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Nos bajamos de la moto una vez que estaciona su vehículo.

Son como las cuatro de la tarde, para mí, una buena hora para venir acá, con el sol caliente en este frío tremendo y comida, ¿Qué más pio se puede pedir?

También pido a Marcus si se puede.

No se puede man, entao contentate con lo que ya tenes, al pedo nio esufrí siendo que eikuaa la Marcus outaha, no sabemos cuándo pero de que viene, viene, he'ingo ha'e.

Difícil ko es.

Pero no imposible.

Miro todo lo que hay de nuevo, ¿Ese va a ser baño o qué cosa? Se está construyendo algo cerca de la entrada. Ojalá sea baño, sería bueno que haya eso en la entrada luego ya, porque el que hay está más lejos, en la mitad del camino por ahí, bueno la verdad no estoy como para calcular la distancia del baño y la entrada pero dejémosle que está a la mitad y ni bollo.

—¿Dónde nos vamos a sentar?— Me pregunta Emilio.

¿Dónde nos podemos sentar realmente?

Miro hacia el lugar donde están las canchas. Siempre me quise sentar en un lugar...

—¿Y si nos vamos en la mitad de las dos canchas? — Me mira como si estuviera loca por ahí.

Realmente algo loca estoy.

No me molesta que me mire así, o sea, entiendo que pensemos de maneras distintas.

— O sea, mejor vamos frente al lago, en esa banca que está ahí— Digo al final.

Él sonríe.

— Si queres podemos ir en medio de las canchas.

Ese si vokere no sirve para mi.

— No no, vamos si que donde te dije. Frente al lago.

— Bueno está bien.

  Camino hacia el lugar donde se camina luego, pero me voy hacia el lado contrario porque obviamente no voy a hacer toda una vuelta para llegar hasta ahí. Pero si pensamos bien, ¿Estoy yendo a sentido contrario o no hay luego un lado por donde caminar?

Estas yendo al sentido contrario que vos soles caminar normalmente.

He. Ahí cambia todo.

Mientras camino observo el lugar donde en realidad me quiero sentar.

Otro día Nora, con otra persona.

Suspiro y me tranquilizo.

En verdad, con otra persona estaría mejor, ahora que pienso.

Llego primero yo, él viene detrás de mi.

Me siento y observo el lugar.

Lindo lugar.

Saco mi celular de mi campera.

Esto hay que fotografiar.

El cielo, el clima, el lugar, lo que tengo en la bolsa y un buen amigo.

Perfecto día. Ah no, falta el tereré para después.

Seguro pensás, "Pero hace frío ko", manciños/as. Eso jamás importó, el tereré se toma con lluvia, sol, verano, primavera, otoño e invierno, de mañana, de tarde, de noche y de madrugada también si queres, solo/a, con un amigo o con amigos o con tus parientes.

Saco la foto y miro re bien una vez que hago eso.

Sólo es la foto del lugar, sin comida y sin amigo. Pero obvio que cada vez que vea la foto voy a saber que fue un día grandioso, aunque haya faltado el tereré obviamente.

—  Da gusto acá había sido — Dice Emilio.

Sonrío sin mostrar mis dientes y  le miro.

— Epilla pío man— Sonreímos—, ¿Nunca viniste?

— Ya vine, lo que nunca ocurrió fue gustarme el lugar.

— Haihue, ¿Por qué?— Eu não sei.

— No me gustaba, pero desde hoy parece que si— Se ríe, seguro algo se le pasó por la cabeza o qué onda con su onda—, siempre y cuando tenga coxinha y buena compañía, claro.

Le miro bien sin decir una sola palabra.

Analizo su rostro, sus gestos.

¿Por qué es así? ¿Por qué dice eso?

Yo le dije, bastante pero bastante bien y lo dejé muy en claro, que no quería nada con él, que eso no iba a cambiar, que estoy esperando a alguien y él me comentó que ya sabía acerca de esa persona entonces ahí le hablé de Marcus. Pero es tan difícil para nosotros los hombres y con hombres me refiero a mujeres también obviamente, es complicado ver la realidad.

Y es que la realidad es relativa.

Porque yo no le puedo decir que nunca me voy a gustar de él porque puede ser que el día de mañana la tortilla vire, ¿O no? ¿O te dio hambre mi ejemplo? Puede que mañana yo despierte admitiendo que le amo y quiero gritar eso a los cuatro vientos y si se llegan a inventar más vientos a esos vientos también, y que ese mismo día él se levante diciendo "Al fin ya no le quiero más" ¿Y qué va a pasar?  Nadie sabe. O bueno, por lo menos sí sé qué va a pasar conmigo.

Aiketa depresiónpe.

Bola, realmente voy a entristecerme un flá 3 meses a full y después sólo voy a estar algo triste por otros 3 meses más.

Así es la vida.

Pero él seguro que se va a poner más feliz porque al fin va a dejar de quererle a quien no le quiere a él.

Entonces, le miro, y pienso en todo eso y sólo se me ocurre decirle:

— Que bueno es saber que soy una buena compañía.

Sonrío, si no me ponía a pensar en aquello, de seguro le iba a decir: "Bueno pues espero que encuentres una mejor compañía" y le iba a estar haciendo sentir mal ya otra vez, en vez que él se acuerde de mi como una persona buena, que respetaba sus sentimientos hacia mí pero que le tenía en claro que no pasaría nada pero que siempre le traté bien, él hubiese tenido en su cerebro la imagen de mí siendo totalmente egocéntrica y que yo le trataba mal ya que sabía sobre sus sentimientos por mi. Me pongo en su lugar y sé que prefiero mil veces que me traten bien.

Él sonríe feliz.

— La verdad sí sos re buena, Marcus tuvo suerte que alguien como vos le quiera a pesar de haber sido un drogadicto y todo eso que se decía de él, ya que ahora está procurando ser mejor para vos también— Me sonrojo, escuchar Marcus en una oración me da cositas—. Creo que introducís bien en la vida de las personas.

Me río. Da gusto escuchar eso, pero no creo que sea tanto así.

— Exagera ya otra vez este Emilio — Digo riéndome.

— Legal ko Nora.

— Man yo ko soy re mala.

— ¿Vos queres ser mala hina verdad?

— No, soy luego mala.

Nos reímos muchísimo ese día.

Pasé muy bien ese viernes y por si fuera poco no lloré de tristeza pero sí de felicidad por acordarme que tengo personas tan especiales en mi vida. Antes de acostarme hablé con Dios y le di gracias por todo, al final dormí con una enorme sonrisa.


Ya sé bobis. #2 [TERMINADA]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt