🐉(9)

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- Vayamos rápido

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- Vayamos rápido. -una vez más, emprendí vuelo y sentí como los otros dos venían atrás.

Narrador omnisciente.

Piccolo aterrizó en el amplio techo de un edificio. Con los brazos cruzados, contempló la deshabitada ciudad con sus repletos de centenares de prendas terrícolas sin rastros de sus portadores.

Descendió a la calle y comenzó a caminar por el lugar mientras recorría los rincones de los alrededores con su vista.

Estando alerta por unos segundos, notó que algo (o alguien) lo seguía desde los oscuros callejones, generando un ruido de como si estuviera arrastrando algo con cada movimiento.

Desde uno de los callejones, ubicado entre uno de los edificios, salió rodando una sombrilla de cultura terrícola, Piccolo siguió caminando estando atento, hasta que un ruido se hizo presente.

Este terminó por voltearse en su lugar contemplando a aquella criatura verde con puntos negros por todo el "cuerpo", tenía dos cuernos a los costados de la cabeza, ojos de diablo y dos alerones a los que le acompañaban un aguijón como manguera en la parte de atrás.

- Por fin diste la cara maldito. -exclamó Piccolo. Éste observó horroroso a la criatura notando que en su mano cargaba, desde el cuello, a un terrícola semi-consiente que seguro era lo que había estando arrastrando minutos atrás.

El humano comenzó a despertar de su noqueo y al mirar para arriba un pánico inmenso lo atacó para luego mirar a Piccolo.

- ¡Ayúdeme! ¡Por favor! -pidió desesperado el terrícola aferrando sus uñas al suelo.

Piccolo estaba sorprendido pero se mantuvo en silencio concentrándose en la energía que emanaba aquel monstruo. Al cabo de unos segundos sus ojos se abrieron de par en par con pánico en su interior al asimilar la energía que emanaba aquel ser.

- ¿Quién es éste sujeto...? ¡¿Por qué transmite ese ki?! -balbuceó dejando resbalar unas gotas de sudor por su frente. La energía que salía de aquél ser no era difícil de identificar para el Namekusei, pero si era difícil de creer.

- No puede ser... ¿Qué significa ésto? -

- ¡Ayúdeme! ¡Ayúdeme por favor! -volvió a hablar el humano- ¿Acaso no me conoces? Soy el hombre más adinerado de esta zona. -el terrícola metió su mano en su bolsillo para luego extender un fajo de billetes y ofrecerle al Namekusei- ¡Te daré todo el dinero que quieras! ¡Pero ayúdame! -mencionó desesperado.

- No creo poder razonar contigo..., pero todos merecemos vivir. -espetó Piccolo con un semblante serio delante de aquel monstruo- Suéltalo. -pronunció manteniendo su porte inquebrantable.

Aquel ser soltó al humano dejándolo en el suelo con una mirada escalofriante. Piccolo observó con atención cualquier movimiento que podría llegar a hacer aquella cosa.

- ¡Ayúdeme! ¡Ayúdeme! -gritó el señor arrastrándose hasta aquel anterior diablo.

Los ojos de Piccolo volvieron a reabrirse con asombro y asco frente lo visto; la criatura sin pudor, sin vacilar y sin remordimiento le clavó aquel aguijón en la espalda baja consumiendo poco a poco al hombre hasta dejar solo su ropa en el suelo.

Son solo 484 palabras a comparación de las demás que sobrepasan las 1000

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Son solo 484 palabras a comparación de las demás que sobrepasan las 1000.

Pero we.

Algo es algo y apart¡¡BAJEN ESA MOTOSIERRA!!!

Espero y lo disfruten.

JottLock y yo les mandamos:

BESOS DE FRESAAAAS.

¿Estoy en Dragon Ball? [Pausada] [#GS21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora