Capitulo 9. But you are my flame.

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Narra Raoul

Llevábamos mas de una hora ensayando la canción y mas o menos la teníamos controlada. El tiempo que Mireya y yo nos pasamos ensayando no me dio tiempo ni a pensar en Agoney. Dirigí mi mirada hacia el box donde estaban Agoney y Ricky ensayando, y por suerte, o quizá fue el destino, solo estaba Agoney.

-Mireya, ahora vengo. -le dije señalándole hacia donde estaba Agoney.

-Vale, suerte. -me dijo riendo.

Medité un poco en lo que le iba a decir y finalmente abrí la puerta del box.

-Hola. -dije susurrando.

-Hola. -dijo este, sin mirarme.

-¿Que tal la canción? -le pregunté acercándome a el.

-¿Acaso te importa? -me dijo bastante seco.

-¿Porqué estas enfadado conmigo? -le dije tocándole el brazo para que me mirara.

-¿Porqué no te metes en tus asuntos mejor? ¡Ah, no, espera! Que ese era yo. Si me permites me voy a meter en MIS asuntos. -dijo recalcando "mis".

-¿Oyes eso? Es tu ego estallando con la atmósfera. -le dije vacilando.

-A mi no me vengas con metáforas. Porque cariño, todo en exceso es malo. -me dijo señalando a Mireya.

Realmente no había entendido eso ultimo, ¿acaso estaba celoso?

-¿Celoso? -le pregunte arqueando una ceja.

-¿Imbécil? -me pregunto imitándome.

Y se fue dejándome a mi solo en aquel box, en seguida vino Mireya.

-¿Y...? -me pregunto dando pequeños saltitos.

-Esta enfadado conmigo. -le dije antes de que ella pudiera continuar. 

-¿Y eso? -me preguntó cambiando totalmente su gesto de la cara.

-Esta mañana discutimos, por mi culpa. Es que a veces parezco idiota. -le dije acercándome a ella.

En ese momento vi que Agoney se dirigía hacia donde estábamos. Los celos se apoderaron de mi y simplemente me avalancé sobre Mireya y la besé. Ella me siguió el beso pero solo porque la tenia agarrada del cuello, si no se hubiera apartado. Agoney nos miró y enseguida se giro y se fue, una pequeña sonrisa apareció en mi rostro, pero en seguida se desvaneció. 

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Narra Agoney

¿Y a este que le pasa ahora? -pensé.

En realidad, ver ese beso, no me fue nada agradable que digamos, y me da rabia, porque a mi me gusta Ricky, ¿verdad? 

Me guste o no me guste, lo que tengo claro ahora mismo es que tengo hambre. Fui hacia el comedor donde estaban ya casi todos cenando. Me senté al lado de Alfred y enfrente de Raoul. Este me miro desafiante y después sonrió. No voy a negarlo, hay cierta química entre los dos.

Después de un rato cenando decidí ir a ensayar con Ricky, cuando iba a levantarme de la mesa Raoul pasó por mi lado y me susurró algo al oído.

-"But you are my flame". -dijo susurrando. 

Vale, ¿que cojones había sido eso? -pensé. 

Me puse ropa mas cómoda para ir a ensayar con Ricky, cuando llegué vi a Mireya y a Raoul juntos, muy juntos, lo que me cabreó bastante, y de alguna manera lo pagué con Ricky.

-¿Empezamos o qué? -me preguntó.

-Haz lo que te de la gana. -le dije bastante borde. 

-¿Perdón? ¿Y a ti que te pasa? -me pregunto girándose hacia mi.

-Veras Ricky, te voy a ser sincero, no se que coño me esta pasando con Raoul. -le dije con la voz un poco temblorosa. 

Sabía que no se lo iba a tomar bien, pero realmente es lo que siento y estas semanas aquí mis sentimientos hacia Raoul habían ido creciendo.

-Osea, ¿que quieres dejar lo que sea que tenemos porque piensas que te puede gustar Raoul? Muy bien, Agoney. Pues que sepas que me estaba empezando a pillar.-

Mierda. 

-Lo siento, Ricky, pero es lo que siento. -le dije intentando calmarle.

El ni siquiera me dirigió la mirada y salió del box. Obviamente, daba por finalizado aquel ensayo que realmente ni siquiera había empezado. 

Se hizo bastante tarde y decidí irme a la cama, para mi sorpresa estaban todos sentados en circulo y Ana volvía a sostener una botella en su mano.

No, otra vez no, por favor. -pensé.

-Agoney, siéntate. -me ordenó Miriam.

-¿No puedo irme a dormir? -pregunté.

-No, vamos a jugar a un juego, pero no a ese juego que todos estáis pensando. Este juego me lo he inventado yo, explico, nos sentamos en circulo y hacemos girar la botella, imaginaros que la botella para en mí, pues todos tenéis que cerrar los ojos y yo le tengo que dar un beso a la persona que mas me guste o mas me ponga, ¿vale? -explicó aquella canaria.

Todos respondimos un "si" y la verdad es que me hacía ilusión jugar. 

La primera ronda la botella paró en Miriam, todos cerramos los ojos hasta que la gallega nos dijo que ya podíamos abrirlos, después le toco a Amaia y me hizo gracia notar sus labios en mi boca. La verdad no me sorprendió porque se tira el día diciéndome que soy muy guapo. Hicimos un par de rondas más hasta que le toco a Ricky. No fue una sorpresa notar como sus labios se posaban sobre los míos, pues estaba claro, ¿no?

Seguimos jugando y todos empezábamos a tener sueño, decidimos hacer un par de rondas más e irnos a dormir. Ana hizo rodar la botella y esta paró... en Raoul. 

Cerré los ojos bastante fuerte, definitivamente no quería ver como Raoul besaba a Mireya. 

Si os soy sinceros, fue la mayor sorpresa de mi vida el notar los cálidos labios de aquel rubio catalán en mis labios. Le seguí el beso y el introdujo su lengua, gesto que yo correspondí y nuestras leguas empezaron a juguetear.

-¿Ya o que Raoul? -preguntó Cepeda- ¿A quien cojones le estas metiendo la puta lengua? -siguió diciendo. Por lo que nos separamos y yo abrí los ojos para seguidamente ver una sonrisa en el rostro de Raoul. 

-Ya está. -dijo el rubio.

-Por fin. -dijo Miriam- Un poco más y me duermo. -dijo y empezó a reir.

Ana siguió girando la botella y esta paró.

En mi.

Genial, creo que esta noche estaba siendo de las mejores de mi vida. 


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SÉ QUE ES CORTO PERO MUY CONTUNDENTE, REALMENTE NO PODÍA ESPERAR A QUE ESTO PASARA. A LO MEJOR MAÑANA HAGO OTRO. UN BESOO!

No te vayas nunca...[RAGONEY]Where stories live. Discover now