Paper Hearts.

17.

Sí a Anne Parker le hubieran dicho que después de la muerte de su hijo y su desastroso matrimonio, se encontraría acostada en el césped besando a la hija de su jefe, se habría reído como nunca.

Sí a Chloe Howland le hubieran dicho que después de que su novio de toda la vida la dejara plantada en el altar el día de su boda, se encontraría acostada en el césped besando a la mejor abogada de la firma de su padre, se habría reído como nunca.

Sin embargo, a veces la vida es quien se ríe de nosotros.

– Wow – fue lo único que se le ocurrió decir a Chloe cuando el beso terminó. Anne mordió su labio mirando los de Chloe antes de volver su vista a sus ojos – wow – repitió al verla sonreírle así.

– Y tú querías que me despidieran – dijo Anne en una risa al verle la expresión que tenía en su rostro. Las mejillas de Chloe ardieron un poco más al escucharla – agradezco que no haya pasado – llevó su mano delicadamente a la mejilla de la chica para acariciarla levemente.

– Yo también – rió Chloe – no puedo creer que haya sido tan idiota contigo – susurró avergonzada – ¿Podrías perdonarme? – Anne rió esta vez – ¿No? –

– Yo te perdoné incluso antes, Chloe – respondió sinceramente – nunca he estado en realidad molesta contigo – los ojos de Chloe no podían apartarse de los suyos, era una sensación muy cómoda – ahora, hablando de eso, no sé si lo sepas pero soy una persona muy... – rió ya que le avergonzaba un poco decirlo – celosa, pero es inconsciente – rodó sus ojos. Chloe se dejó llevar por su risa y aquello solo provocó que Anne se sonrojara.

– Te he visto enojada y créeme que no quiero que eso suceda conmigo – respondió sinceramente – además, no tengo intenciones de estar con otra persona, lo que quiere decir que todas están contigo, y puedo adelantar que son las mejores – asintió muy convencida. Anne sonrió, Chloe era una mujer muy sincera, hermosa y agradable, le parecía maravillosa, y la quería solo para ella.

– De cualquier forma te quiero solo para mí – le dijo lo que pensaba – es lo justo – Chloe asintió dándole totalmente la razón.

– Seré solo tuya, lo prometo – respondió, todas sus intenciones estaban con ella. Anne rió sintiéndose feliz, su lengua entre sus dientes, no recordaba reír así desde que Noah estaba con vida – y tú serás mía, y ya sabes – volvió a reír.

– Oh Chloe, yo ya soy tuya – dijo sin poder dejar de sonreír, y vaya que extrañaba hacerlo. La sonrisa de Chloe era de genuina felicidad, la había hecho feliz – no quiero arruinar el momento, en realidad no quiero hacerlo – suspiró luego de unos segundos en los que simplemente se miraron – pero tenemos que trabajar en el caso de Dustin –

– Claro, no hay problema – respondió sin dejar de sonreír – cuando el caso se resuelva podrás estar más tranquila y eso me hará sentir así a mí – Anne sonrió mientras la miraba levantarse y extenderle su mano, la tomó con suavidad sintiendo que no quería volver a soltarla.

Anne había vivido un momento maravilloso con Chloe, se habían dado su primer beso y aun trataba de asimilarlo. Desde la muerte de su hijo se había cerrado a tantas emociones que la hacían sentir viva, incluyendo el amor; y Chloe con su llegada le había demostrado que los sentimientos que tanto creía reprimir, solo estaban esperando por quien mereciera volver a provocarlos.

Chloe se sentía tan feliz en ese instante, a pesar de conocer a Anne hace poco tiempo, sentía que la conocía desde hace mucho más. Se habían dado su primer beso y lo que sentía gracias a eso era simplemente incomparable. Sí había logrado que Anne la quisiese, entonces sí merecía una segunda oportunidad en el amor.