Cenamos en un hermoso restaurante italiano que era nuevo en el pueblo. Nos dieron una mesa apartada de los demás y no dejamos de bromear. Antes de que dieran las diez de la noche decidimos irnos. Llegamos a mi casa y bajo conmigo.
- Okey… - paramos y puso las manos en los bolsillos de su pantalón.
- Muchas gracias… por todo. – dije.
- Ya, deja de agradecerme. – dijo y sonrió.
- Tengo que hacerlo.
- No, claro que no.
Nos quedamos callados uno frente al otro.
- Creo que debo entrar. – apunte a la entrada.
- Claro. – asintió.
Ninguno de los dos se movió.
- Bien… - me acerque para besar su mejilla pero movió su cara haciendo que mis labios toparan con los suyos.
Me separe rápidamente y puse una mano en mi boca.
- Lo siento, lo siento! – dije.
- Hey… - tomo la mano que estaba en mi boca quitándola de ahí. Se acerco a mí y miro mis labios. – no te disculpes. – susurro y tomo mi cara para acabar con el espacio que nos separaba.
Me tomo por la cintura y yo por el cuello intensificando el beso. Levante mis pies en punta para poder estar más cómoda. Nos separamos después de unos segundos. Acaricio mi cabello y sonrió, mientras que yo, estaba completamente roja mirando hacia cualquier lado que no fuera él.
- Oye, mírame. – dijo buscando mis ojos.
Negué con la cabeza.
- No…
- Por que no?
- Me pones nerviosa. – murmure.
Rio y me abrazo más fuerte.
- Confía en mí. – lo mire y sonrió.
- Lo hago. – sonreí. – creo que enserio necesito entrar.
Me soltó pero tomo mi mano.
- Está bien. Nos vemos después?
- Claro. – asentí.
- Bien.
Se acerco a mí y beso mi mejilla quedándose ahí por unos cuantos segundos, para después, girarse e ir hacia su auto. Abrí la puerta y entre. Las luces estaban apagadas y no había nada de ruido. Supuse que mamá seguía en el trabajo.
- Lan? – grite llamándolo.
No se escucho nada así que di por hecho que no estaba. Entre a la cocina y tome un vaso de vidrio para llenarlo con agua. Me gire hacia la puerta cuando escuche un auto llegar. Esperaba que Lan apareciera por la puerta pero no sucedió, solo silencio. Camine a la puerta y mire por la perilla. Había un auto negro y no parecía ser muy nuevo. Estaba parado ahí y al parecer había más de una persona dentro. No le di importancia y subí a mi habitación.
Lan POV’S
Tome asiento en la gran mesa redonda. Mire a mí alrededor y observe la cara de mi jefe que estaba frente a mí. Pensé en cómo había llegado a esto, ganar dinero de esta forma.
Cuando papá murió supe que sería yo el que tendría que cuidar de mamá y _________. Él decía que era su chico y que sí él llegaba a faltar algún día, yo quedaría en su lugar. Acostumbraba deambular por el pueblo buscando trabajo sin éxito. Una noche, mientras yo estaba sentado en una banca de un parque solitario alejado del centro, un señor bien vestido se sentó a mi lado. Encendió un cigarrillo y me ofreció uno. Lo tome y lo encendió.
- Porque un chico tan joven como tu esta solo en un lugar como este? – pregunto después de sacar el humo de su boca.
Sacudí mi cabeza y me encogí de hombros.
- No tengo otro lugar a donde ir.
- Estoy seguro de que tienes una familia, muchacho. – palmeo mi espalda.
- Así es.
- Ve con ellos.
Negué.
- Prometí llegar con un trabajo.
- Buscas trabajo?
- Si.
Me miro por un largo rato.
- Y si te digo que yo podría darte un trabajo?
Lo mire.
- De verdad?
- Si, pero hay cosas que tendrás que hacer, claro que ganarías muy bien.
- De que se trata? – pregunte al instante.
Sería parte de un grupo de Gangsters. Ayudaría a todo tipo de cosas, ninguna para enorgullecerse pero necesitaba el trabajo. Mamá no podía con todos los gastos así que acepte. Tendría mi parte de lo que se ganaría. Desde ese día, Tom, se volvió mi jefe.
Esta junta era para confirmar a la persona que usaríamos para trasladar mercancía de México para aca. La secuestraríamos a lo largo de mañana para en la noche llevarla a México y prepararla. Yo sería el encargado de supervisar que todo se llevara como era debido así que no estaba enterado de nada más que lo necesario.
- Empecemos. – dijo Tom levantándose de su lugar.
Se acomodo el traje y empezó a caminar por la sala.
- La investigaron?
- Sí, señor. – contesto uno de los chicos jóvenes.
- Espero que John haya hecho bien su trabajo. – murmuro. – Que tenemos?
- Dice que es discreta y al parecer sabe cómo controlar sus emociones lo suficiente como para que funcione.
- Perfecto. Nombre?
- ____________ Johnson. – me quede en shock en cuanto escuche su nombre. No pude moverme. - Tiene 16 años y está por cursar su segundo año en preparatoria en el colegio Santa Barbara.
Mire a todos los que estaban sentados en la mesa. Estaban atentos a lo que hablaban pero yo solo podía pensar en que mi hermana sería secuestrada por su propio hermano.
Cuando me presente a Tom y a todos, lo hice como Luke Jones, sin familia y nacido aquí. No quise meter a nadie en esto pero ahora __________ estaba dentro.
- Luke! – escuche a alguien llamándome sacándome de mi trance.
- Si? – conteste rápidamente.
- Hijo, estas bien? – pregunto Tom como si realmente le interesara.
- Si. Que sucede? – trate de sonar seguro.
- Estas listo para hacerlo? – me miro a los ojos.
Lo mire y me concentre en no dejar ver mi miedo. Tom era increíblemente listo y podía saber cómo te sentías con solo verte a los ojos.
- Estoy listo.
