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Mark Lee conoció a Wong Yukhei en el momento que ambos arribaron como aspirantes a una de las tantas Universidades en la capital de Corea del Sur, el inglés fue su herramienta de comunicación entonces. Siempre estuvieron juntos como si se tratase de un par de gomas de mascar y no bastó mucho tiempo para que su relación se tornara más estrecha.

A pesar de que Mark era canadiense y Yukhei chino-tailandés tenían muchas cosas en común: adoración a los videojuegos y la comida, su odio-amor por la escuela y, gracias a la buena suerte, les tocaba ser compañeros de habitación en los dormitorios correspondientes al colegio. Se apreciaban mucho, su mutua confianza prevalecía y en base a ello destacó el apoyo otorgado el uno al otro cuando todos los demás estudiantes les miraban curiosos y ellos resultaban demasiado tímidos para socializar pues lo único que sabían decir en coreano era "gracias, hola, perdón" , y curiosamente, "te amo".

Los días transcurrieron tan rápido como un parpadeo y a través del tiempo adoptaron la fortuna de entablar amistad con Lee Taeyong, un guapo estudiante -que cursaba dos semestres más en la misma carrera que Mark-, inteligente, amigable y bondadoso que, aun si no hablaba un inglés perfecto, les ofreció su compañía para aliviar el estrés de poseer la etiqueta de los chicos nuevos. Conforme los meses pasaban se les sumaron más personas, volviendolo un grupo completo de gente con diversas habilidades y sueños por cumplir.

El primero en invadir territorio fue Chittaphon -o Ten, como algunos le llamaban- un tailandés de baja estatura con personalidad traviesa, después Sicheng, un chino de actitud misteriosa, divertida y adorable que rechazaba el contacto físico exagerado, el tercero fue Johnny, un estadounidense de casi dos metros cuya peculiaridad residía en ser el alma de cualquier fiesta, le siguió Yuta, un japonés risueño de originales ideas y por último llegaron Jaehyun, Doyoung y Taeil en un mismo lapso de días, los tres de nacionalidad coreana con evidentes diferencias de comportamiento, el primer mencionado siendo más tranquilo que el segundo respecto a los trabajos escolares, mientras que el último se mantenía al márgen de sus debates continuos. Todos ellos de corazón noble.

La atención adquirida trajo como consecuencia la broma interna de que Taeyong parecía el padre de cada uno, al grado que ellos mismos se acostumbraron a tales comentarios y, en varias ocasiones lo utilizaron entre sí para molestar, claramente sin intenciones de ofender a nadie.

Su amistad era genuina, muy sólida y hasta envidiable, debido a ello Mark y Yukhei no podían evitar sentir cierta nostalgia cada vez que echaban un vistazo al pasado, es decir, ¿cómo era posible que dos jóvenes repletos de timidez terminaran relacionándose con gente así de genial?, apreciaban muchísimo a sus amigos pues con su ayuda perdieron la inseguridad que solía consumirles a causa de haber pisado un país con el que no estaban familiarizados, pero ese era un tema aparte.

El grupo se formó en seis meses exactos desde que habían llegado al instituto y, en ese mismo periodo de tiempo, todavía no poseían suficiente fluidez en el idioma coreano cuando tuvieron que entrar a sus respectivas clases, recibiendo el golpe de una realidad que yacía inminente: sus vocaciones eran distintas.
Mark perseguía el sueño de ser un exitoso compositor, mientras Yukhei anhelaba transformarse en un honorable profesor de física.

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Lee Donghyuck amó la vida cuando sus padres finalmente le apoyaron en la decisión que había tomado de transferirse a la preciosa Universidad que, por razones personales, dejó justo antes de hacer el examen. Claro que adoraba Jeju, después de todo era la tierra que lo vio crecer, no obstante, su espíritu aventurero le suplicaba por una vida más independiente; también amaba a sus padres, sin embargo reconocía que debía tomar distancia pues no lograban entender que aquél gorrión tenía una ansiedad tremenda por volar pero ellos lo único que hacían con su actitud sobreprotectora era enjaularlo y eso no le gustaba, así que en cuanto sus padres lo abrazaron cual gesto de aceptación, sacó la maleta que tenía escondida con todas las cosas que necesitaba llevar a la capital y compró un boleto de avión que saliera lo más pronto posible. Al momento de partir le otorgó varias muestras afectivas a sus familiares y después corrió, desapareciendo su silueta entre las personas que tenían el mismo destino.

Llegó con una sonrisa enorme en el rostro, llamó de improvisto a sus mejores amigos, los mismos que tras un esfuerzo admirable habían conseguido quedarse en sus respectivos cursos, y en menos de treinta minutos ya habían pasado por él. Jeno, Renjun y Jaemin no se molestaron en ocultar la felicidad originada del reencuentro con Donghyuck, aquél espontáneo joven que se ganó el aprecio de cada uno durante la preparatoria y les dejó con un vacío innegable meses atrás, cuando tuvo que irse.

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El papeleo para su transferencia fue menos estresante de lo que imaginó y en una semana ya se hallaba de vuelta a la vida de estudiante en Seúl, cursando segundo semestre en biología. Entonces, de ese modo, durante el tránsito hacia su primera clase del ciclo, se ganó de forma inconsciente la admiración inmediata del canadiense que se proclamó hechizado y bendecido al momento de cruzar miradas con él.

Al momento del almuerzo, por estar tan absorto en la conversación de sus amigos no se percató de que, realizando algo tan normal como existir, robó el aliento de cierto chico alto sentado a unas cuantas bancas de diferencia, dejándole cuestionando sus creencias, porque aunque el desastre ubicado a varios metros de él no era religioso, estaba seguro de haber descubierto la primer evidencia jamás registrada en la historia de la humanidad de que los ángeles eran reales y vivían plácidamente mezclados con los humanos.

Wong Yukhei y Mark Lee eran mejores amigos y tenían muchas cosas en común, entre ellas: su crush instantáneo por Lee Donghyuck.

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Espero les haya gustado, si hay algún "error de dedo" me disculpo, es demasiado tarde y me dejé llevar por la inspiración así que no estoy segura de que esté 100% bien escrito JAJAJAJA.

Update 2021: tuve que mejorar muchísimas cosas porque en ese entonces le quité validez a la coherencia y escribí lo primero que llegó a mi mente. Las edades siguen estando modificadas para que todos encajen en un mismo colegio, eso se quedó.

También quise rellenar huecos argumentales en búsqueda de un resultado más oportuno, así que en beneficio de ello lo mejor que podía hacer era comenzar a especificar carreras y cambiar el modo en el que Yukhei y Mark quedaron flechados, porque lo de antes no tenía ningún sentido.

Mi agradecimiento por su paciencia sigue en pie, así que una vez más deseo que ojalá lo disfruten. ¡!

HIMWhere stories live. Discover now