Capítulo X

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Maratón 1/3

Ross

Laura no habla, se queda callada y mirando a un punto fijo. Yo no podía terminar de procesar las noticias, en solo cinco minutos todo se había destruído.

Laura estaba embarazada. Debíamos elegir entre ella o el bebé. ¿Por qué le pasa esto? ¿Por qué la vida es tan mierda con una persona como ella?

Siempre había querido un hijo, era su sueño, y cuando finalmente tiene uno... Debe terminar con su vida.

— La quimioterapia se cancela. — anuncia, con la voz rota, para después levantarse y marcharse.

¿Qué?

— Ross, sé que es una situación difícil... Pero tienes que respetar su decisión... — comienza a decir su doctor, pero yo me levanto.

— Laura seguirá con la quimioterapia. — digo, y sigo a mi esposa.

La encuentro afuera del hospital, llorando desconsoladamente y abrazándose a si misma. Odiaba que esto le pasara a ella.

— Laura, no puedes hacer esto. — digo. — Podemos tener un bebé más adelante... Cuando estés curada.

— ¿No lo entiendes? ¡Jamás mejoraré, jamas sanaré y jamás estaré bien! He pasado la mayor parte de mi vida en hospitales, donde me ilusionaban y luego el cáncer me atacaba con más fuerza. Es hora de que comprendas de que jodidamente me moriré, y no terminaré con la vida de mi hijo para vivir dos años más, cuando puedo darle una vida entera. — me responde, sollozando.

— ¡La quimioterapia estaba funcionando! ¡No puedes renunciar a ello! ¿Qué hay de mi? ¡No puedo perderte! — grito desesperado, al borde de la angustia.

No podía expresar cómo me sentía, en estos momentos tenía demasiadas emociones en mi cuerpo para poder procesarlas.

— ¿Pueden todos dejar de ser malditamente egoístas y fijarse en lo que yo quiero, en lo que yo pierdo? ¡Yo fui la que estuvo en los hospitales por años! ¡Yo fui la que se sometió a quimioterapias! ¡Yo fui la que tuvo que soportar ver cómo día a día, me veía cada vez más demacrada! ¡Yo lo sufrí! ¡Yo!

— ¿Qué sentido tiene traer a un bebé al mundo, si de todas formas morirás? — pregunto con la voz rota.

— ¿Qué sentido tiene? Al menos, todo lo que yo sufrí y viví va a valer la pena cuando vea a mi hijo en brazos, sano y a salvo. Va a valer la pena cuando vea la vida que yo traje a este mundo de mierda. He esperado tener un hijo por años, Ross... Y la vida al fin me lo ha dado, después de tanto tiempo. ¿Crees que luego tendré el mismo deseo de tener un hijo cuando terminé mi primer embarazo por puro egoísmo propio? Tengo esperanzas de que tú lo educarás bien, que le hablarás de mi y de cuánto lo amé incluso cuando no había nacido... Que le enseñes valores, y sea una gran persona. No me importa mi vida, Ross... Y lo siento, pero es mi hijo. Realmente lo siento... — murmura llorando.

— No... No... No... — digo negando con la cabeza, mientras las lágrimas se acumulan en mis ojos. — Lo criaremos juntos, Laura... Lo criaremos y formaremos una familia, tú le enseñarás todo eso... Cara, por favor.

Laura suelta un suspiro y se acerca a mi para abrazarme, la acurruco en mi mientras lloro. Esta vez, me permito llorar como jamás lo había hecho. Lloro desconsoladamente, mientras Laura acaricia mi espalda y besa mi cuello con suavidad.

— No puedo perderte... No puedo hacerlo... — susurro.

— Estarás bien, te lo prometo. — dice, pero yo no puedo creerle.









Dejo a Laura en casa, y me marcho al estudio. Ella necesitaba un tiempo a solas y yo necesitaba procesar todo. Cuando llego, Rocky me sonríe pero su sonrisa se borra al ver mis ojos rojos y mi cara destruida.

— ¿Qué ha pasado, Ross? ¿Está bien Laura? — pregunta.

Me siento en el sillón y cubro mi rostro con mis manos.

— Ross... ¿Qué ha ocurrido?

— Se terminó... Laura se morirá... Ha abandonado todo el tratamiento. — susurro, destrozado. — Me quedan sólo meses con ella, Rocky... Me quedan sólo siete malditos meses.

— ¿De qué hablas? ¿Por qué ha renunciado?

— Está embarazada, tendremos un hijo... Y ha renunciado a la quimioterapia para no perjudicarlo.

— Oh, Dios... — murmura, y se sienta a mi lado para abrazarme por los hombros.

Suelto un sollozo y rompo a llorar. No quería perderla, no quería verla desmoronarse con el pasar de los meses.

— No puedo con esto... Por esta razón no quería entregarle mi corazón, no quería sufrir así... No quería perder al amor de mi vida. — digo sollozando. — Rocky, no soy fuerte... No soy como ella. Laura es quien me mantiene aquí, ¿qué haré sin ella?

— Tendrás a tu hijo, a quien amarás con la misma intensidad que a su madre, a quien le contarás la clase de mujer que fue su mamá y la recordarás con felicidad, como todos nosotros... — responde, y su voz se rompe. — La vida es tan cruel.

— Odio a Ashley... — susurro. — Por haberme hecho desperdiciar dos años con Laura, donde soportó sola todo, por tener una hija mía y disfrutar de ella cuando Laura no tendrá esa oportunidad por mucho tiempo... Esto le debería pasar a ella, no a Laura. ¡No a ella!

— Ross... — comienza a decir Rocky, pero se calla cuando agarro una botella de la mesa y la estrello contra la pared.

— ¡Laura no se merecía esto! — grito furioso. — ¡Laura no se merecía terminar así!

— Necesitas calmarte... Entiendo cómo te sientes, pero tienes que aprovechar estos meses para estar con ella. Disfruta a tu esposa, y ámala. Ya no cometas estupideces, ya no la traiciones.

Suelto un suspiro, limpio mis lágrimas y asiento. Rocky tenía razón.

Pero, lamentablemente, las estupideces e infidelidades ya las había cometido en el pasado.

Y ese pasado, tarde o temprano, saldría a la luz. Sólo no había esperado que fuera en medio de todo esto, ni tan pronto.

Marriage | RauraWhere stories live. Discover now