I want the fatass! || South Park

Five | Kyle

Che, cuando aparezca esto [^%#]  tendréis que colocar la música que os dejo aquí arriba. Poned exactamente a los 0:11 qu allí empieza. Os quiero :).

Mañana empezaba su turno, por fin. Y sabiendo de antes que no tendría una oportunidad, levanto las reglas de juego. Ahora los demás podían hablarle con la libertad que quisieran, la regla de no besar solo iba para el. Tampoco es como si fuera a hacerlo.

Se sentó en el banco de aquel monte, pequeños copos de nieve empezaban a caer por ciertos lados de South Park,  sin embargo, no le importó. Le gusto lo que veía. Blanco. Aquella nieve cayendo se veía preciosa, hasta le cayó una en la nariz.

Cerró sus ojos y suspiró, su aliento caliente se convirtió en humo. La temperatura estaba bajando demasiado. Oh dios, Sheila se iba a volver loca cuando no lo vea en casa. Aunque no iba a pensar en eso aún.

Su mente no cabía en más, todo lo ocupaba ese maldito culo de manteca. Con sus estupidos ojos brillosos, su horrible forma de ser y su nueva apariencia física. Maldito gordo narcisista y antisemita que le encantaba.

Ugh, Kyle, ¿como pudiste llegar tan bajo?, ¿enamorarte de tu enemigo de toda la vida? ¡ja! Otro cliché más en las novelas. Pero esto no era una novela, era su vida, era real.

Le aprecia tan estupido e irónico, joder.

En todo su berrinche escucho una rama partida y unos ojos que lo miraban con desaprobación.

—He dudado en si decirte algo o dejar que te mueras aquí fuera, judio, así que, agradéceme por estar vivo ahora mismo y no estar en una tumba cincuenta metros bajo tierra .—sonrió burlonamente Eric. ¿Y este que hacía aquí?.

—Que mierda Cartman, ¿que haces aquí?.— se supone que esta área era alejada y casi nadie venía por la flojera de simplemente caminar.— [yo debería preguntar eso, rojito.] — se sentó a un lado de Kyle, limpiando la poca nieve que se había acumulado allí para no mojarse el trasero.— N-necesitaba pensar.

—Tu madre te va a matar, Kahl.— comentó gracioso. El nombrado asintió riendo al a par. Ahora eran solo ellos dos y Kyle estaba nervioso. Pero ninguno hablo, tal vez ambos tenían cosas en que pensar.

Las horas pasaron hasta que dieron las seis y media de la noche. Tenían el culo congelado de tanto quedarse allí, seguía nevando y kyle aún con los ojos cerrados, tenia copitos de nieve en sus pestañas. A Eric le llamo la atención y empezó a verlo fijamente.

Algunos de sus cabellos pelirrojos salían de su Ushanka verde que siempre llevaba, le seguía su blanca piel que daba un bonito combinado con la nieve, sus cejas bien echas que no parecían de hombre. Esas lindas pestañas que tenían copos de nieve lo cautivaban, tan largas y su nariz era fina, pero cuando llego a sus labios se perdió. Estaban secos pero rojos, como sangre; como su cabello.

Miro a otro lado.

Su corazón se puso a latir muy rápido, ¿que carajos estaba pasando?

Agacho su cabeza y suspirando tomo al pelirrojo de la mano parándose y haciendo que el también lo haga. Lo soltó para no causar incomodidades.

—Ve a casa Broflovski. Sheila te va a castigar.— y camino, desapareciendo de la vista de Kyle por la nieve y la noche.

Era raro.

[...]

—¡Kyle Broflovski, como se te ocurre llegar a estas horas después de desaparecer casi toda la mañana!— su madre por poco y le jalaba la oreja. El pelirrojo solamente le sonrió nervioso y se rascó la parte trasera de su cabeza.— por poco llamó a la policía hijo, no se te pasó la cabeza que estaría tan preocupada?— lo abrazo para seguidamente soltarlo.— estas castigado por hoy, mañana quiero verte puntual o ¡te castigo sin celular! Ahora ve a tu habitación.— carajo.