Dominatriz

Epílogo

Cinco años después...

Cuando salgo de viaje se me rompe corazón, dejo a mis tres hermosas chicas solas en casa, mi hermosa esposa Amanda, mi consentida Victoria y mi pequeña Diana, las tres son las más hermosas pelirrojas que mis ojos han visto, mis dos pequeñas están próximas a cumplir años, cinco para Victoria y cuatro para Diana, nuestras preciosas cumplen el mismo día. Aún recuerdo cuando mi esposa se enteró que venía Diana, estaba furiosa porque no estaba preparada para tener otra niña, mientras que yo quise otra apenas vi a mi linda Victoria, realmente quise tener mil más si todas se parecerían a mi mujer. Se molestó conmigo porque yo la embarace sin ella estar preparada, pero yo siempre supe que ella sería una madre perfecta, como no, cuida de todo con tal detalle y es sumamente amorosa aunque en el principio de nuestra relación quiso taparlo con un contrato, reglas y muros.

El principio, cada vez que cierro los ojos puedo sentir sus labios envolviéndome en aquel ascensor, cuando la vi allí con esa preciosa falda negra me di cuenta que esas fotos se habían quedado cortas porque en persona era mucho más sexy, cuando escuché su voz al decirme buenas tardes supe que quería escucharla para siempre, quería escucharla gemir mi nombre, pero sobre todo quería escucharla decir que me amaba, tal cual como lo hago ahora. Al verla sonreír me enamoró, sí; quede totalmente enamorado de ella al ver su hermosa sonrisa, supe que ella era la mujer que había esperado para amar, así como lo era Adrián para Cristie, así como lo eran mamá para papá y viceversa, Amanda Baker era la mujer que amaría para siempre y no me equivoqué, cinco años después la estoy amando y sé que seguiré así hasta el último latido que dé mi corazón.

Mi hermosa Amanda, mi socia, mi dominatriz, mi madame, mi esposa, la madre de mis hijas y mi único amor. Estoy tan orgulloso de ella, por todo lo que ha pasado en su vida y sigue sonriendo, sus hermosos ojos no paran de brillar. Es una madre excelente, realmente me equivoqué al pedirle estúpidamente que dejara su trabajo, tiene un equilibrio perfecto entre su empresa, las pequeñas y nuestra relación, todos hacemos parte de ella y eso la hace feliz.

En mi familia todo es alegría y eso me hace sentir dichoso, mi hermana Cristie tiene un pequeño niño de dos años, por fin le ha dado ese nieto que mi madre tanto ha pedido, es el consentido entre todas las mujeres Ferrell. Mis padres están vueltos locos con los pequeños, nuestra familia está creciendo y eso nos hace cada día más feliz. Por otro lado, visitamos a mis suegros en el cementerio, le hemos enseñado a nuestras hijas que sus abuelos maternos están en el cielo, que son unos ángeles y las niñas les agrada la idea, por mi parte me hubiese gustado conocerlos y agradecerle esa hermosa hija que tuvieron y que hoy es mi esposa. Ella, aún tiene pesadillas por la muerte de sus padres, por Dylan y todo lo que él hizo y yo solo puedo consolarla con todo el dolor de mi alma, me gustaría hacer más que tomarla en mis brazos para calmarla, pero en sus palabras eso es lo único que ella necesita para estar tranquila nuevamente.

En el trabajo a cada uno nos va increíble, mi hermana y Juliette trabajan para Amanda en su empresa, les ha enseñado el negocio y estoy seguro que hasta consejos de dominatriz les ha dado porque veo a mi cuñado y mi amigo cada día más contentos. Por mi parte, mi empresa cada día va creciendo con las inversiones por todo el país. Acabo de llegar de viaje desde Miami, estaba cuidando de mis inversiones allá pero regresé hoy de sorpresa porque por nada del mundo pasaría este día lejos de mi amor, hoy es nuestro aniversario número cinco y quiero pasarlo con mis hermosas mujeres, así que no pensaré más en recuerdos y me voy a generar nuevos con mis chicas.

Recojo mis cosas del escritorio y me despido de Caroline, está esperando un bebé pero no deja de trabajar, es tan eficiente como su primer día de trabajo hace más de diez años, me voy hasta la oficina de mi buen amigo Jonas a despedirme también de él, al tocar me abre Juliette con una sonrisa, ellos tienen dos años de casado y un bebé de cinco meses, no fue fácil todo lo que tuvieron que pasar por el matrimonio anterior de ella, pero de verdad se amaban y eso fue más fuerte que todo. Me despido de ellos y ahora si voy a casa, mientras espero el ascensor me llega un mensaje, tomo mi teléfono y cuando me dispongo a leer el contenido del mensaje las puertas se abren.