Capitulo 4.

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A la mañana siguiente, ya casi era el medio dia y nosotros aun estabamos acurrucados durmiendo.

De a poco nos fuimos levantando, los dos abrimos los ojos al instante, el me dio los buenos dias, solo dandome un beso en la frente, sin omitir palabra alguna, yo me dedique a solo sonreirle, amaba cuando estabamos asi. Nos separamos y nos paramos, lo mire detenidamente y le pregunte.

-¿Que quieres para desayunar?

El miro su reloj, se rio levemente y me miro diciendome.

-Ya casi son las doce del medio dia.

-Eso no tiene que ver, no hay que saltarnos el desayuno.

-Pues, yo me conformo con unas tortillas de huevo, y un jugo de naranja.

-En unos minutos su pedido estara listo Señor.

-Lo esperare... Princesa.

Wow, al parecer este habia despertado de buenas, uff, y eso me encantaba, se convertia en el mismo hombre amoroso que conoci hace un par de años. Estire un poco el cuerpo y sali de la habitacion, para ir a preparnos el desayuno. Saque del refrigerador cuatro huevos, encendi la estufa, poniendo el sarten sobre este. Hice la preparacion esperando que el sarten este completamente caliente. Puse todo en la mesa de desayunar de la cocina, tome el jugo del refrigerador y lo servi en los vasos. Todo listo.

-¡Ryan! *grite* Ven, ya esta.

-Enseguida voy *me respondio de vuelta*

El bajo, algo distraido en su celular, estaba mandandose mensajes con alguien, quisiera saber por que tenia esa sonrisita en el rostro. Se sento y dejo su movil a un lado, comenzo a hablar.

-En la noche saldre.

-Oh, que extraño *notese el sarcasmo*

-¿No preguntaras a donde?

-Igual no ibas a decirme.

-Cierto.

-Almenos dime a que saldras.

-Tengo que ver a alguien.

Terminamos de desayunar, el volvio a solo consentrarse en su movil, yo me pare y fui a darme un baño, y a hacer todas mis necesidades. Ya lista, tome mi movil, un poco de efectivo y lo guarde en un pequeño bolso de lado, me lo enganche, y baje hasta la puerta, me aburri de siempre estar en casa, asi que iria a tomar un poco de aire libre, o a buscar algun trabajo, en casa todos los dias hacia lo mismo. Sali sin avisarle a Ryan, y baje por las escaleras del apartamento, en vez del ascensor. Decidi caminar por las calles de esa hermosa ciudad, ja, al parecer Dios me escucho, justo iba pasando por una cafeteria con un letrero afuera, que en gigantes palabras decia "Se busca cajera".

Mis labios curvaron un sonrisa, es un trabajo poco agotador y simple, no seria un problema, de seguro solo sera por medio tiempo. Me decidi por entrar, por suerte yo era la unica que al parecer queria el trabajo.

Un señora de unos cincuenta y tantos aparecio de la nada, su dulce voz resono por todo el lugar, como un eco, ya que el lugar estaba vacio.

-Hola querida, ¿Estas aqui por el empleo, cierto?

-Esta en lo correcto *sonrei*

-Pues llegas en un buen momento, justo necesitamos a una cajera. Y nadie se ha ofrecido. Por cierto, mi nombre es Elena.

-Un gusto Elena, yo soy Lara. Bueno, puedo trabajar aqui hasta sin pago, solo necesito algo para distraerme en mi tiempo libre.

-No, no aceptare eso, claro que te pagaremos. Y ya que has sido la unica en pasarte por aqui y te ves de confianza. ¡Contratada!

-Oh, ¿enserio? Gracias por darme el empleo, lo necesitaba en verdad.

-Mañana puedes empezar. Espera, te pasare el horario.

Ella comenzo a buscar algo entre unos gabetines detras de la caja registradora. Me paso el horario que debia seguir, no estaba nada mal. Me gustara trabajar aqui. Guarde el horario en mi bolso. Justo cuando iba a cerrar mi bolso, mi movil comenzo a sonar. Era justo quien pensaba que era, Ryan. Le dije a Elena que esperara un momento y luego respondi a aquella llamada.

-Ah, Ryan... Em, solo sali... no, no, no, no tienes que venirme a buscar... Ya, lo siento... Perdon... Aja... Perdon, no volvere a salir sin avisarte... Ya voy de camino... Si, la proxima te pido permiso... Adios.

Padre amado, estoy en problemas, Ryan estaba molesto y mucho, se le escuchaba lo cabreado que estaba. Mire a Elena, al parecer noto lo nerviosa que me habia puesto, ¿tal vez escucho como mi esposo me gritaba, y discutia conmigo?

-Elena, lo siento, era mi esposo, debo irme, pronto... Nos vemos mañana.

-Claro linda, mañana nos conocemos mejor.

Cuando iba saliendo escuche como ella susurro "cuidate de el"... Y si, mis dudas fueron correctas, ella habia escuchado todo, espero que no vaya a decir nada. Camine lo mas rapido que pude, hasta que llegue a nuestro apartamento, estaba algo agitada, llegue casi corriendo. Asi que decidi subir por el ascensor, vivimos en un sexto piso.

Abri la puerta, creo que no estaba preparada para lo que se venia, estaba temblando del miedo. Cuando termine por cerrar la puerta, un Ryan enfadado estaba hay parado de brazos cruzados, parecia que le iba a salir humo por las orejas. El se me acerco y me apreto el brazo, me llevo casi a rastras hasta la habitacion. ¿Que piensa hacerme?

GolpeadaWhere stories live. Discover now