Capítulo Diecisiete En compás de Espera

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Conduciendo hacía su casa con la rapidez que el tráfico le permitía, Jazmin sólo pensaba en su hija y en que cuanto esta situación provocada por Helena le iba a afectar en un futuro. En un pasado pensó que algo como lo que estaba ocurriendo se le haría presente; su ex venía teniendo ciertas actitudes que reflejaban el querer pelear por la custodia de Milly. Ella en muchas oportunidades logro que desistiera en su intención pero temía que Helena hiciera valer sus derechos como madre. Por el bienestar de su princesa Jazmin no quería llegar a este punto; en su corazón todavía guardaba afecto por Helena. Más su profundo amor por su princesa la haría capaz de todo por tenerla con ella para siempre.

─¡Helen Despertate! ¿Por qué venís ebria a querer llevarte a Milly? ¿En que estabas pensando?

─¡Hola Jaz mi amor! Yo no estoy ebria. Me siento deprimida y no quiero estar sola.

─¿Qué decís? No podes ni sostenerte por ti misma. Por Dios como has llegado en ese estado hasta aquí.

─No me armes quilombo. ¡Ayúdame! Estoy hecha mierda, mi vida es un completo desastre. Sé que no tengo ningún derecho a pedírtelo porque te hice sufrir demasiado. Vos sos lo mejor que me ha pasado y no sabes cuánto me recrimino el no valorarte como te merecías.

En medio de aquella escena Jazmin se llenó de compasión, Helena la mujer egoísta, autosuficiente y ególatra se derrumbaba ante sus ojos; llorando desconsolada y pidiendo a gritos ser salvada de su miseria. La imagen de su ex mostrándose débil y necesitada le producía culpa y remordimiento. No podía dejar de tenderle una mano en un momento tan doloroso y crítico.

─Cálmate. Todo estará bien. Ahora tenes que darte un baño, comer algo y después te puedes quedar a dormir.

─¿Lo decís en serio Jaz? Perdóname que te joda tanto.

─Tranquila, ya mañana hablaremos con calma y me contaras porque estas así.

─Gracias. Sos una mina increíble.

─Espérame aquí que voy a prepararte todo.

Una vez más Jazminestaba experimentando un día muy particular, conoció a Florencia la mujer de susueño hace minutos y Helena irrumpía de nuevo en su vida totalmente abatida ynecesitando de su ayuda. Tal vez convenga que las cosas pasen de esta manera ─pensó─ en su cerebro los pensamientossurgían más rápido de lo que ella podía analizar y evaluar; tocaba enfrentarcon cabeza fría lo que estaba viviendo.  El sonido de su celular la trajo de vuelta.

─¡Hola Jaz! ¿Cómo fue la entrevista?

─¡Hola Lu! Todo bien.

─Me alegro por ti. Te voy a enviar a tu correo la crítica de Florencia Estrella sobre tu colección. Para mí esta genial. ¿Decime qué onda la chica?

─Simpática y muy agradable. Al igual que Muñeca la asistente de Virginia. Debo llamarla para agradecerle por prestar los espacios de su galería.

─Ya yo lo hice. No te preocupes. Estamos en contacto. Un beso para ti y otro para Milly. Cuídate.

─Igual para ti y Lucas. Gracias. ─Jazmin recordó que había quedado con Carla en contarle como le fue en la entrevista, eso no sería posible por el momento y menos con la presencia de Helena y su condición; debía postergar la cita e inventarle una excusa creíble. No se sentía con ganas de hablar sin antes aclarar todo entre Florencia y ella. Ahora que la había encontrado solo quería obtener respuestas a todas sus interrogantes; de aquí en adelante la paciencia tendría que prevalecer. 

El destino tiene otros planes  (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora