Capítulo 18

391 45 11
                                    

Mis oídos me avisan que se acerca a la puerta, siento ganas de gritar, pero no lo hago, si hay alguna posibilidad de que lo que sea que este afuera se aleje, no voy a cagarla lanzando un grito de damisela en apuros.

No quiero seguir siendo ese tipo de chica.

Lanzo un gruñido que solo Brad y yo podemos oír, acto siguiente, me pongo de pie sin hacer demasiado ruido y busco a nuestro alrededor la llave de esta cosa, solo que, segundos después, me doy cuenta que esto es solo un carro, no tiene motor.

Vuelvo a gruñir como un perro al que le intentan quitar su comida y luego tomo la silla frente a mí, no me atraparán sin pelear, claro que no lo harán.

Los pasos son cada vez más fuertes y mis piernas, más de gelatina alguien toma el picaporte, mientras este se mueve lentamente, yo levanto la silla, caminando en dirección a la puerta.

Es entonces que la puerta hace un chirrido y empieza a abrirse.

Lanzo un grito al ver como la luz de afuera entra por el hueco que hay entre la puerta y el umbral, pero entonces, un sonido de una bocina me detiene, las luces de afuera se cuelan por las cortinas, siento un fuerte golpe y luego, mas bocinazos.

Me asomo por las cortinas, Víctor está dentro de un Jeep azul oscuro junto a Carolina y Patricia.

—Brad, toma a Em... —Ordeno desconectándole con delicadeza los cables de sus muñecas.

Mi mejor amigo toma en sus brazos a una inconsciente Emily al mismo tiempo que yo corro hacia la puerta y la abro para dejarlo pasar.

Miro a Max en el suelo, parece muerto, frunzo el ceño y me acerco lo más rápido que puedo y lo tomo por los hombros, intento levantarlo, pero me es imposible.

Muevo mi cabeza en dirección a la puerta para gritar por ayuda, pero antes de que diga una palabra, Brad reaparece, trota hacia nosotros y lo levanta como un saco de papas, es algo brusco, pero al juzgar por la cantidad de alcohol que ingirió, me sorprende que no se choque con cada cosa que se le cruza.

Él cruza frente a mí y por segunda vez, sale a la intemperie, lo imito y miro el capó del Jeep, está completamente abollado, me volteo y veo a uno de los ciudadanos del pueblo, este, esta tirado con la espalda sobre su cabeza, todo retorcido.

Creo que está muerto.

Mis ojos se abren por completo al ver como este tipo, el que indiscutiblemente debería estar muerto o sumido en un profundo coma, se acomoda provocando el crujido de sus huesos y lentamente, se pone de pie.

—¡Megan! —Me grita Víctor, haciendo que me espabile.

Camino de espaldas hasta llegar a la puerta derecha del Jeep, me subo en él junto a Brad, Patricia y el cuerpo de Emily y de Max.

Víctor presiona el acelerador y como todo un desquiciado, vuelve a chocar al tipo frente a nosotros.

El motor ruge y el Jeep se tambalea al pasar sobre aquel tipo, un escalofrío me invade.

Y mientras todo se incendia, nos alejamos como si no hubiera gente en peligro, como si fuéramos los únicos en la tierra.

Narra Max:

Siento el frío apoderarse de mi cuerpo, pequeños copos de nieve chocan contra mí, un escalofrío me hace temblar, aquí afuera está helado, jamás pensé que el inframundo pudiera ser tan helado, tan solitario, tan deprimente.

A mi alrededor hay casas, muchas de hecho, todas cubiertas por la nieve, parecen abandonadas, las calles están obstruidas por esa agua congelada color blanco, como si nadie las mantuviera, como si ninguna persona se encargara de pasar la máquina barredora cada mañana.

Inferno © [3]Where stories live. Discover now