21

98 24 1
                                    

— Dios mío Marcus, ¿No podes piko irte nomás ya? No quiero que se arme la tercera guerra mundial hina.

— E'a y bueno, cuando me expliques me voy tranquilamente.

Guardo silencio y le miro seriamente.

Tengo que decirle, tengo que hacer eso, él tal vez logre ayudarme.

— Marcus, primero que nada te voy a pedir que lleves tu vehículo a otro lado y después venís y te prometo vas a saber todo.

— ¿Tanto drama luego?

Suspiro.

Eso mismo vengo diciéndome hace mucho tiempo.

— Quiero llorar— La voz se me quiebra.

En serio.
Quiero llorar en serio.

No puedo más con tanto, es demasiado para una nena de dieciséis años.

Necesito de mi mamá todavía para tantas cosas y ellos vienen a cargarme con todo este lío.

¿Qué lo que tienen en su cabeza?

No le voy a decir todo todito pero al menos algo sí.

— Ey nena, tranquila ¿Está bien? Acá estoy para ayudarte pero no llores ¿Si? — Me agarra de los hombros y yo le miro en sus ojos—, sos hermosa— Sonrío, él no puede luego dejar de papearme, les juro que por más que el techo se queme va a ser capaz de decirme un cumplido'i por ahí—. Voy a llevar el auto en lo de Alejandra y ya vuelvo, mientras tanto procura de no llorar y tampoco de extrañarme— Me guiña el ojo y me da un piquito para después ponerse a buscar su llave.

Llegamos a la sala y yo veo todo lo que hace atentamente.

¿Y qué pasa si por ahí la señora justo está pasando y saca un arma y le mata? No estoy exagerando, todo puede pasar.

Así que para asegurarme de que eso no ocurra prefiero nomás salir junto a él hasta que entre en el auto.

Cuando camina hacia el frente le agarro de la mano y aprieto'i también.

— No te preocupes na tanto, ¿Vos sabes verdad quién yo soy?

— Marcus sos.

Rueda los ojos y se ríe.

— Ay bobita, te digo que nadie se mete con lo que a mi me importa y obviamente lo único que me importa sos vos, así que tranquila nomás que si llegan a hacerte algo yo les rompo la cara y literalmente, me conoces muy bien luego.

Mi cabello estaba estorbando un poco mi frente y él cuando notó eso colocó ese mechón de pelo por detrás de mi oreja.

Él dice eso, y es cierto porque ya fueron muchos chicos los que se alejaron de mi al darse cuenta que Marcus era algo mío, antes no éramos novios pero igual se alejaban por temor a él. Entonces, ¿Cómo es posible que madre e hijo quieran tentar al diablo para que les queme con el infierno que es? ¿O lo que pasaba era que no tenían ni idea de cómo quemaba el infierno, su infierno?

Y entonces le veo pasar. La señora me mira re mal, apenas tiene abierto su ventana, pero le reconozco al instante, no creo olvidar esos ojos de demente, a veces incluso me persiguen en mis sueños y cuando eso pasa tengo que ir junto a Karen, ella ni siquiera sabe lo que pasa, ¿Cómo lo que es posible que ni Karen no sepa de nada, tanto miedo les tengo? Y si, les tengo mucho miedo.

— Esa señora— Otra vez mi voz sale débil.

Marcus se da la vuelta y observa muy bien el auto.

Cuando se da cuenta que Marcus giró para mirarle ella apretó el acelerador y rápidamente desapareció de nuestros ojos.

Le miro a Marcus.

Él ríe.

¿Cómo pio es posible que se ría así como así?

—¿Esa señora te está molestando verdad?

— Sí— Me acerco a él y le abrazo.

En sus brazos me siento demasiado protegida, quiero, si es por mi, vivir pegada a su pecho.

Me acaricia la cabeza mientras corresponde a mi abrazo, me pega fuerte a él.

— Yo le conozco, creo que se quieren vengar de mi.

—¿También sabes que tiene un hijo?

—¿Vos le conoces a Emilio?— Pregunta separándose un poco para mirarme a la cara.

Asiento.

— Es por su culpa que la señora anda atrás, supuestamente está enamorado de mi.

—¿Qué?— Se enoja luego, pero no conmigo, seguramente con Emilio—, ese tipo esta loco. No te quiero asustar pero ahí se complica más las cosas.

—¿Por qué?

— Porque ahora le quiero matar a ese estupido por haberte interrumpido la paz mientras yo no estaba para protegerte.

Ya sé bobis. #2 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora