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—Solo fueron cinco malditos minutos— protestaba Eunji en voz baja mientras se recargaba en la pared que quedaba frente a la puerta de su aula y se deslizaba hasta el piso; el profesor de anatomía no la había dejado entrar a su clase porque llegó cinco minutos tarde "Como si pudiera darme el lujo de no entrar a sus clases" pensó la castaña, al tiempo que sacaba un libro y se ponía a leer.

***

La clase acababa de terminar, y Eunji ni siquiera se había dado cuenta, estaba demasiado inmersa en su lectura...

—Tarde. — Dijo una voz familiar, provocando que Eunji alzara la vista de su libro; Seokjin, su mejor amigo, estaba mirándola desde arriba con los brazos cruzados y las cejas arqueadas.

—No fue culpa mía. — Protestó la chica mientras se ponía de pie —La alarma no sonó y no sé por qué...—

—Señorita Kang. — Al escuchar esa voz firme, Eunji se inclinó ligeramente hacia un lado para poder ver detrás de su amigo; el profesor la estaba mirado desde la puerta del aula —Quiero hablar con usted un momento. — Dijo, y sin esperar respuesta volvió al interior del salón; Eunji se enderezó y miró al chico con una mueca, a lo que él solo se limitó a encogerse de hombros.

—Al matadero pues— susurró ella con un suspiro mientras tomaba sus cosas y se encaminaba al interior del salón.

—Señorita Kang, está a punto de reprobar la materia ¿Y aun así se da el lujo de llegar tarde?— preguntó el profesor, mirando a la chica directamente cuando esta hubo llegado hasta el escritorio.

—Pero profesor... solo fueron cinco minutos y además...—

—Por cinco minutos un paciente podría morir. — Dijo el profesor lanzándole una mirada tan severa, que Eunji no se atrevió a replicar —En fin, no quisiera que repruebe señorita Kang, así que me he tomado la libertad de asignarle un tutor. —

—¿Disculpe?— preguntó incrédula.

—Así como lo escucha señorita. Le he asignado un tutor, tal vez le sea más fácil exponer sus dudas respecto a los temas a un estudiante... ¡Oh! Hablando de, joven Jung, pase— ante el último cometario del profesor, Eunji miró hacia la puerta para encontrase con que un chico pelinegro se acercaba hasta ellos —Señorita Kang, él es Jung Taekwoon, y fue de mis mejores estudiantes. Taekwoon, ella es Kang Eunji, la chica de la que te hablé. — El pelinegro le lanzó una rápida mirada a Eunji y asintió sin decir palabra, de hecho, parecía estar allí más a fuerzas que de ganas.

"Al menos ya tenemos algo en común" pensó Eunji, volviendo su atención hacia el profesor, que luego de terminar su charla sobre para qué son los tutores, los dejó solos para que se pusieran de acuerdo en cómo serían sus sesiones de estudio.

—Mañana por la tarde en la biblioteca ¿Bien?— le soltó el chico antes de que ella pudiera decir nada.

—Sí, me parece bien— respondió la castaña, un tanto aturdida por la actitud de él; Taekwoon asintió y sin decir más salió del salón, dejando a Eunji completamente confundida —Si tanto le molesta ¿Por qué aceptó?— se preguntó en voz baja mientras dejaba sus cosas en su lugar.

***

—Bueno, por lo menos el profesor no quiere reprobarte— comentó Seokjin en tono burlesco, mientras iban de camino a casa.

—Pero ni siquiera conozco al tipo ¿Cómo se supone que tenga la confianza de decirle mis dudas? Ah Jin, habría sido mejor que tú fueras mi tutor— respondió ella con pesar.

—Sabes que me habría encantado Eunji, pero supongo que el profesor supuso que nos la pasaríamos tonteando. — Comentó el chico encogiéndose de hombros —Pero dime ¿Cómo es él?—

—¿Quién, el tutor?— preguntó la castaña, y Seokjin asintió.

—Pues no tengo idea, no me dio tiempo de decir nada en realidad... supongo que es muy serio... es eso o simplemente es raro— explicó su amiga en tono pensativo.

—O tímido. — Agregó su amigo.

—Tímido o no, no me pareció educado que simplemente me dijera: "Mañana en la biblioteca" y se fuera sin decir nada más... digo, a mí tampoco me gusta esta situación, pero no por eso voy a comportarme de forma grosera con él. — Replicó Eunji —En fin. Te veré mañana Jin. — Agregó la castaña cuando llegaron a su casa, la de su amigo estaba una cuadra más adelante.

—Claro, suerte dando la noticia. — Respondió su amigo y siguió con su camino.

—Hola abuela. — Saludó la chica, una vez que hubo entrado a la casa.

—Hola querida ¿Qué tal la escuela?— preguntó su abuela desde la cocina, por lo que la castaña se dirigió hacia allí; su abuela estaba de espaldas a la entrada, lavando algunos vegetales.

—Bien...— dijo Eunji luego de un ligero titubeo.

—Mmm, un bien no muy convencido ¿Eh?— comentó la abuela de la chica volviéndose para mirarla —¿Qué pasó?— preguntó y, luego de un suspiro, la castaña se sentó a la mesa y comenzó a contarle a su abuela lo sucedido. Cuando terminó, su abuela solo atinó a negar con la cabeza —Oh vamos Eunji, tal vez él solo es tímido y como tú no quieres un tutor, percibes que él también está allí a la fuerza— dijo su abuela —. Aunque a tu padre no le hará ninguna gracia que estés por reprobar una materia— agregó, para no darle pie a su nieta para replicar.

—Lo sé, aun así se lo diré cuando vuelva del trabajo. — Respondió la chica con un suspiro.

***

Una vez que terminó de comer y hubo ayudado a su abuela con los trastes, Eunji se dirigió hacia la sala para comenzar con sus tareas, pero un libro sobre la mesa llamó su atención.

—Vaya— comentó, al observar que el libro estaba en francés; comenzó a hojearlo y terminó más confundida de lo que ya estaba, las fotografías que el libro tenía mostraban a personas bastante enfermas...

—Oh, olvidé recoger eso. — Dijo la abuela de Eunji al entrar en la sala.

—¿Esto es tuyo?— preguntó su nieta sorprendida.

—Sí, es uno de mis viejos libros de la universidad. — Respondió su abuela.

—¿Por qué está en francés? ¿Qué estudiaste?— preguntó Eunji, volviendo a hojear el libro. —Estudié ocultismo— respondió su abuela, y Eunji notó cierto toque de orgullo en su voz. —¿Ocultismo?— repitió Eunji anonadada.

—Así es, es una carrera bastante interesante, me llevó a los lugares más insólitos que puedas imaginarte. Pero me parece que eso es historia para otra ocasión, tienes tarea que hacer. — Respondió su abuela extendiendo la mano y a Eunji no le quedó más remedio que devolverle el libro.

Voodoo dollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora