Capitulo 6.

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Carajo ¿que le habia pasado a este hombre?  Toda esta porqueria es un misterio.

Me levante e hice lo que el me habia ordenado,  como si fuera un perrito que obedece todas las ordenes de su amo, bueno al menos eso parecia.

Me cambie por la camiseta mas grande que encontre en su armario, me llegaba hasta las rodillas, y de los hombros a las muñecas me quedaba super ancho, como un traje de Santa Claus. Me dispuse a ir a la mini biblioteca que teniamos en el apartamento. Queria encontrar un buen libro para leer, pero todos los que veia no me llamaban la atencion, o ya los habia leido. En esa biblioteca no habia mucho que encontrar, bueno, mejor me entretengo con un libro de cocina, ya que Ryan amaba comer, ¿que mejor que eso?. Sali de hay y cerre la puerta de aquella biblioteca , con el libro en mano, me encamine algo coja, pero no estaba tan mal como para andar en silla de ruedas. Sin percartarme ya estaba en la sala de estar, leyendo algunas resetas, me sente con cuidado en el sofa, justo al lado de Ryan, sin darse cuenta que el estaba hay. El interrumpio su lectura.

-Sabes esa camiseta te sienta muy bien.

Di un pequeño brinco al escucharlo, levante la mirada hacia el, pero la volvi a bajar al libro, ignorando lo que me habia dicho, segui leyendo una reseta de cupcakes. Podia sentir su fria mirada sobre mi.

-¿Se te ofrece algo? *algo irritada*

-Uy, no, no. No utilizes ese tonito conmigo.

Bufe ahora mas irritada y segui con lo mio, Ryan poso su mano sobre mi cuello y me dio un beso en la mejilla, cerre los ojos ya harta de que no me dejara en paz, pero debia controlar mis impulsos. Trate solo de seguir ignorandolo, estaba pensando si en la tarde podria hacer unos cupcakes o unas galletas. Pero con este fastidioso aqui, no podia pensar bien.

El me volteo el rostro, haciendo que lo mirara a los ojos, seguia con su fria y egocentrica mirada de siempre..

-Dame un beso.

-Damelo tu.

-Es una orden.

Y de vuelta volvio el perrito faldero, obedeciendolo en todo, era como una clase de hechizo o solo era el terrible miedo que le tenia. Claro, cualquiera le temeria al mismisimo diablo en carne propia. ¿Quien lo habria invocado?

Ese beso no duro mas que  unos 4 segundos, un beso sin sentimientos, todo era por obligacion de el. Me separe lo mas que pude de el, y segui con mi lectura, sabia que ahora el tenia una gran sonrisa de satisfaccion, y no me equivocaba, lo mire de reojo y acerte. Eso no me extrañaba en lo absoluto. Su voz volvio a interrumpir mi lectura, oh vaya.

-¿Haras algunas de esas resetas hoy?

-Tal vez.

-Cupcakes.

-¿Que? *pregunte confundida*

-Se que estabas pensando en si hacer galletas o los cupcakes. Asi que te di una sugerencia.

Y aun no entendia como me conocia tan bien, frunci el ceño y lo mire confundida, de inmediato se dio cuenta que me preguntaba como sabia que estaba pensando eso.

-Cada vez que estas indecisa, haces una mueca extraña, y justo vi que estabas leyendo sobre esas dos resetas.

-Ah, me conoces mas de lo que pense.

-¿Y que creias despues de 6 años de casados?

Correccion, cuatro verdaderos años de casados y dos de tortura, o mejor dicho, quemandome con el, yo le llamo el infierno.

-Mmm... has estado bien atento.

Segui leyendo, hasta que segui la sugerencia de Ryan y me decidi por los cupcakes. Por suerte tenia todos los ingredientes aca. En la tarde manos a la obra.

-Si quieres puedo ayudarte a hacerlos.

-Puedo sola.

-De seguro terminaremos sin cocina. Yo te ayudo.

-Lo que tu digas.

Por cierto. ¿No se han dado cuenta? Este era todo un bipolar, ayer estaba mas que decidido a matarme y hoy amanecio muy acaramelado. Este hombre no tenia el perdon de nadie. Cuando logre estar mas alejada de el, este pobre imbecil se pudrira tras la rejas. Me duele hasta decirlo, pero era lo que se merecia, por mas que lo amase.

>>>>

Yo eran eso de las 3:30 pm, y estaba muy ansiosa por comenzar a cocinar mis primeros cupcakes, no se por que estaba tan emocionada, pero era tanta la emocion que me decidi  a tambien hacer las galletas. Saque cada unos de los ingredientes, los moldes y eso. Por la tarde ya no sentia tanto dolor, un baño de dos horas con agua fria fue un buen remedio. Vi como Ryan metia la mano en el embase donde se encontraba la harina, hizo un puño con ella, de un movimiento rapido, tenia todo el cabello de harina. Oh no, esto era guerra. Yo tome un puño de harina y se lo lanze, empece a reirme mas no poder, al igual que el.

-¡Ryan! Me llenaste todo el cabello y rostro de harina.

-Pareces un mimo, asi toda blanca.

-Me las pagaras.

El apartamento estaba inundada de risas, yo lo desafie con la mirada, tome unos huevos de la encimera de la cocina y se los lanze. Esto era divertido.

-Me has arruinado mi peinado.

-Te ves gracioso asi.

El imitando la accion anterior, me lanzo tres huevos.

-¡Ya! Estamos a mano *le dije tratando de sacarme la harina del pelo*

-Hemos hecho todo un desastre.

-Si, despues limpiamos todo. Empezemos a hacer la mazcla.

Saque la maquina para hacer mezclas. 4 huevos, azucar, vainilla, levadura, harina, chocolate y mantequilla. Mientras la maquina hacia la mezcla, tome un bol, y le coloque la mantequilla en el, intentando que no este demasiado derretida. Cuando las mezclas estuvieron listas, los colocamos en los bols y los entramos en el horno. No nos tardo tanto hacer todo eso. Nos sentamos en el piso de la cocina, hablando, mientras esperabamos a que este todo listo.

El me habia dicho que se quedaria una semanas mas en casa.

-Mmmm, Ryan. Ya que estamos aqui hablando..

-¿Que pasa?

-Queria saber si me dejarias salir.

-Ya hablamos sobre eso. ¿A donde quieres ir?

-Consegui un empleo de medio tiempo.

GolpeadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora