I.

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Oh, no. No de nuevo.

Taehuyng observaba una gran mancha de dudoso origen encima de la mesa como si fuera lo más interesante del universo. Jimin, a su lado, no paraba de dar pequeños golpecitos a la pantalla de sus celular con sus dedos para dar algún "me gusta" a cualquier publicación linda de sus otros amigos en instagram.
Y mientras tanto, ahí estaba él. Somnoliento, con la mirada cansada y la capucha de la sudadera cubriéndole los ojos. De verdad quería irse a casa. Al menos, sus amigos tenían otra clase libre, pero él debía mantenerse despierto para aprender un poco de escritores que se habían muerto hacía quien sabe qué tanto.

Jeon Jungkook nunca se consideró especial en nada. Sin embargo, toda la gente a su alrededor le decía que tenia mil talentos...su madre le dijo que tenía una voz preciosa después de escucharlo cantar en la ducha, por ejemplo. Pero él no veía nada de eso a primeras. Tan solo se consideraba un perdedor incapaz de entablar conversaciones con chicas y adicto a los videojuegos que jugaba en la pc. Tal vez, podría ser que de verdad tuviese mil talentos. Pero dentro de todo carecía del don de la palabra.

Jungkook detestaba entablar conversaciones, expresarse en público y relacionarse con gente normal. Por ello, detestaba cuando lo obligaban a pensar en palabras y le iba muy mal en cada tarea que lo requería. Hablar frente a su clase era una pesadilla, hacer exposiciones lo hacía querer matarse...lastimeramente, aquellas eran las actividades favoritas de su maestra de literatura.
Oh, como la odiaba. Y ahora era turno de su clase.

Suspiró y se levantó de la mesa de el comedor que compartía con sus amigos. Se despidió con la mano y se dirigió a pasos pesados hacia su aula, con el moral hasta los pies. Seguramente aquella bruja lo haría leer otras dos páginas de ese horrible libro en voz alta sólo para mofarse de su voz temblorosa y de bajo volumen.
Iba a llegar un poco tarde, pero no le interesaba mucho.

Sin embargo, cuando abrió la puerta, ahí no estaba nadie más que sus compañeros. Miró hacia los lados, donde los estudiantes solo reían y celebraban alguna cosa...lucían felices. Dentro de su confusión, solo acertó a preguntarle a la chica más cercana.

—Disculpa...¿Qué sucede?
—¿No te has enterado? ¡Aquella perra ya no dará clases aquí! Bueno...solo por un rato. Al parecer se rompió la pierna y no se le dio la gana comprarse unas muletas, así que tan solo se va a tomar un descanso.

Jungkook miró a la nada. Asintió. Caminó lentamente hasta su lugar antes de levantar los brazos y gritar con alegría como nunca antes lo había hecho, mientras el resto de estudiantes le seguían. Lucía como que a nadie le gustaba esa mujer.
Pasaron unos minutos de incesante sonido hasta que la puerta se abrió y se hizo silencio. Un hombre entró.

—¿Qué es todo este barullo?

No lucía mucho mayor que el resto de la clase. O bueno, lucía muy joven. Sus piernas eran largas, su piel estaba levemente bronceada...su pelo tenía un bonito tono verdoso casi oliva. Estaba usando unas gafas de armazón muy delgado que le hacían ver intelectual, pero nadie sabía realmente quien era. Jungkook nunca lo había visto alrededor del campus hasta ahora.

—Debido al...inconveniente con su profesora, hemos tenido que reemplazar y reorganizar el esquema de su clase. Seré su profesor de ahora hasta que ella se recupere, así que será mejor que se acostumbren rápido.

Toda el aula se quedó en silencio. La voz de aquel hombre era profunda e imponía bastante, sin embargo, tenía un toque masculino muy atractivo.

Y Jungkook...Jungkook pudo sentir la esperanza en el momento que aquel sujeto fijó su mirada en él por unos segundos. También pudo sentir que tal vez no estaba tan inclinado a las chicas como el pensaba.

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Los capítulos serán cortos, todo contado de ambos puntos de vista dependiendo el capitulo uwu

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