo más grabé a mitad de canción así que tuve que resignarme y aceptar.

Le pedí a Billy quien era el único que sospechaba de ti y de mi, relativamente, que comprara una rosa y te dijera que te pedía una disculpa por no ir pero me sentía mal, que si tu querías te lo compensaría de alguna forma y también te explicaría todo, el me dijo que sí.

Por la tarde después de el evento me dijo que me maldeciste, que me odiabas y que no querías saber nada más de mi.

Así que mis esperanzas se volvieron cero y me resigne.

Te odio por no haberme dado ni una sola oportunidad.

Tú. | Zabdiel de Jesús. Where stories live. Discover now