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— Y después qué gua'u, si o si se van a tener que besar— Marcus se sienta enojado en la silla de mi pieza.

¿Se acuerdan que tenía que ayudarle a Tadeo con el tema de su novia? Al genio se le ocurrió algo "grandioso" supuestamente porque tampoco estuve tanto de acuerdo, pero si calculamos bien nos podemos dar cuenta que sí es un buen plan.

¿En qué consiste?
Hacerme pasar por su amante aunque obvio, sería lo último que haría según mi ética, y claro que solamente sería si Marcus busca otra novia.

Pero bueno.

Tadeo dice que Brenda lo único que no soportaría sería una infidelidad, porque es muy orgullosa. En eso estoy de acuerdo con ella, nadie debe soportar una infidelidad, ahí ya depende de vos darle otra oportunidad a alguien que te engañó así.

— Mmm na Marcus, no nos vamos ko a besar— Le digo algo enojada ya, mil veces le expliqué que beso no iba a haber.

Tadeo me prometió, aunque también me dijo que si era necesario que por favor si le besaba.

Y yo le dije que sí, que iba a poner mi dedo encima de su boca para interrumpir el beso y no besarnos de verdad, verdad. Pero Marcus no tiene porqué saber eso, porque si se entera amontema.

— Además no entiendo por qué me estás reclamando si no somos nada —Estupidito quiero agregar pero mejor no nomás.
Tiene que darse ya cuenta que quiero que me pida ya para ser su novia o si no que se deje de pavadas.

— Mmm na Nora— Trata de agarrarme de mi mano pero soy mucho más rápida y me alejo antes que logre, como siempre.

Suspira pesadamente y se levanta de la silla, acercándose.

Le miro caminar, no camina tanto ya que estamos cerca, pero igual logro captar todos sus movimientos.

Es increíble porque él no sabe lo feliz que me hace tenerle acá y ahora, por más que nos estemos discutiendo sobre el tema este, eso hace que esté más feliz otra vez porque estaba comenzando a extrañar demasiado todo esto.

Dios mío, gracias por tanta felicidad.

Quiero sonreír de alegría porque se está preocupando sobre lo de ser novios, yo sólo le hincho, no quiero que me pida todavía porque también pienso que es muy rápido, o no sé, pero me gusta hincharle porque él se desespera.

— Vos sabes que sos muy importante para mi, ¿O no?— Agarra mi cara con sus manos y me acaricia las mejillas de manera tierna, acercando nuestros rostros. Le miro bien de cerca a sus ojos.

Estoy nerviosa, tenerle así me da escalofríos, o mejor dicho, esas famosas mariposas en la pancita. Nos estamos mirando el alma prácticamente, puedo ver toda la inocencia a través de sus ojos, todo lo que me puede dar, protección, amor, mirarle me encanta porque puedo ver que siente lo mismo que yo y es en serio, inténtenlo y verán que no miento.

— No sé— Digo despacio, porque me quedé tan perdida en su mirada que me cuesta algo de trabajo hablar bien, tanto así que tengo que carraspear porque o si no me sale esa voz horrible.

—¿Querés que te demuestre?— Pregunta acercando sus labios cerca de los míos y haciendo que nuestras respiraciones se mezclen.

Se me hace más difícil respirar porque estoy a punto de gemir con tan sólo imaginarme sus labios sobre los míos dándonos un beso apasionado, que desde hace mucho no nos damos más.

Pero deseo hincharle un poco más, es que estoy tan feliz de estar así con él.

— Bueno, no sé, si vos querés— Me da un piquito súper rápido y aprovecha esa oportunidad para enredar sus brazos detrás de mi espalda, quedando re cómoda entre sus brazos, no quiero que me suelte nunca.

— Yo sí quiero — Dice mirando mis labios con deseo.

Besame pues ya nde vairo.

— Ah bueno, así luego pio — Dice riéndose y haciendo que su rostro luzca tan adorable cuando hace eso, reír.

Me encanta hacerle reír.

Yo ya otra vez que pienso en voz alta.

Y entonces me besa.  Saborea cada rincón de mi boca con su lengua y yo hago lo mismo en la suya.
Es magnífico el sentimiento de felicidad, y en serio siento mariposas en mi pancita, eso hace que esto sea mucho más mágico.

Pero no pasa nada más después de eso, sólo nos besamos y eso es lo que más me gusta porque no me presiona, Marcus me respeta.

Quién iba a imaginar que pasase de ser el más mujeriego y drogadicto de la ciudad prácticamente a ser el muchacho más bueno que conocí. Y eso que sólo me junto con buenos muchachos.

Y entonces me doy cuenta que las personas pueden cambiar  para mejor, porque ellas mismas se deciden. Yo sé qué tal vez influí algo en su decisión de cambiar pero no fue por mi por quién cambió, fue por él, porque él quiere ser mejor, porque tal vez vió a través de mi vida, de mi familia, de mis amigos que apoyarnos uno a los otros también es reconfortante y una buena charla, una buena forma de querer es mucho mejor que unas drogas.

No le juzgo por las decisiones equivocadas que tomó cuando era más inexperto, porque ahora es obvio que está madurando, pero le aplaudo por el buen camino que está tomando ahora. Porque él es ya, una mejor persona. Y todo lo que hizo es algo que se puede admirar.

—¿Sabes que sos el amor de mi vida verdad? — Le digo mientras vemos la película, como ya les dije no pasó nada más, sólo estamos sentados uno al lado del otro disfrutando de los increíbles bien abrazaditos.

Me mira con una  sonrisa y puedo ver que su cara se vuelve roja.

—Y vos sabes que vos sos la mujercita a quien más amo, ¿verdad? — Me agarra de la mano y la lleva hacia arriba dando un beso sobre ésta.

Sonrío y sí, me sonrojo.

— Obvio que sé, istupido — Nos reímos súper y él hace que me acerque a su cuerpo y así terminamos viendo la película.

Ya sé bobis. #2 [TERMINADA]Where stories live. Discover now