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Después de un juego agotador de Dodgeball, Lauren estaba sentada en el vestuario con una toalla en la frente. Era la última hora, así que no se molestó en cambiarse la camisa sudada o darse prisa para llegar a la siguiente clase. Finalmente el viernes había llegado y no podía esperar para salir de casa.

Había sido una semana particularmente estresante debido a todas las pruebas y el campeonato. Lauren nunca se preocupó realmente por ser la primera en la clasificación o la mejor, importaba la calidad de lo que hacia, el compromiso. Pero todo este estrés la aplastaba.

La única persona que no la presionó fue Camila.

¿Cómo podría una persona que simplemente sabía transmitirle tanta calma y serenidad?

Sentía que no le debía nada, que no tenía ni que cumplir ninguna expectativa con ella. Por eso amaba hablar con ella y no quería que se enojara por algo tan estúpido.

En cierto sentido, estaba agradecida de que ese día hubiera escrito mal su número.

Su teléfono vibró, despertandola de sus pensamientos. "Hola, madre?" Dijo Lauren llevándoselo a su oído.

"Lauren querida, ¿dónde estás?"

"Todavía estoy en la escuela, ¿qué pasa?" Preguntó Lauren, comenzando a poner sus cosas en su bolsa y levantándose, tirando la toalla en la canasta donde todos estaban.

"Oh, nada querida, sólo que tu abuela vendrá para la cena. Ella está de vuelta en la ciudad por unos días y tu padre la invitó a la casa. Puedes volver pronto? Necesito una mano en la cocina--"

Era raro que su madre le pidiera ayuda, Lauren no necesitaba ninguna explicación e inmediatamente detuvo su discurso. "Claro mamá, voy al auto, nos vemos pronto, ¿está bien?" respondió y luego cerró la llamada después de la respuesta afirmativa de su madre.

Una vez que la bolsa fue colocada en su hombro, Lauren se dirigió a la salida del gimnasio. Estaba segura de que a estas alturas ya no habría nadie fuera del edificio y estaba equivocada.

Un pequeño grupo de chicas, tal vez cinco o seis, estaba de pie en el estacionamiento hablando y riendo, todavía con el uniforme escolar. Pero Lauren no inspeccionó el lugar para ver si había alguien más allí, a ella no le importó.

Puso su mano dentro de la bolsa, sacó sus auriculares y los conectó rápidamente al teléfono. Presionó  play y dejo que la música le hiciera compañía.

You said, "Darling, who you praying to?
Was anybody answering you?
Because I've done my part for twelve years now
And I can't seem to get through"

He said, "I really don't care if you cut your hair
And I really wouldn't mind if we don't go anywhere
Cause I've got you, yeah, I've got you now
I've got you"

And you think my bruised knees are sort of pretty
And I think your tired eyes are kind of nice
And when I first met you, there was a garden
Growing from a black hole in my mind.

Caminó, cruzando la plaza de la escuela, hacia su automóvil, sin dejar de mirarlo. Su cabeza siempre estaba rodeada de pensamientos y esta vez la principal era su amiga Lucy, que regresaría a la escuela al día siguiente, después de un largo período de enfermedad.

He said, "Darling, what's it coming to?
And have you got a lighter on you?
Been trying put these down for ages now
But I can't seem to come through"

He said, "I really don't mind if we take our time
Cause I've got a couple bottles of your favorite wine
Cause I've got you, yeah, I've got you now
I've got you"

And you think my bruised knees are sort of pretty
And I think your tired eyes are kind of nice
And when I first met you, there was a garden
Growing from a black hole in my mind---

De repente, sintió algo, o más bien a alguien, que le golpeó el hombro. Se giró para ver a una chica pasar corriendo por su lado para disculparse por el golpe. Lauren, dada la música, no escuchó sus palabras, pero leyó sus labios. Con un gesto de su mano, le indicó que no se preocupara, ralentizando la marcha un poco.

Observó cómo la chica alcanzaba el grupo que había visto por primera vez y cómo comenzó a moverse hacia el automóvil en el que estaban apoyados. Lauren se detuvo cuando una de las chicas parecía alguien que ella conocía. Estaba demasiado lejos para reconocerla y la chica estaba lejos de ella. No podía seguir mirándola, pero esa chica tenía algo realmente familiar.

Lauren se mordió el labio y comenzó a caminar con una mirada confundida y pensativa. ¿Dónde la había visto ya?

Una vez en el auto, dejó escapar un suspiro de frustración y se quitó los auriculares de las orejas.

¿Realmente se estaba volviendo loca?

Negó con la cabeza y comenzó. Ahora todo lo que tenía que pensar era en su madre y en la agradable cena para preparar. Más tarde le escribiría a Camila y luego se quedaría dormida.

Camila.

Esa chica de una manera u otra siempre entraba en su mente. Lauren se encogió de hombros, concentrando su mirada en la carretera, sin duda un accidente debido a la falta de atención era lo último que necesitaba en ese momento.

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