Narra Emily:
—Vamos Brad, sé que puedes hacerlo —Pronuncio dándole ánimos.
El chico de dentadura perfecta bufa, lanzando el lápiz numero dos hacia el centro de la mesa y posteriormente, acurrucando su cabeza entre sus manos.
Sonrío de manera disimulada, no sé, pero hay algo en las expresiones de Brad que me causan ternura, es como un niño pequeño que no sabe el gran potencial que tiene.
Él sigue en la misma posición y yo aprovecho a quitarte la hoja de los ejercicios, notando que de los diez que le propuse, cinco están mal, uno regular, uno bien y los tres restantes, incompletos.
Poso mi mano sobre su brazo, y lo presiono, casi obligándolo a que levante la cabeza y me observe.
—Hey, lo lograremos, ¿Sí? —Musito para ambos.
Él me sonríe, pero lo hace de una manera extraña, sin siquiera mostrar sus dientes.
—No puedo hacer esto...
—Claro que sí —Insisto tomando el lápiz y obligándolo a que lo tome. —Mira... —Arrastro mi silla un poco más cerca de la suya y me inclino hacia adelante, donde la hoja ahora se encuentra. —Tienes un error con los signos, solo eso... —Termino de hablar, solo para darme cuenta de que Brad me está mirando a mí y no a los ejercicios. —¿Qué pasa? —Le pregunto con mis ojos clavados en los suyos.
Él moreno no responde.
—¿Brad...?
—¿Qué...? ¿Qué? —Su cabeza se mueve de izquierda a derecha con rapidez y luego, baja la mirada hacia la hoja.
—¿Pasa algo? —Arqueo una ceja.
—Eh... No —Mi expresión incrédula parece afectarle, pues suspira y finalmente, se echa hacia atrás en la silla. —¿Qué ocurrió con Christian? —Escupe de repente, tomándome por sorpresa.
—¿A qué te refieres? —Me hago la tonta, desviando la mirada.
—No hay noticias sobre él —Se encoge de hombros. —Es como si hubiera desaparecido.
—Solo se fue —Pronuncio, mintiéndole en la cara. —No tengo idea de dónde está.
—Pero... Es que no lo entiendo, ¿Por qué se iría así?
Miro a nuestro alrededor, asegurándome que no haya nadie cerca que pueda escucharnos y después, me acerco un poco más a él. Sé que no dejará de preguntar hasta que no le dé una verdadera razón por la que Christian está "ausente".
—Okey —Comienzo, susurrando tan bajo que apenas yo me escucho. —Voy a contarte algo, pero debes prometer que jamás, JAMÁS, vas a repetirlo ante nadie —Añado abriendo mis ojos completamente.
Brad muestra una expresión de sorpresa y luego, procede a alzar su dedo meñique. Sonrío, este chico es un niño, aunque supongo que es parte de su encanto; la sonrisa de complicidad que tiene ahora, esos dientes blancos y los ojos oscuros de cachorro inocente, resultan en un maldito y encantador adolescente.
Rodo los ojos con cierta gracia y engancho mi dedo con el suyo, solo para cerrarlos como si fueran un candado.
—Descubrimos —Y al instante, noto el error que acabo de cometer. Aun así, continúo, si cambio mis palabras, o siquiera una sílaba, podría no creerme. —Descubrimos que Christian acosaba a Lucy.
—¡¿Qué?! —Exclama y yo tomo su mano y la presiono, haciendo que se calle.
—Mi madre nos lo dijo —Y ahí va de nuevo el maldito plural. —Suponemos que no pudo soportarlo y escapó.
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Inferno © [3]
Mystery / ThrillerLa batalla por la tierra acaba de comenzar. • Libro 3, Saga "Sobrevivientes". •