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—Mark —llama el chico de nariz respingada y cabellera negra.

—Ujúm —murmura con la boca llena de arroz y hace creer al tailandés tomando asiento a su lado que dicha porción de comida ya es más que papilla de tanto que la ha masticado.

—¿Cuánto tiempo llevas aquí?

Traga la porción, bebe un sorbo de agua y responde: —Media hora... creo.

—¿Qué?

Frunce el entrecejo, claro que está sorprendido, Chittaphon carga el título de tortuga y por ende le resulta extraño el hecho de que el canadiense, a pesar de llevarle varios minutos de ventaja, no es capaz de acabar con su comida mientras que él se prepara para la segunda ronda. Le echa un vistazo al plato de su amigo y puede apostar lo que sea a que el arroz junto al pollo frito seguramente se encuentran más fríos de lo que parece. Continúa detallandole con extrañeza y algo se adueña de su curiosidad: la vista de Mark permanece fija en un punto específico.

Hace uso de sus palillos para tomar un poco de fideos y luego observa en la misma dirección, sonriendo cómplice al terminar dicha tarea.

—¿Quieres pedirle una cita? —le proporciona un codazo inofensivo, lo suficientemente fuerte para sacar al menor de sus pensamientos —Yo te ayudo.

—¿Qué?, ¿a quién? —sigue a Chittaphon haciendo uso de la mirada, sintiendo al corazón latir con fuerza cuando nota que después de levantarse emprende marcha a la mesa donde Donghyuck ríe en compañía de sus amigos. Poco a poco su rostro enrojece, sus piernas tiemblan a raíz del nerviosismo y su amigo pelinegro habla obteniendo la atención de todos los presentes ubicados en el lugar al otro extremo del comedor.

Entonces, cuando está a punto de desvanecer, cada cosa adopta la premisa de ser sacada de una película extraña: Chittaphon charla con Yerim, señala a Mark, la coreana se acerca manteniendo velocidad normal, el tailandés le ofrece un guiño a la distancia y gesticula la frase "me agradeces luego". Él, frente a una chica bonita de la misma edad que Hyuck, buena amiga pero para nada su tipo, cuestionandole con su simple expresión facial el porqué un tipo al que nunca le ha dirigido la palabra de repente se aproxima para decir que su mejor amigo –o mejor dicho, postizo hermano menor– quiere conversar con ella.

No sabe qué decir, mira los palillos en su mano y se pregunta seriamente si éstos son útiles para cavar hasta terminar, como mínimo, unos trescientos metros bajo tierra. De todas formas no es opción, resignado toma aire y antes de poder hablar, la chica le roba el turno.

—Ten dijo que querías confesarme algo... —su semblante muestra una clase de preocupación con la que no está familiarizado mientras la delicada mano de su amiga se posiciona sobre su hombro izquierdo —¿Está todo bien?, creí que eras gay.

—¿Qué? —apresurado responde, sintiéndose mareado —¡No!

—¿No eres gay?, lo siento, no quise ofende--

—No, no, espera, sí.

—Mark, me confundes.

—Quiero decir —aclara la garganta y desabrocha los primeros botones de su blanquecina camisa en espera de mitigar el sofoco —Ten malinterpretó todo, pensó que te estaba viendo a ti.

Yerim regresa la vista a la mesa donde se encontraba comiendo minutos atrás y entonces sonríe al toparse con Donghyuck, cuyo lugar entra perfectamente en el escenario visual de Mark —Oh, ya entiendo —le dedica una mirada divertida, obteniendo como respuesta el nerviosismo extremo del extranjero con el que platica, quien niega desesperado como si hubiesen descubierto su secreto más profundo.

Al dejar de tartamudear en busca de algo que lo libre de tal bochorno, su amiga suelta una risa.

—¡Tan lindo! —aplaude, echándose con ligereza y elegancia hacia atrás —Siendo sincera todo esto me tranquiliza, no sabes el trabajo que me estaba costando encontrar una frase para rechazarte sin romper tu corazón.

Eventualmente se pone de pie, dispuesta a volver con sus demás amistades.

—¡Espera!, de verdad no me gusta nadie... a veces me pierdo en mis pensamientos y observo a la nada.

La coreana asiente con gracia, haciéndolo parecer como si estuviera siguiéndole el juego en lugar de creer realmente en sus palabras y después se marcha, sin decir nada más.

Mark, por su parte, se concentra en cómo la chica llega a su mesa, toma asiento a lado de Donghyuck e intercambian diálogo para que, eventualmente, procedan a cruzar contacto visual con él y, lejos de mantener la compostura, decide huir de forma disimulada hacia su habitación, dejando la comida fría sobre la mesa, arriesgándose a la obviedad de sus acciones.

•••

—Hey —Yukhei entra, dejando caer su mochila en cualquier parte de la habitación y cargando una bolsa de papel blanca en su mano izquierda.

—Heeeey —devuelve el saludo Mark, sin despegar la vista del teléfono.

—Chittaphon dijo que saliste corriendo de la cafetería, ¿pasó algo?

Bloquea la pantalla y lleva ambas manos al rostro —Ese maldito... —pone los ojos en blanco —Por su culpa Yerim pensó que me gustaba y estuve en una situación incómoda.

Wong se carcajea incrédulo a dicha explicación —¿Nada más por eso saliste corriendo?

—¿Es que no es suficiente? —indignado, sujeta la almohada a un lado de él para abrazarla —Además, no tengo idea del porqué Ten hizo eso, todos sabemos que ella está loca por ti.

—No digas tonterías —coloca la bolsa sobre el escritorio ubicado entre las camas de cada uno y se adentra al baño, lavándose la cara al encontrarse ahí.

—Oh, c'mon man, basta con el hecho de que te mira demasiado cada vez que están presentes en el mismo lugar.

—Pues cuando tengo su mirada sobre mí no siento precisamente amor, más bien sus ganas ocultas de aniquilarme.

—¿Qué motivos tendría? —estalla en risas —Por cierto, ¿qué hay en esta bolsa?

—¡No lo se man!, te juro que si tuviera rayos láser en sus ojos me habría matado desde que me conoció —sale del baño secando su cara —Dos sándwiches y un jugo, supuse que tendrías hambre.

El canadiense ubica su mano derecha sobre el pecho, justo donde se supone que está el corazón—Bro...

—Bro... —Yukhei imita la acción, secundando la dosis diaria de drama cómico que ya es costumbre entre ellos.

Finalmente comparten risas –porque así es su amistad, alegre–, Mark toma la bolsa, comenzando a comer el primer sándwich y Wong se deja caer de espaldas en su cama.

—¿En serio no sucedió nada más para escapar sin terminar de comer?

—Ajá, nada más.

Le da un sorbo a su jugo, por supuesto que no mencionaría lo de Donghyuck y la probable exposición del amor secreto que siente, eso es algo que solo le incumbe a él, solo a él.

🍒

Uno de los que no cambiaron tanto.

Que se note que ando con la motivación al cien, JAJAJAJAJA.

¡Gracias por leer!

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⏰ Última atualização: Sep 26, 2021 ⏰

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