Living In A Dream [ Harry Potter ]

Forty-three: Red

Treinta y tres: Rojo

Navidad era una de las festividades favoritas de Lucy, porque por un día no pensaba en nada más que en familia, amigos y seres que amaba.

Se despertó y sonrió, no había nadie en la habitación, se paró de la cama y lo primero que vio fueron los paquetes que había recibido esa noche, los recogió y los puso sobre su cama y después comenzó a abrirlos sin ningún apuro.

El primero que abrió era de Hagrid, un suéter algo deforme, pero bonito, se notaba que el mismo Hagrid lo había tejido y Lucy agradeció el gesto, la señora Weasley le había enviado el tradicional Jersey Weasley, Lucy se emocionó, este año era de color rojo, Lucy lo puso en su cama, aquel día lo usaría.

Había una gran caja de dulces de parte de Ron, Hermione le regaló maquillaje, Lucy se sorprendió, Hermione le dejó una nota que decía que lo usara esa noche, Lucy sonrió nuevamente, Harry le había regalado un hermoso libro de música muggle, Lucy soltó un gritito, Harry era de los pocos que sabía que era una fanática de bandas muggles y más si eran de Inglaterra, abrazó el libro a su pecho.

Cedric por otro lado le dio dulces y posters de equipos de quidditch algo que hizo sonreír a la pelirroja.

Draco le regaló unos lindos accesorios para el cabello color plata, que combinarían perfectamente con el vestido que llevaría esa noche.

Suspiró, no había ni siquiera una nota de parte de sus padres.

Fue al baño de su habitación y se vistió con el jersey Weasley, sonrió, le quedaba a la perfección, lo acompañó con unos jeans algo ceñidos.

Salió del baño de su habitación y se dirigió a su cama, se agachó y miró por debajo de ésta en donde había una caja algo grande, la jaló y la cargó con sus manos, se miró en el espejo una última vez, comprobando que se veía decente, y Salió de la habitación en busca de sus mejores amigos, que seguramente estaban juntos.

Se equivocó, pues al bajar a la sala común lo primero que vio fue a Hermione leyendo un libro, no cualquier libro, sino el libro que le había regalado ella misma.

—¿Te gustó? —preguntó Lucy cuando llegó a su lado. Hermione levantó la cabeza y la miró, sonriente, asintió.

—Todos, me encantaron —Lucy le había regalado una pequeña colección de diez libros de fantasía, que estaba segura le encantarían a su amiga —. De vez en cuando es bueno romper la rutina, y la fantasía es algo bueno para empezar.Lucy asintió.

—Por cierto, feliz navidad —Lucy dejó la caja en sofá cerca de Hermione y la abrazó.

—Igualmente, Ly —dijo Hermione. Lucy volvió a tomar la gran caja —. ¿Qué llevas ahí?

—Una sorpresa —contestó Lucy —. ¿Dónde están los chicos?

—Supongo que en su habitación —Hermione cerró su libro y se levantó de su asiento —. Vamos.Ambas chicas subieron por las escaleras que conducían a las habitaciones de chicos, Lucy estaba emocionada por entregar aquel regalo.

Cuando llegaron a la puerta que rezaba cuarto año Lucy habló:

—Yo toco —pidió la pelirroja, Hermione le dio el pase.

—Adelante —cedió Hermione haciéndose a un lado —. Supongo que estás solos: vi a Dean y Seamus bajar temprano y Neville bajó un rato después.

—Pues no se escucha ruido, tal vez están dormidos —Lucy se acercó a la puerta para escuchar algo, pero era inútil, no se escuchaba nada.