VI

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Han pasado varios días desde que Tom me dijo aquello de conocerme. Raramente lo estamos llevando bien, él se toma su tiempo para escuchar cosas sobre mi, y yo igual me tomo el mío para contárselas.

Mi nariz está mejor, ya no necesito llevar el aparato que me dio Mel, y tampoco está hinchada, por lo que supongo que ya está bien.

Termino de lavarme los dientes y salgo de mi habitación, topándome de cara con mi padre.

- ¿Cuándo cobras? -me pregunta fríamente.

- Dentro de una semana. ¿Y tú? -aprieto las asas de la mochila mientras hablo.

- Ya lo he hecho. -esboza una sonrisa.

- ¿Qué? -alzo las cejas mirándole incrédula.

No me pegues, no me pegues... Me repito a mi misma.

- Ya he cobrado, hace unos días. -se encoge de hombros.

- ¿Y dónde está ese dinero? -murmuro.

- Gastado en alcohol y comida. Para mí. -espeta.

- Hace días que no como, papá. -me quejo y noto como mis ojos empiezan a arder.

No llores, joder.

- No es mi problema, averíguate la vida.

- Es lo que estoy haciendo. -le suelto con odio y abro los ojos.

- ¿Cómo? -me mira y su pecho empieza a incharse.

Lo he cabreado.

- T...tengo que irme, voy a llegar tarde. -empiezo a bajar las escaleras y justo cuando veo por el rabillo del ojo que va a cogerme del brazo, salgo a correr.

Salgo de la casa y comienzo a andar hacia la universidad.

- ¡Prepárate cuando vengas! -grita desde la puerta de casa.

No sé porqué mi padre empezó a ser así desde la muerte de mi madre. No es que yo tuviera la culpa o algo de eso. Yo, al igual que él, también la sufrí.

Cierro los ojos y acelero el paso. Hace un calor abrasador hoy y llevar jeans negros y una sudadera no ayuda, pero no puedo quitarme la sudadera, se verían todos mis cortes y no quiero que Tom los vea. Algún día lo sabrá, pero por ahora quiero dejarlo en secreto. Podría ponerme pulseras, pero sería muy llamativo, por lo que seguiré llevando manga larga.

Camino hacia mi taquilla y veo escrito en rojo "Friki" en ella. Apoyo la cabeza en esta y cojo un pañuelo de la mochila. Empiezo a frotar hasta que poco a poco se va quitando. Se queda un poco rojo, pero no importa.

- ¿Te hemos dado permiso para que lo quites? -habla la voz de Sasha a mis espaldas.

- Sasha, déjala. -dice Trisha.

Me giro hacia ellas y veo que también están Megan y Jack.

- ¿Qué miras? -pregunta Megan.

- Nada... Yo sólo me preguntaba si necesitábais algo. -aprieto mis labios en una fina línea y todos comienzan a reír, menos Trisha.

- Sí, que te mueras. -espeta Megan y vuelven a reír.

Trisha bufa cabreada y se pone frente a ellos.- ¡Déjadla en paz! Ella no os ha hecho nada para que la tratéis así. -les dice mirándolos.

- Cállate, Trisha. -dice Jack. Ella rueda los ojos y se gira hacia mi.

- Ya sabes, ni caso. -me dice antes de irse.

Broken Girl. | Tom Holland.Where stories live. Discover now