¡Obsesión! (Sterek) [CORRIGIENDO]

💕Extra Especial💕

Pov. Stiles.

—No... No... No... -digo entre risas de nervios. No lo creía esto, a mi edad peleando como si fuera un crío. —Te lo advierto Derek Hale... ¡Ni se te ocurra! -me río sin poder evitarlo.

—Vamos cariño... Solo será un chapuzón. -niego ante su loca idea. Nala no me ayuda, solo se ríe y me ruega que lo haga. Qué es muy divertido. Me niego rotundamente. Para mí no era nada divertido saltar de un trampolín a una piscina. No gracias, si era un cobarde. Pero nunca saltaría de una cosa así, menos abrazado a ese Hale frente a mí. Estaba loco. —Desde cuando eres tan cobarde, vamos yo te cuidare. -vuelve a insistir, lo miro con una ceja alzada, no gracias.

—No, no y no. Sigan jugando ustedes yo me iré a comer algo. Adiós. -alcanzo mi toalla y comienzo mi camino a la casa, pero siento mi cuerpo ser cargado y a lo siguiente me gritan no respires. ¡No! ¡Derek! -contengo la respiración por unos segundos, abro uno de mis ojos y estamos bajo el agua. Soy girado, Derek tiene ambos ojos abiertos y mi mira con una mueca feliz. Frunso el ceño y me besa, siento algo de agua entrar entre nuestras bocas.  El aire va y vuelve entre nuestras bocas. Me estaba mareando eso no era bueno, antes de que lo empuje subimos a la superficie y el beso se intensifica.

—No por favor... Dejen de hacer eso. -se queja de fondo Nala, por reflejo la veo que se tapa la cara. En ese momento pellizco al señor hago lo que quiero y me suelta.

—No se puede contigo, tonto, eso eres. -salgo de la piscina, solo se ríe y me hecha agua. Agarro otra de las toalla cercana y me voy secando. Era un tonto. Digo y me rio, pero si había sido algo divertido. Aunque no lo admitiría frente a él.

Camino hasta dentro, hoy era el día libre de todos en la finca y por eso tenía que hacer la cena ese día. Derek y Lana siempre me hacían cocinar estos días. Y eso que Manuela dejaba algo preparado por las dudas. Pero ya que no me dejaban de otra. Primero voy hasta la recámara y luego a ducharme, cuando salgo me cambio. Algo cómodo para andar en casa, por lo que escuche Nala saldría más tarde con su madre, hace unos días llamo para decir que la buscaría. Aunque ella dijera que era la mejor, a mí no me caía bien. Qué madre deja a su hija en una finca en la punta del mundo y se va tranquila de viaje. Eso no era para nada sensato.

—¿Y ahora en que piensas? -me sorprendo a ver a Derek ya cambiado y frente mío. Además, en que momento había llegado yo a la cocina. Realmente ya estaba perdiendo la memoria y aún no soy tan viejo.

—Nada, en una hora llegará la madre de Nala. -suelto algo hostil. No podía ocultar mi disgusto.

—Si, Nala me lo dijo, por eso se fue a duchar y arreglar todo lo que llevara, vuelve mañana en la noche. ¿Verdad? -asiento sin mirarlo. Busco los ingredientes que utilizaré y los utensilios que correspondían.

No sabía porque me ponía así, esa mujer no me daba mucho confianza pero era su madre y ella era feliz cuando la veía. Algo bueno tenía para con su hija al parecer. Comienzo a cocinar, haría algo sencillo. Derek pasa a mí lado y toma unos tomates, zanahoria y un poco de lechuga. Los deja un rato bajo el grifo, bien había leído mí mente, sonrió y le alcanzó el cuchillo. Miro el pollo frente mío, hoy tendríamos pollo frito. Tenía ganas de comer algo diferente.

—Si... -grita de emoción Nala a nuestras espaldas. —Tendremos pollo y ensalada, me encanta. -la miro con una sonrisa. Aún faltaba y aunque decía que irían a cenas quería que comiera primero por las dudas. Prepare todo con sumo cuidado y rapidez, Derek acomodaba con Nala la mesa y la ensalada, era muy lindo de ver. Parecía la familia que tanto quise un día.

—Stiles... Estás muy contento hoy. -la sonrisa de Derek me sorprende. También su comentario. Sonaba algo sarcástico pero si estaba feliz, más en estos momentos. Aunque había pasado un tiempo desde lo ocurrido con todo ese drama en nuestras vidas. Era correcto estar feliz. Aunque de vez en cuando saltaba mí térmica y termino enojado sin razón.