FINAL.
Después de algunos meses todas mis actividades como Rey eran mas sencillas.
No mentire, si les dijiera que todo fue un caos al principio.
Pero con la ayuda de Victoria los primeros meses me adapte muy bien a todo este entorno.
Y no solo por el hecho de que ahora no era un rey consorte, si no el unico y legitimo Rey.
Que justo ahora estaba esperando un heredero.
-¡Daniel!- era casi media noche y esos gritos se escuchaban hasta mi despacho, lo cual estaba relativamente lejos de donde provenian. -¡Daniel!- entonces reconoci que era Victoria.
Asi que como alma que lleva el diablo corri, tropezando un par de veces y hasta creo que rompi un jarrón, que de seguro era carisimo.
-¡Que sucede!- llegue a nuestra habitación donde Victoria gritaba.
-¡Ya viene!- entonces como el mas tonto del mundo tarde en reaccionar.
-¡Ya viene!- grite a la vez que corri por la maleta.
Entonces solo tenia un pensamiento, llegar a ese hospital a la velocidad de la luz.
Solo por un pequeño detalle que olvide al estar bajando las escaleras.
Victoria, si, la habia olvidado.
Y diran porque un guardia no la lleva, pues queriamos vivir algo asi como normal, que es imposible en nuestras condiciones y en el ala del palacio solo estaba la familia, cosa que parecio extraño que ni Frank, ni Joseph, ni Gustavo aparecieron.
-¿Acaso estabas olvidandome?- pregunto furiosa cuando llegue por ella, ahora si.
-Claro que no, solo fui... a llamar a un guardia- mentí, pero que mas podia decirle.
-Eso espero- se sujeto de mi tan fuerte que temi quedar sin alguna parte de mi cuerpo.
Al llegar divise a un guardia haciendo su rondin, asi que con un solo gesto, el cual esperaba Victoria no notara, asintio y salió a preparar una de las camionetas.
Apenas coloque a Victoria en ella observe como éramos custodiados hasta el hospital, justo al ala privada real.
-Hola pequeño- saludé a mi bebé, mi hijo.
Un varón de dos kilos ochocientos gramos.
-¿Crees que le guste su nombre?- pregunto Victoria.
-No puede quejarse, además es un nombre digno de un proximo rey- acaricie su cabeza.
-¿Tu crees? Somos tan nuevos en esto que hasta tengo miedo- una risa se escapó de sus labios.
-Lo haremos bien Victoria- la mire a los ojos. -Ya lo peor paso, fue dificil pero ahora solo nos queda criar a este pequeño principe y a los que vengan- ambos reimos.
-Eso parece, que dices principe Oliver, ¿quieres mas hermanos?-
-Creeme, los querrá-
-Te amo- pronuncio luego de unos segundos.
-Y yo a ti, y a Oliver- bese su frente.
Y es ahi donde me di cuenta que hasta hace casi un año habia sido un jugador de fútbol que solo fue a visitar a sus padres y termino convertido en el Rey de su país natal.
La vida es un juego, y solo algunos saben jugarla correctamente.
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El juego del Rey #2
RomanceCONTINUACION EL JUEGO DE LA PRINCESA Cuando un futbolista llega al trono como debe ser su vida, muchos cambios vendran #795 en Romance 29/4/18 #202 en Romance 2/05/18 #86 en Romance 13/05/18