Capitulo 1

837 63 19
                                    

Por encima de viejos tejados y agujas desgastadas las sirenas portuarias cantan durante toda la noche; Voces venidas de puertos extraños, de blancas playas distantes, y océanos fabulosos, unidas en coros apretados.

Ajenas unas a otras, no se conocen entre sí, pero todas, por obra de alguna fuerza oscuramente concentrada desde honduras ensimismadas más allá del curso del Zodiaco, se funden en un misterioso zumbido cósmico.

A través de vagos sueños organizan un desfile de formas aún más vagas, insinuaciones y visiones; ecos de vacíos exteriores e indicios sutiles, de cosas que ni ellas mismas podrían definir.

Y siempre en ese coro, tenuemente mezcladas, captamos algunas notas que ningún buque terrenal emitió jamás.

H.P. Lovecraft

La batalla no cesaba, y ninguno de los bandos daba el brazo a torcer. Era morir o vivir. Algunas veces me preguntaba si de verdad estábamos al servicio de un dios benevolente o si solo era un señor de los ejércitos con ansias de sangre.

Solo los humanos tenían el beneficio de la redención por medio del arrepentimiento, pero nosotros solo desapareceríamos en el viento en el momento que nuestra luz se apague en una de nuestras batallas, no existía otra manera de matar a un arcángel y mucho menos a un querubín.

Las quimeras tenían un ejército volador implacable que no se permitía una derrota y menos contra los ángeles, pero esta vez nuestro destino era tan negro que ellos luchaban a nuestro lado al igual que los dragones. Los demonios querían tomar el control de la tierra luego de una rebelión en el infierno. Lucifer había desaparecido para terminar sus días en la tierra junto a los humanos, pensaba que su existencia había sido condicionada por nuestro padre y quería disfrutar los placeres de la inmortalidad. Quería conocer el amor, algo que para mí solo es un sueño.

Mi espada brillaba con la luz del sol y mis alas volaban majestuosamente encima de este océano perdido en el vórtice entre lo que conoce la humanidad y el mundo donde convive la magia. Nosotros al ser guerreros del cielo podíamos estar en todos lados y pasar desapercibidos. Somos guardianes de la vida en general. Mi error en esta batalla fue permitir que mi mente pensara y creara una distracción. Sentí un calor profundo en mi costado derecho, me habían herido y solo me sentí caer, eso de ver tu vida en un segundo es una gran mentira, yo veía todo rojo. La caída fue dolorosa y las olas del mar travieso ahora me llevaban a un lugar desconocido, yo jamás he entrado en el océano. Era jurisdicción de los dioses del olímpico y yo serbia al dios del cielo. Si sobrevivo Poseidón me asesinara, lo sé. Es el fin.

Mi cuerpo flotaba en medio de lo que se los humanos llaman alta mar, soy una naufraga con alas que ha perdido la mayor parte de su sangre y será devorada por una criatura marina. Nunca entendí porque los ángeles cuando somos heridos, somos tan vulnerables como los mortales. Perdóname padre, he fallado.

En medio de mi agonía, pude sentir como algo me rodeaba y me sentí lista para la embestida. Debería ser un tiburón o una orca asesina, en el peor de los casos un pez prehistórico de esos que todos piensan desaparecieron de la faz de esta tierra.

Mire a los lados y veía como una larga cola del color de las esmeraldas hacia acto de presencia ante mis ojos, era hermosa. Sentí un leve canto en mis oídos, y ahora lo entiendo, seré devorada por una sirena. Cuando su parte humana salió de las turbias aguas pensé haber visto la criatura más hermosa y sublime que mis cansados ojos pudieron ver en sus siglos de vida. Siempre escuche sobre el canto de estas criaturas y los espejismos que crean en las mentes de sus víctimas.

Moriré en tus manos, ¿cierto?

Ella ignoro mi pregunta y mis ojos se fueron al cielo. Seré polvo en el viento. Era el momento de partir, pero no fue lo que sucedió para mi sorpresa. Mi cuerpo estaba siendo arrastrado hacia unas rocas cercanas. No entiendo cómo fue que llegamos tan rápido a una orilla, creo que estoy delirando. Sé que moriré.

Estas muy herida. No pensé ver la sangre de un ángel. Tiene un aroma electrizante... Su voz. Ni los coros de mis hermanos en el cielo se asemejan a su voz. ¿Qué clase de criatura tan perfecta es esta? Necesito más.

Yo... Fui herida en batalla, los demonios están aquí. Dije con voz temblorosa.

Lo sé, el océano esta infestado de muerte. Ustedes caen en todos los extremos.

¿Por qué no me has matado aun sirena?

¿Cómo podría acabar con la existencia de algo tan hermoso?

Ella dijo que soy algo hermoso. Mi mente me está jugando una terrible broma, la existencia de ellas se basa en asesinar todo lo que ven, no son amables.

Soy Lauren, un arcángel que está a punto de morir en manos del ser más hermoso se este universo.

No vas a morir. Soy Camila, respira profundo, esto dolerá.

La vi colocar unas algas en mi herida y sé que dolía, pero no podía apartar mis ojos de ella. Me tenía hipnotizada. Ella era perfecta, lucia maliciosa e inocente a la vez.

Duerme ángel. Que la luz dorada de tus ojos nunca se apague.

No, yo quiero, Camila... Perdí el conocimiento. No seas un sueño por favor, repetía en mi mente cuando todo se hacía oscuro, y Morfeo me atrapaba.

Duerme ángel. La sirena se fue dejando atrás al ángel. No sería la última vez.

The Siren And The Fallen - A Camren Mini FanficWhere stories live. Discover now