SOMBRAS

PARTE 2

Los días fueron pasando más lento que de costumbre y el frío había empeorado hasta el punto de no poder levantarse de la cama.

La tormenta de nieve duró tres días seguidos, fue un factor importante para que todos permanecieran en sus habitaciones, y el culpable de que yo también lo hiciera sin opción a que pueda realizar otras actividades.

Llegado el cuarto día, respiré profundamente extendiendo mis brazos con felicidad al ver el hilo amarillo que cruzaba bajo mi puerta, la temperatura en el exterior ya era tolerable para mi cuerpo, y no perdí más tiempo para alistarme e ir a disfrutar de los primeros rayos de sol.

Cogí mi cámara y me fui directo por algo de comer, sobrevivir a base de galleta y agua no fue una experiencia agradable.

Hoy mi agenda se basaba en recorrer todos los proyectos de arte, eran varios asi es que me iba a tomar mucho tiempo, luego iría hacia el jardín y me sentaría a escuchar un poco de música. Mi día ya estaba organizado.

Al entrar al comedor escogí un lugar cerca a la puerta colocando mi abrigo en la silla para que se dieran cuenta que ya estaba ocupado y fui directamente a servirme lo necesario para comer y recuperar energía.

Acomodé mi fruta para que no cayera y con una sonrisa regresé a mi lugar, sonrisa que no duró mucho tiempo porque escuché las voces de las personas que conocía muy bien en este lugar. No necesité mirar para saber que Momo y sus amigas se encontraban frente a mi mesa, no se como se las arreglaban para quedar siempre cerca de donde me encontraba.

No entendía por qué Momo, la líder del grupo en cuestión, se quedaba aquí si tenía una familia esperándola en casa. Si no fuera por ella, quizás las otras dejarían de molestarme.

Me centré en comer ignorando todo a mi alrededor, para ser sincera, no me agradaba estar en el mismo lugar que ellas, pensé que con las vacaciones iba a estar más tranquila, pero debí suponer que no podía esperar nada bueno cuando se trataba de ese grupo. Eran como el invierno. Extremadamente frías y expertas en arruinarlo todo.

Levanté la vista y me regañé por dentro, por un momenro mi mente se distrajo con los pensamientos que rondaban en estos últimos días y no pude darme cuenta de lo que hacía. Quise bajar la vista al verme descubierta, pero descarté la idea cuando vi a la persona que provocó que estuviera distraída hace un momento. Pero era claramente pensamientos no agradables, aún no entendía como fue capaz de tratarme de ese modo. Fruncí el ceño y dejé el pan lentamente en mi plato.

¿Era ella, cierto?

La misma chica que leía el libro del principito, parecía muy concentrada en los afiches cerca a la puerta, y pude percatarme que tenía cierta costumbre de achicar los ojos cuando estaba leyendo algo, lo sabía porque vi que hacía lo mismo en la biblioteca.

Pero, ¿Qué hacía aquí? ¿Estaba siguiéndome?

Me puse de pie tan rápido que olvidé por completo que  primero tenía que alejar la silla para poder levantarme, ¿El resultado? Terminé sentándome de golpe y con un dolor muy fuerte en los muslos.

Por las risas sabía que todos se habían dado cuenta de mi torpeza, los ignoré y volví a mirar en la misma dirección para cerciorarme que también se había quedado en el mismo lugar riendo por lo sucedido, pero ya no había nadie, me acomodé en mi asiento nuevamente no sin antes sacar el dedo medio al grupo de Momo por llamarme idiota, sabía que me iba a arrepentir después por haber hecho eso, pero no me importó demasiado, estaba más ocupada en encontrarla de nuevo.

Mi teléfono empezó a vibrar dentro de mi bolsillo y vi la excusa perfecta para salir en su búsqueda, no podía haber ido tan lejos.

-¿Jennie?- respondí cuando ya estuve fuera y empecé mi búsqueda fingiendo desinterés-