Capitulo XLII - Sorpresas para ti

14.5K 773 91
                                    

Un día nuevo, una semana nueva, una Amanda Baker nueva.

Después de que me fui de la mansión Ferrell lloré, saqué cada gota de dolor que había alojado en mi interior en esas tres semanas, ese día comprendí después de hablarle a Claudia, que Christopher era el hombre que amaba y amaría por siempre, y que yo sería lo mismo para él le gustase o no, y como resultado de ese idilio tan nuestro, estaba el fruto del amor en mi vientre.

Todavía amaba Christopher, lo amaría por siempre, pero tenía una vida que vivir y un hijo que cuidar, me dolía, no lo negaba para nada, pero un corazón roto no es motivo para echarse a morir, así que esta mañana como una mujer nueva me arreglé como tanto me gustaba hacerlo, elegí un crop top cruzado blanco, quería usarlos todos antes de que me creciera la panza y parecer a winnie pooh, lo combiné con unos jeans claros rotos y unos tacones rojos, hice ondas en mi cabello y me maquillé sencilla con un buen labial rojo.

Me sentía sexy, hermosa y feliz, como no me sentía hace mucho tiempo. 

Mi precioso bebé colaboró en la mañana ahorrando los malestares prenatales matutinos que me abrumaban día tras día, o bueno me los ahorró hasta las diez de la mañana cuando empezó la reunión que acostumbraba hacer los lunes. Las nauseas y los mareos, me atacaron terminando la reunión antes de lo previsto.

Por eso ahora me encontraba con la cabeza apoyada al escritorio y con una papelera entre las piernas por si vomitaba, trataba de tomar aire, calmarme y seguir con mi trabajo, pero no podía, me sentía sin energías y con la boca aguada, mi cuerpo ya no resistía estos trotes, aunque Melissa dijera que no, yo aún creía que estaba muy vieja para estar embarazada.

La puerta de mi oficina se abrió haciendo que sonríera, ha llegado Rachel con mi yogurt, porque me puedo estar muriendo pero estos antojos no paran -Rachel amor, me siento muy mal, creo que estoy muy vieja para esto, mi cuerpo ya no aguanta estos trotes, me voy a morir un día de estos con tanto malestar- me quejo y me quedo pasmada al escuchar la respuesta a mis palabras.

-¿Qué tienes hermosa?- levanto mi cara y si, es mi hombre sexy quien me mira preocupado, sin dudarlo más me levanto de mi silla y corro al baño, suelto todo aquello que había estado reteniendo una vez me encuentro con el retrete, siento unas manos recoger mi cabello, y calmar mis dolorosas arcadas con caricias en mi espalda.

-¡Mierda!- gruño por el sabor amargo en mi boca.

-¿Estás bien? ¿Ya terminaste?- asiento sin ganas de hablar, mi hombre sexy nos levanta del suelo y me pega a su pecho abrazándome, me dejo mimar mientras pasa mi mareo.

-Estoy bien- murmuro con los ojos cerrados, respiro profundo tratando de recuperarme, sigo así hasta que mi pulso se acelera al sentir sus cálidos labios sobre los míos, un casto y rápido beso, lo miro sorprendida y él no dice nada, solo me mira también -¿Puedes darme un segundo?- asiente y se marcha.

¿Acaba de darme un beso? Si Amanda Baker, Christopher Ferrell, el hombre que amas acaba de darte un beso, y con un beso no se resuelven las cosas, respira profundo y enfrentalo, para algo tuvo que haber venido.

Salgo del baño después de lavar mis dientes y colocarme un poquito de agua en la nuca, los nervios me están matando, así que hago lo posible por controlarlos. Miro a Christopher quien esta sentado en el sofá, él me mira y no dice nada, me cruzo de brazos mientras me apoyo contra la mesa.

-Estas hermosa, muy hermosa Amanda- susurra y muerdo mis labios para no sonreír.

-Gracias, ¿necesitas algo?- pregunto sería y lo veo jalar su cabello, hace tanto que no hacía ello, esta frustrado, muy frustrado.

DominatrizWhere stories live. Discover now