1. Seraphi Abrasax.

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La soberana de la ciudad de Orous, un superpoblado planeta situado en el sistema Canubulum, había decretado una semana de luto en honor a Marcellian Cahun.

"Una inspiración para la humanidad", esas palabras había escogido para un discurso de despedida, retransmitido en directo a todo el Universo, que no había dejado indiferente a nadie.

Marcellian Cahun había sido una de las principales impulsoras de la investigación de la Ingeniería Genómica que había llevado a la creación de los primeros splices, hacía ya más de 10.000 años, aunque su especialidad siempre habían sido las abejas: leales, obedientes, fuertes... Sus creaciones fueron los primeros híbridos destinados a puestos de importancia en la Legión, que hasta entonces había estado constituida por humanos y en menor medida representantes de otras especies.

A partir de aquellos primeros experimentos exitosos, la industria floreció y en aquel momento la creación de splices movía casi tanto dinero como la manufacturación de RegeneX, un producto que reemplazaba las células viejas o muertas de todo el organismo por células jóvenes.

Las técnicas para combinar el DNA de un humano con el DNA de otra especie se convirtieron en algo casi mecánico, Los splices administrativos se criaban con niveles altos de inteligencia y diligencia en la realización de tareas, mientras que en los destinados a la recreación se buscaba la belleza y la gracilidad, en cuanto a los militares se valoraba, por encima de todo, la obediencia junto a la fuerza y la resistencia. A pesar de estos rasgos comunes, los splices presentaban una gran variación según las características de la especie con la que se haya hibridado. Así, tras haber mejorado al máximo la hibridación, los splicers comenzaron a destinar la mayor parte de sus recursos a perfeccionar el adiestramiento de los splices. Aunque genéticamente diseñados con diferentes propósitos, un splice no se vendería sin estar preparado para desempeñar la tarea que le corresponderá en su destino.

Aunque la mayoría de los splicers trabajaban por encargo, era en Orous, la cuna de la humanidad, donde se situaba el mayor mercado de splices del Universo, dependiente del Ministerio de la Commonwealth. Día tras día, representantes de las familias nobles y algunas veces los mismísimos Entitled se paseaban por el mercado observando las nuevas mercancías y comprando aquellos productos que les llamasen la atención o de los que tuvieran necesidad. Solamente los nobles podían permitirse pagar los altos precios que los splicers les ponían a sus creaciones, aunque el regateo era parte del juego habitual. Existían otros mercados menores en ciertos planetas de otros sistemas, pero en ellos los productos eran de menor calidad y categoría, llegando a estar al alcance de las clases medias.

Los dos cuerpos de defensa de la humanidad, la Legión (Asuntos Exteriores) y Aegis (Asuntos Interiores) tenían firmados contratos de exclusividad con algunos splicers que criaban únicamente con fines militares y con las características idóneas para la unidad a la que esos splices se fueran a destinar. Perros, lobos, cerdos, bueyes, caballos, elefantes, aves, ratas, delfines, leones marinos o tortugas eran algunas de las especies cuyo genoma era hibridado con mayor frecuencia.

La paz del Universo se fundamentaba en los dos mercados, el de splices y el de RegeneX; si uno de esos pilares llegaba fallar... no quería ni pensarlo.

Y desde entonces ya habían pasado diez años.

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Muchas gracias por haberos asomado al primer capítulo de este fanfic y no dejaros asustar por la horrible portada que he juntado en un par de minutos xD

Este primer capítulo que es más bien un prólogo os pone en situación sobre el universo del que parto y hace una recopilación de las palabrejas complicadas (como la diferencia splicer/splice entre otros términos) para que no nos perdamos mucho.

Este fanfic va a ser largo. Espero que lo podamos recorrer juntos.

Las Guerras Splicer. Parte I. (El Destino de Júpiter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora