XI

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Salgo de la enfermería acompañada por Mel, mientras hablamos sobre las vacaciones de Navidad.

- ¿Qué vas a hacer en vacaciones? -me pregunta cuando echa la llave.

Comenzamos a caminar por el largo pasillo de la Universidad hacia la puerta de salida.

Me encojo de hombros y miro el suelo.- Bueno, ahora estoy viviendo con los Holland y Harrison Osterfield, así que supongo que haré lo que hagan ellos.

- Ah, sí. He escuchado lo que pasó con tu padre. -tuerce la boca mirándome.- Vi algo raro en ti cuando apareciste por primera vez en la enfermería. Supongo que sería por como te muestras ante las personas, pero menos mal que lo malo ya ha pasado. -sonríe y me da un apretón en el hombro.

- Bueno, espero que así sea. -hablo pensando en Sasha y Megan, claro que eso ella no lo sabe.

- Ahí está tu príncipe azul. -me dice y suelta una risita.

Alzo la mirada para ver a Tom parado en la puerta de la Universidad con el móvil.

Sonrío inconscientemente y miro a Mel.

- Nos vemos después de Navidad, cariño. Pásalo bien y felices fiestas. -me da un pequeño abrazo.

- Lo mismo te digo, Mel. Disfruta. -nos separamos y camino hacia Tom.

Las paredes de la Universidad están llenas de panfletos poniendo la fecha y la hora del baile. Las puertas de este viejo edificio se abrirán por última vez el día 22 de diciembre a las 21:00, y después se mantendrán cerradas hasta que volvamos.

- ¿Qué tal tu día? -rodea mis hombros con su brazo derecho y posa sus labios en el costado de mi cabeza.

Aprieto mis labios y apoyo mi cabeza en su hombro.- Genial, hoy ha estado tranquilo. Los chicos y chicas ya no venían desde hace unos días. Supongo que tendrán los finales y tienen que estudiar más. ¿Y el tuyo?

- Mal, te he echado de menos. -saca su labio inferior y me mira.

Me río mirándole y niego.- Solo ha sido una hora.

- Una laaaarga hora. -suelta un suspiro dramático.

- Que tonto eres. -sigo riéndome mientras cruzamos la calle para llegar a su casa.

- Oye, mis sentimientos. -frunce su ceño y quita su brazo de mis hombros.

Mete la mano en su bolsillo y saca la llave de la casa. Abre y entramos.

- Hola, Olive. -me saludan los chicos, los cuales están jugando a la Play en el sofá.

No me quedó otra que explicarles la situación que tenía en casa y lo que me hacen Megan y Sasha. Pero no les dije lo de los cortes, eso solo lo sabe Tom, y aún me sigue pareciendo mala idea.

- Hola, chicos. -sonrío y me acerco a ellos.

- Elysia dice que si te apetece mañana ir a por los vestidos para el baile. -dice Sam concentrado en el juego.

- Sí, claro. -murmuro nerviosa.

- No te preocupes, Liv, vas a estar bien. Le vas a gustar, ya verás. -dice Tom sentándose a mi lado.

Le miro y sonrío. Últimamente he estado muy nerviosa cuando Tom se acerca a mi o cuando hablo con él. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que él me gusta. Si nunca he sido buena en temas de amistad, no hablemos en temas de relaciones y chicos. Soy tímida y por cualquier cosa me sonrojo o me pongo nerviosa, y encima Tom no ayuda, ya que se pasa los días sonriéndome, diciéndome cumplidos, y como he dicho, eso me pone nerviosa y me sonrojo, he llegado a pensar que lo hace propósito ya que cuando me pasa me dice "Awww, qué mona estás rojita.", y se ríe.

Broken Girl. | Tom Holland.Where stories live. Discover now