La Creadora de los Miraculous (ChatNoir x Tú)

Capítulo 16: Hermosos Ojos

¡****!-.Parpadeaste un par de veces al escuchar aquella voz masculina llamándote, el propietario de ella era aquel joven de piel morena, el portador del Miraculous de la tortuga.-Perdóname por gritarte, tenías mala cara y no respondías a lo que te preguntaba -.Frotaste tu sien suavemente con tus dedos mientras descendías la mirada, tus pantalones se encontraban completamente empapados gracias a que te encontrabas sentada en una azotea completamente encharcada por la fuerte lluvia ¿Cuánto tiempo te habías sumergido en tus recuerdos para no percibir que Carapace te había alejado de la torre?.-****....

Pe-Perdóname...Aun me encuentro en Shock...-.Hablaste con una voz cansada y de bajo tono, realmente no te encontrabas en tus cinco sentidos y eso ponía en peligro a los portadores ¿Qué pasaría si un ser de la Oscuridad los atacaba? No podrías ser de utilidad...

El suspiro del moreno te hizo regresar la mirada sobre él.-No te preocupes, nos ocuparemos del Akuma.-Se elevó dejando de estar de rodillas frente a ti y volteo para ver como sus compañeros peleaban con aquel Akuma cambia formas, el cual había dejado atrás su forma de Chat Noir para ahora ser Lady Wifi.-Necesitan mi ayuda, no te muevas de aquí pase lo que pase.-Sin esperar una respuesta tuya salto de la azotea en dirección de la pelea.

Lo siento...-.Murmuraste mientras te levantabas y comenzabas a caminar hacia el otro extremo de la azotea, necesitabas buscar a Kami con urgencia ya que eran muy pocas las ocasiones en las que os habíais separado; no te podías imaginar una vida sin tu Kwami.

Han...Okami...-.Tu respiración se acorto mientras todos tus músculos se tensaban obligándote a detener tus pasos, aquel susurro lo habías escuchado tan cerca que jurabas que te lo habían dicho al oído.-Estas...cerca...Puedo olerte-.Volteaste rápidamente y fue entonces cuando tus pupilas se contrajeron de manera brusca al observar como una sombra se arrastraba hacia donde te encontrabas; lo que parecían ser sus manos se incrustaban en el duro material del que estaba hecho la azotea, con gran esfuerzo se impulsaba para poder arrastrarse hacia ti mientras dejaba a su paso un rastro de baba negruzca la cual era incapaz de desaparecer con la lluvia.

¡No te acerques!.-Retrocediste unos cuantos pasos hasta que tus talones chocaron contra el borde de la azotea en la que te encontrabas, tus piernas temblaban de manera violenta mientras las pulsaciones de tu corazón se descontrolaban.-¡No eres real!-.Tus manos viajaron a tu cabeza agarrándola mientras intentabas entrar en razón, estabas sufriendo otra de tus tantas alucinaciones. El pasado te perseguía y hasta que no lo afrontaras no te dejaría descansar en paz, pero ¡¿Por qué siempre regresaba?! ¡Habías estudiado la mente humana y sus complejidades durante 100 años para auto ayudarte a superar tu pasado y a tus alucinaciones! ¡¿Por qué regresan?!

Han...-.Alzaste la mirada viendo como esa sombra se encontraba enfrente de ti, dejando apenas unos milímetros los que os separaban.-Te encontré

Ahogaste un grito en tu garganta mientras retrocedías por acto reflejo sin recordar en donde te encontrabas, fue entonces cuando la fuerza de la gravedad actuó sobre ti, haciendo que tu cuerpo callera al vacío. Cerraste los ojos con fuerza mientras el recuerdo de la hermosa sonrisa del chico al que juraste amar eternamente asaltaba tu mente, su mirada celeste extrañamente poseía ahora una tonalidad esmeralda y su cabello tenía un brillo dorado "Chat..."

El sonido de las sirenas de la ambulancia no se hicieron esperar mientras aquella sombra contemplaba el vacío por donde la chica se había precipitado, podía percibir el intenso olor cobrizo de la sangre y oír los lentos latidos de su corazón. Su atención se desvió al sentir un segundo latido el cual se situaba cerca de Han, quizás era el causante de la llamada de emergencia.-Han...Quiero verte-.En apenas unos segundos aquella sombra se abalanzo sobre su victima.

(...)

¡Por favor! ¡Necesitamos verla!-.Marinette golpeo con las palmas de su mano el mostrador de enfermería al no poder conseguir que aquella mujer dijera en donde estaba ****.

Ya les he dicho que si no son familiar no pueden ver a la paciente, lo siento mucho-.La enfermera mantuvo la compostura, años de experiencia la habían preparado para soportar a los familiares y amigos de los pacientes que se tensaban con lo sucedido en urgencias, ella solo debía mantener la calma y si se complicaba solo tenía que llamar a seguridad.

Señorita, se lo suplico.-Adrien sujeto de manera delicada el hombro de Marinette para que se calmara mientras sus ojos esmeraldas se encontraban con los castaños de la enfermera.-Ella es nuestra amiga, le prometo que si nos ayuda no diremos nada-.Aquella pacifica mirada verde cargada de sensualidad logro que la sangre se acumulara en las mejillas de la enfermera, la cual no dudo en señalarles un pasillo indicando el número de habitación.-Muchas gracias, que tenga un buen día.-Sin esperar un segundo más los cinco adolescente corrieron hacia el pasillo señalado; Adrien no se sentía cómodo consigo mismo cuando usaba su faceta de modelo para conseguir algo, era tan escasas las veces que lo había utilizado que lo podría contar los dedos de una mano.

Hey-.Nino agarro el hombro de su amigo regalándole una de sus mejores sonrisas, el conocía a la perfección lo que sentía el rubio.-No te sientas mal, gracias a tus dones de modelaje podremos verla-.El moreno tenía toda la razón, ahora lo importante era el estado de su amiga, no importaba como se encontrara él ahora.-Cuidado Adrien-.El brazo de su amigo lo freno a tiempo antes de que una camilla, que era llevaba por unos enfermeros, lo atropellara.

¡Necesitamos el quirófano listo! ¡Y traer quinientos mililitros de cero negativo! ¡No se detiene la hemorragia!-.Los cinco adolescentes se quedaron en silencio al observar como los enfermeros corrían por el pasillo con el herido en aquella sangrienta camilla, no les había impactado la cantidad de sangre perdida pero si el hecho de que aquella persona tenía el rostro casi totalmente destrozado y la ausencia de ojos; es como si una bestia le hubiera desfigurado para llegar a los tan importantes órganos.

Es por esto que odio los hospitales-.Alya desvió la mirada apretando los puños, no soportaba la idea de saber que alrededor de ella había gente muriendo por diferentes razones, algunas más dolorosas que otras.-Vayamos con **** rápido.-Sus amigos no dudaron en obedecerla y se encaminaron a la habitación que la enfermera les había indicado.

(...)

"****..."

Abriste los ojos con lentitud viendo como los rayos de sol se filtraban por las cortinas de aquella habitación blanca en la que te encontrabas, sentías que habías despertado de un largo sueño.-¿Dónde...?

"****....Gracias al cielo, estas bien"

Kami...-.Bajaste la mirada hacia tu brazo viendo como el brazalete se encontraba activado por el poder de tu Kwami, también observaste que aquel brazo poseía una vía que administraba medicación directamente a tu torrente sanguíneo ¿Estabas en un hospital?.-¿Qué paso?...

"No lo sé, llegue al mismo tiempo que la ambulancia" Dejaste salir un suspiro mientras intentabas recordar, pero simplemente era como si tus recuerdos hubieran sido borrados de tu mente dejando como último recuerdo cuando te encontrabas en casa de los Agreste y Chat intento propasarse contigo "Cuando te subieron a ella me infiltre sin que los humanos se dieran cuenta y me introduje en el Miraculous para sanar tus heridas" Desviaste la mirada observando aquella blanca habitación percatándote de que había un espejo enfrente de ti, en donde visualizaste que tus ojos se encontraban en una tonalidad dorada.-Mis ojos...

"Culpa mía, he estado muchas horas dentro de ti sanándote y empezaste a transformarte" Te llevaste una mano al pelo moviéndolo para ver en tu reflejo como este poseía algunos mechones blancos, si Kami seguía en tu interior el traje no tardaría en aparecer y descubrirían tu identidad.-Me encuentro bien, debes sali~

En ese momento la puerta de la habitación de abrió.