Perfect Love - G.C.F - ☆KOOKMIN☆

JK x JM Pt. 1

Seúl - Corea del Sur
13 de octubre del 2008

"...Vivir es más doloroso que morir, por eso, yo elijo dejar éste mundo, dejar de sentir para pertenecer a la nada, porque la nada es paz..."

JJK.

Siguió aferrándose con tanta fuerza a esos barrotes que sus dedos palidecían ante el intenso toque, suspiró y bajó su vista con sus prominentes ojos oscuros evidenciando un aspecto demacrado en su perfil, contemplando la suavidad de la seda blanca que aborrecía, acariciada por la brisa arremolinada en la altura, la misma que le llegaba hasta las pantorrillas, cubriéndole cual manto apuntándole enfermedad, colgó su cuerpo arqueándose hacia el frente, tanteando lanzarse al vacío con el palpitar de su pecho retumbando en sus oídos, mientras le echaba una última mirada a las negras aguas bajo sus pies, convencido de que ésta vez lograría su cometido, tragó aire hasta levantar su pecho en un profundo suspiro, sensato de que sería el último, cerrando los ojos, comenzó a desprender sus dedos uno a uno de su agarre, sintiendo el furioso viento azotarle en el rostro, estaba cayendo, firme en que ésta vez el dolor desaparecería, que llevaría a cabo su cometido.

— ¡Oye tuuu! — una mano lo sujetó de la muñeca — ¿qué demonios crees que estás haciendo?

Perplejo, emitió un sonido gutural incomprensible, mientras su aliento quedaba estático en el espacio, observando con los ojos empañados a quien lo estaba sosteniendo con todas sus fuerzas.

¿Qué es ésto?
¿Puedes ver al ángel de la muerte cuando estás a punto de morir?

No, aún no estaba muerto, todavía recordaba el dolor, podía sentirlo ardiendo en su garganta.

No, no... quiero morir, sólo quiero morir, ¿nadie puede comprenderlo?, es mi decisión, mi vida, por favor, por favor, por favor.

Se resistió, pataleó y sujetó intentando safarse de la mano que había interferido con su propósito, palpando en su desesperación los anillos que tenía en casi todos los dedos.

— Demonios mocoso estúpido, ¿tanto quieres morir? — apretó su mandíbula dolorosa mientras una furiosa vena se marcaba en la piel de su sudorosa frente, con un gruñido que le desgarró la garganta lo haló con sus últimas fuerzas hasta volver su cuerpo y lanzarlo sobre él, forzándole a dejar de respirar por unos momentos a causa del impacto.

Se incorporó sobre él e intentó mirarle a través de sus largos mechones de cabello oscuro que le llegaban hasta las mejillas.

Cabello naranja.

Furioso, con sus delgadas y temblorosas piernas regresó a la baranda del puente alzando una pierna sobre él, convencido de que ésta vez nadie le detendría, pero sus extremidades se movieron tan lento que en el momento que lo estaba haciendo una mano lo sujetó del hombro y le propinó un golpe justo en su cara.

— ¿Cómo alguien osa llevarle la contra a Park Jimin en su cumpleaños? — sobiendo sus nudillos observó al niño que se hallaba inconsciente en el piso, lo había nockeado con un golpe.

Lanzó una mirada a su alrededor y agradeció que el sol ya se había puesto de lo contrario podría haber sido descubierto, y cual fuera un delincuente llevando a cabo una fechoría sujetó al chico y lo arrojó sobre su hombro para lanzarlo en la parte trasera de su vehículo.

— Maldición pesa como el demonio — murmuró para sí mismo.

***

— Lo mataste Jimin, ¡lo mataste! — corría de un lado a otro peinando su cabello — saldrás en las noticias, tu carrera morirá antes de haber comenzado, irás preso y yo quedaré en la calle sin trabajo y sin dinero, ¡sólo, triste y abandonado!